Publicidad de los chinos

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Artículo de opinión de Canijo sobre maneras de despuntar en el mundillo literario

Ah, China, qué gran país, qué gran cultura milenaria, y qué de gente, por Dios. Se ve que de últimas andan un poco apretados y tienen que salir fuera para desgracia, entre otros, de bazares, tiendas de desavío, droguerías y las antiguamente conocidas como tiendas de veinte duros (cuando eso tenía sentido). Como dijo Mao, el día que los chinos taconeen todos a la vez, va a temblar el mundo; lo que se olvidó de decir es que el día que salieran a negociar, la que iba a temblar es la economía, y ya está empezando con los escalofríos.

Ya no sólo inundan el mercado con ellos, sino que ahora montan sus propios negocios para quitarse de en medio intermediarios a la hora de hacernos llegar esos productos tan malotes y de escasa esperanza de vida (creo que allí el término “control de calidad” se suele usar en una broma referente a los occidentales) pero que salen baratos y nos hacen el apaño, nos sacan del apuro alguna que otra vez con sus horarios eternos, alimentan la compra compulsiva en ciertas personas y me dan a mí oportunidad de enlazar un tema gracias a su proverbial falta de calidad y valor.

De eso va lo que sigue, de escasez de valor, de inmediatez en el peor sentido de la palabra, de falta de calidad. Como escribió Ernesto Fernández (Weiss) en una de las entradas de su blog, todo el mundo, en mayor o menor medida, en unos ámbitos u otros y cada uno como le sale, juega a ese ancestral juego ahora conocido como marketing. Sí, hombre, desde los tres apuntes poco realistas o la foto “buena” que pones en el currículum, pasando por el conjunto con el que sales en busca de pasiones hasta llegar al rótulo multicolor que acaba de colocar el de la frutería de la esquina. Se trata de presentar tu producto, el que sea, de la mejor manera posible para que atraiga al mayor número de “interesados”. Luego el interés se podrá diluir en una realidad poco acorde con la imagen dada, pero el primer paso en el camino de la venta ya está dado, lo que no debe ser poco cuando todas las marcas invierten dinero, a veces cantidades astronómicas, en patrocinarse.

Aquí hablamos de literatura, y todo autor que se precie tiene que tener en cuenta este importante elemento de la relación humana si quiere aspirar aunque sea a una ínfima oportunidad de meter baza en este mercado tan saturado. Cuando hablo de mercado, no me refiero sólo a ese que se cuenta en divisas, sino también a ese otro que se mide en tiempo de lectura que te dedican, incrementado si además se molestan en comentar, analizar o debatir lo que escribimos. Hay que venderse como autor, cada uno como pueda, pero hay formas y formas, como en todo, y soy de los que sólo están de acuerdo en parte con aquello de que el fin justifica los medios.

Teniendo en cuenta cuál es el fin, que te lean, ya sea pagando por ello o no, pagándote a ti o a otros, me parece que los medios tienen que estar relacionados con eso, con la escritura, con TU escritura, con tus lecturas o cualquier otra relación que tengas con el mundo de la literatura, y no tanto con pasar horas cliqueando en redes sociales, “spameando” al personal con “cortaypegas”, haciendo visible tu avatar a base de comentarios con forma y profundidad de saludos o funcionando como eco de aforismos o creaciones de otros. Ya digo, cada uno lo hace como puede, sabe o le sale, es dueño y señor de a qué le dedica su tiempo. Ahora, teniendo en cuenta que el tiempo que alguno ha dedicado para hacerme llegar su imagen es el de un par de clics, ¿cuánto debo dedicarle yo a testar su obra, a interesarme por ella y a comprarla si llega el caso?

Quién sabe, quizá me estoy obsesionando con el prurito a la hora de encarar la afición literaria, ese que para mí significa empaparte de verdad de ella, vivirla en el mayor número de facetas y con la mayor intensidad que puedas, y que poco tiempo deja para otras historias quizá más banales pero seguro que prácticas y útiles. Como reza el dicho “que hablen de mí, aunque sea para mal”, o en este caso “que me tengan en mente, aunque sea por nada”; seguro que funciona, porque está claro que ha funcionado, pero no termina de gustarme.

