El Chiki-Chiki va a Eurovisión

No esperaba que mi primer artículo de Música fuese así. Veremos cómo nos suena la flauta. Artículo originalmente publicado el 18 de marzo del 2008

Este año en la cita con Europa representando a nuestro país sonará el “Chiki-chiki”, con música de Pedro Guerra y letra de Santiago Segura. La interpretación va a cargo de Rodolfo Chikilicuatre, un cómico colaborador de un programa de TV. No es broma. Así vamos para Belgrado, que es donde tendrá lugar el 24 de Mayo la 53ª final de Eurovisión.

Y aquí es donde se abre la veda. Hay quien lo ve bien y quien lo ve mal. Hay quien todavía no lo sabe, y quien (como un servidor) pasa del tema. Vale, si me tengo que mojar también en esto lo hago: sí, me parece bien el candidato, o al menos no me parece algo tan grave como para rasgarse las vestiduras.

Lo que sí es lamentable es lo que he tenido que leer, sobre todo en el bando de los detractores, ¿o debería decir derrotistas? Que si vamos a quedar con 0 puntos, que hemos caído muy bajo, que si da vergüenza ser español, que toda Europa se reirá de nosotros, que si deberían censurarla por hacer alusiones a Hugo Chávez y al Rey, que si deberían haber hecho uso del voto de los expertos como en los concursos de las mises, que es un insulto a la música, que si está en juego la imagen de nuestro país, que ha sido un desastre... Han dicho de todo, pero nada con argumentos.

Lo de la cantidad de puntos es de lo más infantil que he visto, y también ingenuo. ¿Que no vamos a ganar? Pues claro que no, ¿y? ¿Importa eso? ¡Ja, ja! Que Eurovisión es menos trascendente que el parchís, que el año de la invasión de Irak los representantes de Inglaterra no consiguieron ni un punto, qué casualidad. ¿Alguien sigue creyendo que ahí se puntúa la musicalidad de algo que no sea la política internacional y los intereses económicos?

Respecto a censurarla, seguro que quien ha dicho eso es el primero que luego se ampara en los ideales de democracia y libertad. La canción sólo menciona a algunos políticos como personalidades públicas que son, sujetos a toda crítica. Y ya lo del voto de los expertos como en lo de las mises es de risa. ¿Tenemos a alguna modelo que haya sido Miss Universo? Está muy bien dejar fuera a los expertos, que representando a España debe ir quien quiera la sociedad y no cuatro critiquillos esnobistas.

Reconozco que lo que mandamos no son las obras de Brahms, pero tampoco es un insulto a la música, teniendo en cuenta la música que se hace hoy, que eso ya nos daría para otro artículo (a ella le gusta la gasolina, dale más gasolina... qué pronto olvidamos, eh). Lo único que se le podría echar en cara al amigo es que no es cantante profesional, pero bueno, eso refleja cómo es nuestro mercado musical. O no, no vamos a tirarnos tantas piedras, que aquí pringa todo el mundo, así que corrijo: refleja cómo de pobre anda el arte de la música (que muchos lo desconocen pero, al igual que el cine o el cómic, es un arte) para que cualquier sex symbol que se aprenda dos pases de baile y ponga una voz bajita acompañada de un coro que la disimule ya sea una estrella. Ah, si eres modelo, torero o actor, también sirves, y si eres rapero, también te puedes pasar al cine. Y nos parece bien, ¿no?

Nada, que ni triunfitos ni más galas ni más chorras. Este año nos representa un hombre sencillo, que por las declaraciones que he leído me parece honesto, no hay que descalificarle por nada, y menos por ir a Eurovisión. La canción es graciosa, y no está cantada en playback, que como he podido ver en internet (si supiérais lo poco que veo la caja tonta...) en la segunda actuación se equivocó en la letra, y no se echó a llorar como Rosa, que por narices ahí sí que la mandamos a la cita del Continente. Y era más digna, claro, claro. Viva la imagen, el qué dirán, los estereotipos y los prejuicios.

