Morrison y Azzarello, al margen de DC

Imagen de Kaplan

Un nuevo vistazo a la actividad de los dos guionistas más en forma de DC

 

Alejados del resto de la continuidad, por llamarla de alguna forma, del Nuevo Universo DC, Grant Morrison y Brian Azzarello han seguido desarrollando un trabajo estupendo en Action Comics, Batman Inc. y Wonder Woman, situando a estas tres cabeceras entre lo mejor del panorama norteamericano actual. Son trabajos libres, al margen de las tendencias más acusadas de la editorial en la actualidad, y que, sin duda, serán mucho más recordadas que el resto de volátiles títulos que les acompañan en las estanterías de novedades. Sin embargo, ha llegado el momento de decir adiós a uno de los dos guionistas. En efecto, Grant Morrison se haya en la actualidad recluido en sus cuarteles de invierno mientras prepara alguna nueva obra con la que volarnos la cabeza como es costumbre en él. Demos gracias por tanto a esta larga etapa de exultante creatividad en DC que comenzó en 2005 con su extraña —no podía ser de otra forma— Siete soldados de la victoria y de la que su prolongada estancia a cargo de Batman (2006-2013) es su imponente mascarón de proa.

Batman Inc. 2-3

Resulta difícil explicar estos dos últimos tomos para alguien que no ha seguido a Morrison y su Batman. En estos tiempos de sagas de cuatro números que queden cucos en la posterior recopilación en tomo, Morrison ha contado durante siete años una sola y larguísima tragedia familiar, en la que Bruce Wayne ha tenido que hacer frente a una mujer que ansía matarlo y un hijo para el que nunca ha estado preparado por muchos Robin que le hayan acompañado en sus aventuras. Dicho así, la cosa suena a dramón de sobremesa de Antena 3, pero no.

Se trata también de un proceso de condensación de las diferentes encarnaciones del hombre murciélago en algo nuevo y rompedor; un big bang de más de un lustro, alucinado y desquiciado, que Morrison cierra como si fuera la cosa más sencilla del mundo cuando todos sabíamos que era una misión imposible. A la hora de hablar del cómic de superhéroes verdaderamente trascendente de los últimos años, suele mencionarse Planetary, The Authority, The Ultimates, X-tatix o los New X-Men del propio Morrison. Pues bien, todos ellos son supernovas que no pasaron de los dos años antes de terminar o de derivar en un sucedáneo de lo que alguna vez fueron. Perdonad que nos pongamos pesados con los años (cosa de la edad, suponemos), pero el Batman de Morrison son ¡siete años! continuos de eso que deberían ser los cómics de superhéroes y casi nunca son: un sueño inolvidable. Es la última vez que os lo decimos.

Superman 17

Ante semejante despliegue en el título anterior, lo de Action Comics es algo más pequeñito, pero sin olvidar que estamos hablando de la escala Morrison. Imaginamos que el lector que se acerque a este título tras haber visto la última película de Zack Snyder sobre Superman (que aquí defendemos a capa y espada como buenos luchadores de las causas perdidas) se quedará un tanto patidifuso. No es lo mismo el Hombre de Acero enfrentándose a unos enemigos superpoderosos de su planeta de origen mientras destruyen media Metropolis que el Hombre de Acero viéndoselas contra un enano mago procedente de un mundo lleno de luz y color que habita en un plano dimensional superior al nuestro y al que solo se puede vencer si dice su nombre al revés. Action Comics es, como su Batman, un sueño, pero mucho más chiflado; un experimento mucho más cercano en su propuesta a trabajos como Vimanarama o Seaguy que a All-Star Superman, pero mejor resuelto. Eso sí, que nadie se lleve las manos a la cabeza ante la incomprensión que ha suscitado en el público...

Wonder Woman 5-6

Azzarello lleva 24 números al frente de Wonder Woman, acompañado de dibujantes intachables como Cliff Chiang, Tony Akins o Goran Sudzuka. Son números suficientes para que haya conformado un título sólido e independiente, destinado a narrar, como pasaba con el Batman de Morrison, una única historia. En este caso, es la del último vástago de Zeus, pero también la del camino de madurez de la protagonista.

El creador de 100 Balas, muy a gusto en su nueva orientación artística como escritor de superhéroes, plantea este trabajo mediante arcos de doce meses, por lo que en estos dos volúmenes encontramos la conclusión del segundo de ellos, que ha tenido como mayor novedad la aparición recurrente de Orión. En ella asistimos al fatal encuentro del grupo de Diana con Cassandra y el primogénito de Hera, del que no todos los participantes saldrán con vida. Wonder Woman, el personaje, logrará un estatus en las últimas páginas del sexto volumen del que no podrá huir y que nunca habría querido. Un final de temporada en el que se cierran muchas tramas, sí, pero que mantiene muy abierto el nudo central. Menos mal...

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