Llámame reaccionario o lo que te dé la real gana, quizá estés en lo cierto al decirlo, pero no me parecen las formas, sobre todo porque hay otras bien extendidas y al alcance de todos como para tener que recurrir sólo a lo fácil. Siempre me gustó cuando un autor, promocionando aunque sea indirectamente su novela de género, te reseña otra del palo, quizá una de las lecturas que hizo a la hora de buscar inspiración o material, quizá la de un coetáneo con el que comparte formas o fondos, quizá por el simple hecho de que le gustaría que su obra compartiera estante con la que reseña. Admiro al que se embarca en la redacción de fanzines o e-zines con los que difundir el gusto por la literatura, noticias, artículos o relatos de autores más o menos en ciernes, o trayéndonos a la mente eventos lejanos gracias a sus crónicas. Me gusta el mundo de las webs y los blogs, sobre todo los de creación literaria, aquellos en los que el autor se curra tanto la presentación como los contenidos, mostrándonos sus dotes artísticas, su visión literaria del mundo, brindándonos textos con los que degustarle o haciéndose eco de noticias de interés, o “simplemente” creando un espacio para que otros hagan lo propio. Reconozco a esas figuras que sueles encontrar en debates y charlas, los que alimentan los encuentros con su sapiencia y nos dan materia en la que pensar, ésa que luego moldearemos a nuestro gusto para crear nuestra personalísima visión del mundo y sus detalles, de la literatura y su entorno. Disfruto con los púgiles dialécticos, esos foreros que te fuerzan a pensar a base de matizaciones y rematizaciones de lo que has dicho, los que tumban con sus opiniones la equivocación que dabas por sentado.

Se pueden dar más ejemplos, pero vale con los anteriores y con la generalización de que me parece adecuado todo aquello que implique creación artística, pensamiento, interacción con el mundo de la literatura o la cultura en general, ya sea desde el lado participativo o del organizativo.

Tampoco quiero dar imagen de talibán con esto (imagen, marketing), no le voy a negar un clic a algo que me guste y pueda verse beneficiado con ese tipo de “apoyo”, no voy a negar que me agrada cuando otros hacen eso mismo conmigo, y quizá alguna vez deje mi comentario/saludo cuando quiera que sepas que me ha interesado/gustado pero no tengo tiempo o no me salen las palabras, no quiero ser el niño burbuja en la era de la información y las comunicaciones. Pero te aseguro que el grueso de mi tiempo, del tiempo que le pueda dedicar a la afición que más me llena, va a estar enfocado a vivirla, a experimentarla, a tratar de formar parte más que a sacar la cabeza por una de sus esquinas más tristes. Llámalo cabezonería, ceguera o estrechez de miras, pero qué le voy a hacer, es como me parió mi madre y me criaron entre todos.

Así que ya sabes, si lo que quieres es sólo un intercambio de clics yo también estoy ahí para eso, faltaría más; aún no tengo el dedo agarrotado (aunque quizá algún día se me agarrote). Ahora, si lo que quieres es mi atención y mi interés por tu obra, arriba tienes algunos ejemplos de cómo conseguirlos. Estaré atento si tú estás por la labor, compañero.

P.S. Joder, qué buenos son los ZZ Top.

 

“er Caniho”

Soundtrack:

Sharp dressed man & Pincushion

ZZ Top

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De momento, te clavo un clic Risa cachonda

Personalmente, yo veo dos cosas que hacen poco gratificante este tipo de promo. La primera es su sistematización. En realidad, estos clics no son más que el modo contemporáneo de transmitir una información rápida. Antes, comentabas en el bar "oye, ¿sabes que fulano se ha montado una tienda de discos?" y fiesta, porque todavía no habías ido y no tenías más que decir. Ahora le das a un "Me gusta" de la página donde anuncia una novela que no te has leído. La diferencia es que lo haces como el que está en la cadena de montaje, en plan sacar salchichas, y pierde un toque personal como tantas otras cosas en la sociedad que vivimos.

Luego está la equiparación: parece que un "Me gusta" es igual que una reseña o un email personalizado o una conversación distendidad. Y no, no lo es. No lo digo en plan juicio porque cada uno tiene el tiempo que tiene y no se llega a todo, pero no es lo mismo. Ya no es una cuestión del alcance de la promo, sino de la interacción, de esa inmersión de la que hablas. Recuerdo que en la Hispacón de Urnieta Sergio Mars se tomó un tiempo para hablarme de sus impresiones sobre Adraga. A nivel de promo, cero, porque nadie oyó la conversación, pero aunque no salieran sus conclusiones en Rescepto para mí fue muy enriquecedor -por lo que me transmitió- y una gran alegría -porque Sergio, que con sus particularidades me parece un gran autor, se tomó un tiempo para ahondar en lo que yo había creado.