Para el final he dejado las críticas de que hemos caído muy bajo, da vergüenza ser español, toda Europa se reirá de nosotros y demás, porque son la mejor prueba de que España es el país de las pataletas. Totalmente retrógrados, aquí seguimos mirando lo que pasó hace casi ochenta años, y ahí están Alemania y Japón que tienen mucho más que recordar y hoy son dos potencias mundiales. Éste es un país de quejicas donde si se pierde, lloramos, y si ganamos, nadie lo celebra.

¿Cuántos de los que criticaron a este muchacho saben que somos el país con más donantes de órganos del mundo? ¿Cuántos reconocen el éxito de nuestra sanidad pública gratuita? ¿Y de nuestra cocina mediterránea, la más sana de todas? ¿Cuántos masacraron injustamente nuestra superproducción del Capitán Alatriste para luego ir a ver Scary Movie 3? ¿Cuántos sabrían decirme tres cuadros de Velázquez, considerado el mejor pintor de la historia? Sí, así es, tanto como han dado con Da Vinci y que yo sepa el artista sevillano aún no tiene su peli, que vendemos muy mal lo nuestro. ¿Y alguien me podría decir alguna obra de Cervantes que no sea El Quijote? ¿Cuántos españoles se han leído ese libro, máximo exponente de la Literatura? ¿Cuántos celebraron el éxito de nuestro baloncesto en el Mundial? ¿O el Oscar de Bardem? ¿Cuántos celebran los títulos de Alonso? Que cada vez que gana da pena la de comentarios envidiosos que se ven. Aquí demasiados comulgan con ruedas de molino para que ahora salten un puñado de ignorantes diciendo que esa canción nos perjudica.

Sí, somos el cachondeo de Europa, pues claro que sí, y desde hace mucho. Pobre de aquél que lo haya descubierto ahora con nuestro chiki-chiki. Somos la vergüenza de la Europa por nuestro nivel educativo, que hay niños que sacan notable en Matemáticas sin saber qué es un círculo. Somos la vergüenza de Europa cuando se descubre que hay sitios de España donde es imposible aprender las asignaturas en español, ¿en qué país pasa eso? ¿En qué país a los dos días está un violador en la calle? ¿En qué país tiene que pagar una mujer al asesino de su hijo? ¿En qué país se caen a trozos monumentos declarados patrimonio universal? ¿o en dónde pasa que esté planificado demolerlos? ¿En qué país se ve una política como la nuestra? Llena de incompetentes, con un Parlamento que es un patio de colegio. ¿En qué país se le da la espalda a un artista como Buñuel, o a un científico como Isaac Peral? ¿En qué país hay una asignatura para ser buen ciudadano? ¿En qué país una ley dice cómo es la historia? ¿En qué país hay tanta violencia doméstica, si somos tan modernos y desarrollados? ¿En qué país hay plazas de -toros- torturas? Que según ley no se puede maltratar a ningún animal, salvo a los toros, mira qué bien. Decidme en dónde les ponen a los animales los cuernos ardiendo, y en donde para celebrar una fiesta se queman toneladas de pólvora con niños en las calles.

¿Acaso es éste un país que se dé a respetar? ¿Con una canción vamos a limpiar nuestra imagen de todo eso? Mira, si fuera así de sencillo estaría con ustedes. Pero mucho me temo que no. Me parece a mí que en un país donde unos periodistas entrevistan a la expareja analfabeta de un torero y le pagan millones para saber con quién se acostó ayer, en un país donde una ciudad se viste de luto por la muerte de un futbolista, y luego se olvida de seis pescadores que perdieron sus vidas por un puñado de boquerones... y que ni siquiera le importa dónde estén sus cuerpos... La verdad, en un país que hasta saca a concurso la letra de su himno, lo que menos importa es la canción que mandemos a Eurovisión.