Orilla intranquila
Reseña de la novela de Víctor Blázquez publicada por Tyrannosaurus Books
Orilla intranquila es una novela de invasiones “marcianas”. Su planteamiento no pretende llevar a engaño a nadie: tras irrumpir en el firmamento unas extrañas naves espaciales, asistimos al consabido estupor, a la inocente esperanza y, finalmente, a la cruenta guerra. Es ese reflejo subconsciente de la colonización de América que parecemos haber grabado en nuestro imaginario colectivo llevado a un escenario de space opera. Incluso los pases de manos, que son también las únicas aristas de la novela, se pueden adivinar desde las primeras páginas, se pueden intuir entrelíneas. En realidad, no creo que Víctor Blázquez quisiera propiamente sorprender al lector. Al menos, no con giros argumentales.
Es más bien en el otro tercio, en la propia sencillez de la narrativa, donde el autor nos sorprende, y no porque se ponga en duda su capacidad, sino por la valiente renuncia a todo tipo de artificios de la que hace gala. Orilla intranquila es una novela épica, una novela bélica donde la reflexión y los sentimientos, la humanidad, son los protagonistas. Tiene sus héroes, tiene sus angustias, tiene sus batallas, tiene sus incertidumbres pero, sobre todo, tiene una cadencia hipnótica, de auténtico relato oral. Aunque muy puntualmente se le vean los hilos, lo cierto es que el narrador toma cuerpo aun manteniéndose en segundo plano.
Sí, Orilla intranquila habla de otros protagonistas, de la resistencia encarnizada y de las gestas heroicas, de los discursos y de la pasión de la guerra, pero para poner el acento en el otro lado del espejo. Y funciona. Funciona en ambos sentidos: como lectura de aventuras y como reflexión.
Es una novela sencilla en su estructura que, en apariencia, no tiene muchas pretensiones. Es entretenida, no muy sorprendente si tomamos cada episodio por separado, si ponemos cada elemento bajo la lupa, y con pocos fuegos artificiales. Sin embargo, consigue mantener una tensión creciente que se resuelve con solvencia en el último momento y se muestra de una coherencia y una solidez envidiables.
Es posible, más que probable, que no destaque en los titulares, que le falte un punto de ambición para barajarla como referente, pero en lo que es la prosa, el meollo de la lectura, ese momento mágico en el que te dejas absorber por el mundo creado por otro, ahí, Víctor Blázquez demuestra dominar el oficio de la manera menos ostentosa: llevándote a su Orilla intranquila. La novela para los que tengan ganas de una guerra entre mundos.
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