Por supuesto que los "Me gusta" tienen su importancia, como la tenían los votos en OcioJoven, o incluso los comentarios literales de "Me ha gustado", pero una parte importante de este entramado creativo al que damos forma entre todos está en esa atención adicional, en ese modo de hacer las cosas a la antigua. De la cuestión marketing no soy el más indicado para hablar porque se me da de pena y de dolor, pero desde luego, aunque tampoco niego ni un clic, pienso seguir apostando por esos encuentros entre cervezas, esos emails que se alargan más de la cuenta y esos debates en los foros.

Muy interesante la reflexión, Canijo.

Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.

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Patapalo dijo:

De momento, te clavo un clic Risa cachonda

...

Muy interesante la reflexión, Canijo.

Me gusta Arriba jejejejejej...

A ver, ahora en serio. Estoy con lo que dices de la impersonalidad, que es lo peor de todo esto, algo que ciertamente parece una enfermedad de esta sociedad en que vivimos y cuyo "virus transmisor" son en gran medida estas "redes antisociales", pero eso es el tema de otra columnita que tengo pendiente, jeje.

No, a lo que yo me quiero referir con esto no es al individuo que no tiene tiempo y te clava el clic porque te apoya pero esta vida tan acelerada no le da para más, algo que también me parece significativo (aunque en menor medida), en cuanto a apoyo e interés. El tema está en esos otros individuos a los que sí que ves mucho por ahí, esos cuyas intervenciones en la red, sumadas, evidencian que tiempo sí que tienen. Si este tiempo que ellos gastan es simplemente para socializar, conocer gente u otras historias similares, yo no le veo el problema. Si es para apoyar a otros, por amistad, afinidad o lo que sea, tampoco. Pero resulta que no, que toooooooooooooooodo ese tiempo está enfocado a hacer marketing como "escritores" (aficionados, profesionales auto nombrados o lo que sea), y luego jamás les lees una reseña, una opinión en foros, ni los ves participando en juegos literarios, ni rellenas blogs con material de interés, ni crean plataformas para que otros lo hagan, ni nada de nada de nada... ad nauseam...

Sé que esto ha funcionado y funciona, que lo que unas líneas más arriba dije hace que funcione, pero ¿qué imagen pretenden ofrecer? No sé qué conclusiones sacarán otros, pero a mí me la dan de cliqueadores compulsivos, de gentes que buscan socializar y nada más. Y no creo que esto sea simplemente una perspectiva antigua o caduca, sino que me parece imposible valorar un interés literario con eso. ¿Cómo voy a gastar mi limitado tiempo (y dinero en algunos casos) en testar la obra con la que me has espameado descaradamente en detrimento de la obra de otro del que conozco ideas, opiniones, gustos, proyectos, etcétera, porque ha usado una parte de ese tiempo de spameo tuyo en mostrarlos?

En resumen: una cosa es estar presente en la red participando y hacer algo de esto como promoción, con lo que serás un escritor/aficionado a la escritura que se quiere dar a conocer; lo otro... lo otro es ser un comercial, y entiendo que la gente debería leer a escritores, no a comerciales (y si no, no nos rasguemos las vestiduras porque luego venda el personaje del famoseo, porque ése sí que es un comercial confeso).

 

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Canijo dijo:
¿Cómo voy a gastar mi limitado tiempo (y dinero en algunos casos) en testar la obra con la que me has espameado descaradamente en detrimento de la obra de otro del que conozco ideas, opiniones, gustos, proyectos, etcétera, porque ha usado una parte de ese tiempo de spameo tuyo en mostrarlos?

Es a lo que me refería con el equiparar una cosa y otra. Hay mucha gente que no lee las reseñas, le cansa participar en los foros y, en realidad, tampoco le interesan las conversaciones literarias. He conocido a escritores que por no leer ni se leían lo que ellos habían escrito. ¿Por qué iban a invertir tiempo en leer / hablar cosas sobre libros? Estoy seguro de que si el spam funciona es porque hay quienes retienen con mayor facilidad al que le ha dejado treinta veces dos palabras de ánimo ("Adelante, compañero") que al que le ha dedicado una vez 500 palabras para explicar qué le ha suscitado su obra.

Hay quienes buscan una cosa y quienes buscan otra. A ti te va el buceo de profundidad. A otros surfear a toda leche. Bueno, nosotros ya encontraremos galeones hundidos mientras ellos se saludan en los muelles de exposición, supongo. Entre medio, todos andamos por el mar Risa cachonda

Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.

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Patapalo dijo:

Canijo dijo:
¿Cómo voy a gastar mi limitado tiempo (y dinero en algunos casos) en testar la obra con la que me has espameado descaradamente en detrimento de la obra de otro del que conozco ideas, opiniones, gustos, proyectos, etcétera, porque ha usado una parte de ese tiempo de spameo tuyo en mostrarlos?

Es a lo que me refería con el equiparar una cosa y otra. Hay mucha gente que no lee las reseñas, le cansa participar en los foros y, en realidad, tampoco le interesan las conversaciones literarias. He conocido a escritores que por no leer ni se leían lo que ellos habían escrito. ¿Por qué iban a invertir tiempo en leer / hablar cosas sobre libros? Estoy seguro de que si el spam funciona es porque hay quienes retienen con mayor facilidad al que le ha dejado treinta veces dos palabras de ánimo ("Adelante, compañero") que al que le ha dedicado una vez 500 palabras para explicar qué le ha suscitado su obra.

Hay quienes buscan una cosa y quienes buscan otra. A ti te va el buceo de profundidad. A otros surfear a toda leche. Bueno, nosotros ya encontraremos galeones hundidos mientras ellos se saludan en los muelles de exposición, supongo. Entre medio, todos andamos por el mar Risa cachonda

Jaja, muy buenas esas metáforas marineras.

Cierto, disfrutemos con la posibilidad y la ilusión de encontrar esos pecios maravillosos, aunque sea una pena que, al mirar el panorama, muy parecido a cualquier otro panorama en el que intervenga el marketing más básico, sean muchas veces esos comerciantes costeros los que saquen mayores beneficios. Por nuestra parte, siempre nos quedará la autoridad moral para quejarnos a gusto cuando el famosete de turno consiga beneficios sin necesidad de virtud, sólo por el mero hecho de ser conocido; otros no estarán en nuestra situación. Gafas

 

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 A mi me gusto mucho una frase que le leí a Miguel Agueralde en FB que creo muy reveladora de cual es nuestro nicho de mercado, o de lectura.

Más o menos decía que el éxito a nuestro nivel dependía de disponer de una masa crítica de amigos, familiares y escritores conocidos/afines en el sector suficiente como para poder mantenerte.

En mi caso particular, yo apenas dispongo de tiempo salvo para sacar algún post de vez en cuando y buscarme alguna reseña, y su utilidad en cuanto a buscar lectores es cuando menos cuestionable.

En todo caso a mi me gustaría que me leyesen porque les gustan mis relatos, no porque soy un colega escritor o porque me conocen o porque me muevo en el mundillo, pero tu argumento es válido: puestos a leer a alguien, pues a quien más conozca y me llame la atención.

En cambio mi argumento es una pescadilla que se muerde la cola. Si no te leen no pueden saber que les gustan tus escritos, y si no saben que le gustan no te van a leer.

Además la realidad es que la gran mayoria de nosotros somos bastante similares en nuestra forma de escribir, no es que haya grandes despuntamientos (ya sabeis, escritores diez alucinantes; esa puntuación, si se concede, en mi opinión es más por afinidad que por criterios puramente literarios), con lo que puestos a elegir entre dos escritores supuestamente igual de notables prefiero al que conozco, con el que comparto proyectos y comentarios. O al menos, me fio más de este.

Pero eso me lleva a que se podría pensar que hay gente que se mueve mucho en redes y foros no directamente promocionando su obra, sino promocionandose él y dándose a conocer en busca de convencer para ser leído o reseñado. Pero en realidad creo que si bien es verdad que notas mayor actividad en la red a quienes en ese momento sacan/mos libro, lo que es normal, en general es que el que escribe también le gusta hablar de escritura y lectura y se mueve socialmente entre otros que comparten su afición/profesión, además de que le gustará probablemente todo lo que tenga que ver con ese mundillo, como reseñas, comentarios, blogs o páginas, etc.

Y por otro lado, me llega la reflexión de si la calidad de una obra tiene relación directa con su forma de promoción. No sé, hay gente que me cae muy bien y muy implicada en el mundillo que no me gusta cómo escribe, y puede que haya otros cuya sola visión en FB me da un poco de tirría, y que sin embargo a lo mejor los capullos escriben bien y todo.

En fin, como siempre, comentando todo de prisa y corriendo y sin orden ni concierto. La vida.

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Canijo
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Puntos: 4573

Nachob dijo:

 A mi me gusto mucho una frase que le leí a Miguel Agueralde en FB que creo muy reveladora de cual es nuestro nicho de mercado, o de lectura.

...

En fin, como siempre, comentando todo de prisa y corriendo y sin orden ni concierto. La vida.

Muchas gracias, socio.

Joder, no termino de ver claras las diferencias entre tu argumento y el mío, y menos aún entre tu postura y la mía.

Empezando por el final, te diría que no, que para nada tiene que haber una relación directa entre la publicidad que a mí me gusta o no y la literatura que me gusta o no, decir eso sería una tontería como una copa de un pino quizá basada en que a todos tenemos una mayor o menor tendencia a ensalzar lo afín por motivos... digamos que poco objetivos. Eso sí, reconozco la diferencia de esfuerzos, y siempre he pensado que la ley natural dicta que los mayores esfuerzos tienen tendencia a dar mejores resultados en condiciones previas iguales, y yo tampoco veo claros esos despuntamientos, así que tengo que tirar del esfuerzo para valorar.

Tampoco tengo claro que esa masa movida principalmente por la amistad sea el público más deseable, en parte por su condiconalidad a la hora de valorar, por el menor rédito en cuando a aprendizaje para el autor de una opinión condicionada, y por el aumento de posibilidades de caer en esa coedición fraudulenta cuyo objetivo es sacarle los cuartos a la familia del autor o ese círculo de amistades.

Si el que no tengas tiempo te lo noto más que nada en que ya no te veo tanta actividad como la que llevabas en OJ, o verte presentando al otro Nacho, o en ME, o que no me cruzo contigo en otra Hispacón para charlar de lo que nos gusta... más que por tus cliqueos, es que, aunque veas esto último como interesante, no predicas con el ejemplo a la hora de centrar tu poco tiempo en lo fácil, sino más bien al contrario (esta misma respuesta que me has puesto aquí te ha quitado tiempo para muchos, muchos cliqueos fáciles). Eso sí, yo mismo te lo digo, dale también algo de tiempo al cliqueo, porque, seamos realistas, eso está demostrado que rinde, y si entiendo que vales, quiero que salgas adelante.

Hay que crear imagen, por supuesto que sí, y hay que venderla, pero sin venderse o vender el alma por el camino. Es una cuestión de proporción, yo yo diría que tú y yo andamos por cifras similares, así que adelante, seguro que nos cruzamos mucho y, al menos por mi parte, será todo un placer.

 

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Magnus Dagon
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El artículo es interesante, y como tipo al que le gusta el marketing online como disciplina le ha enganchado, pero creo que el centro del asunto no son los 'me gusta', en realidad. Los me gusta no son más que la expresión de un fandom, no sirven para crear lectores, sino simplemente como barómetro para ver cuál es tu estado de 'popularidad'. No tenéis más que ver cómo autores del mundillo bastante consagrados escriben lo que hicieron esa tarde después de merendar y tienen entre unos 80 y 100 me gusta. Y no es una exageración.

¿Eso es útil para vender un libro o una idea? Pues no. Eso es sólo mantenimiento, que se acuerden de que estás ahí, como los anuncios de Coca-Cola. Muchos autores de hecho entran en el peligroso juego de creerse gurús de los tiempos modernos, y se olvidan de que un me gusta, ya sea en una página o en un comentario, no es más que una vaga expresión que, muchas veces de hecho, se hace por mero peloteo o con el ánimo de buscar una contraprestación similar.

Lo importante de verdad, y ahí entra la masa crítica de Miguel Aguerralde, un excelente término que de hecho existe de verdad en el marketing online, es los 'compartir' que logres generar. La masa crítica de amigos cercanos sí es muy importante, Nachob. Son tu familia y colegas, sí, pero ellos son los que conseguirán que otros te lean en la segunda fase. Motivar a leer por fase directa (porque vieron una reseña tuya, porque les ha llegado de qué va la trama) es MUY difícil, y ahí estamos igual todos, consagrados y noveles. Pero si de repente tu amigo lector te dice 'oye, el último libro de Pepito Pérez parece que mola', eso tiene un valor publicitario INMENSO. En Facebook eso se traduce en los 'compartir'.

Compartir algo es más costoso, molesto y pesado. Si yo comparto es que, joder, me interesa lo que veo. Por norma comparten entre el 1 y el 10% de los que leen un post con un mínimo de interés. Por tanto, si tu masa crítica es pequeña, tu post 'morirá' joven, porque para que haya viralidad ese 1-10% debe conseguir que llegue a entre 10 y 100 veces la cantidad de gente que llegó en primer lugar para que la tasa sea, al menos, idéntica (y debería ser superior).

Llegará un momento en que se alcance una masa de autoviralidad, que consiste en que el post se compartirá por sí solo (casi a 30 o 40 compartir al segundo, algo realmente rápido). ¿Cuándo ocurrirá eso? Depende, pero al final siempre es el mismo rollo: eso suele pasar cuando tocas los 'nodos' grandes, es decir, alguien con público y capacidad de comunicación, alguien con mucho fandom, vamos.

Entonces, la conclusión es: está muy bien promocionar online, y tratar de despertar interés, pero al final, si alguien 'gordo' no se fija en ti, no hay nada que hacer de todos modos. Y eso es sólo el principio: tus cinco minutos de gloria pueden llevar a absolutamente nada en términos de que te lean o compren.

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L. G. Morgan
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Vaya, has generado un debate de lo más interesante. Esto resume perfectamente lo que pienso:

Canijo dijo:

Hay que crear imagen, por supuesto que sí, y hay que venderla, pero sin venderse o vender el alma por el camino. Es una cuestión de proporción...

Porque es algo a lo que le doy muchas vueltas, sobre todo lo de la proporción.

Yo hablaba, además de marketing, de profesionalización, un aspecto que veo ineludible si buscas tener alguna posibilidad, por pequeña que sea, de entrar en el mercado. Entendiendo este igual que tú, trascender tu círculo inmediato y llegar a ser leído por más gente (la masa, a ser posible Risa cachonda ).

Y es que a veces parece que cualquier disciplina artística, por el hecho de serlo, tiene que olvidarse de algo tan mundano como el trabajarse las cosas. Un arquitecto, por poner un ejemplo, si trabaja por su cuenta, además de currarse unos planos y dirigir en su momento la construcción de una casa, tiene que conseguirse clientes, tiene que enseñar su trabajo, tiene que facturarlo, hacer presupuestos, etc, etc. Y tal como está el patio, cualquier escritor tiene que hacer lo mismo. Así que no se trata solo de dar imagen, es que hay que aprender a hacer curriculum, propuestas editoriales, a estar presente y a hacer contactos, a prepararse a conciencia presentaciones o artículos...

Pero esto a su vez plantea un problema.

A menudo pienso en un artículo que escribiste hace tiempo (claro que entonces yo no te hubiera dado un me gusta ni muerta Lengua ), en el que hablabas sobre las reseñas que escribías, los foros, los colectivos literarios... cosas todas que consumían tu tiempo y dejaban poco para lo que es realmente escribir. Decimos que somos escritores y lo que menos hacemos es escribir.

Así que ahí veo yo el quid de la cuestión, en la proporción, el equilibrio. Por una parte, si paso de todo, me encierro en mi cueva y me centro en la novela que tengo entre manos, cuando la acabe y emerja de las profundidades nadie sabrá que existo y es prácticamente imposible que consiga esa masa crítica que citaba Magnus. Pero si me vuelco en blogs, foros y demás, artículos, concursos y reseñas, probablemente no tenga algo que merezca la pena "vender".

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Magnus Dagon dijo:

...

Pues eso, que a ver si alguna extraña conjunción de astros cruza nuestros destinos en algún sarao literario de lo que sea, porque creo que aquí hay más tema de charla privada con nombres y apellidos, y me quedan muchas dudas que no habría tiempo para resolver aquí.

Además, apenas me atrevo a decir nada por temos a desbarrar, porque si tú te has empapado del asunto, yo no tengo ni idea, supongo que por todo lo dicho en el articulillo en cuanto a la práctica, y porque no es una teoría de la que me haya informado ni por gusto ni por oportunidad.

Otra cosa es que el FB es sólo una red, y no sé cómo va lo de Twitter, aunque sí he oído que el primero es para mostrar y el segundo más para promoción. Ya digo, lo oí por algún lado y poco más, así que no pongo la mano en el fuego por ello. Y encima, hay más aún...

También me he fijado en la cantidad de amigos/seguidores, que entiendo importante a la hora de conseguir los "Me gusta": de ahí a que aparezcan en la columnita de al lado (ni sé cómo se llama), de ahí que el colega lo vea, de ahí a que le dé, le interese (o quiera pelotear, o ayudar/apoyar) y, lo comparta o no, le de al "Me gusta" y lo lea el colega del colega en su columnita... No sé si eso funciona como el antiguo boca-oreja (en este caso columnita de la izquierda-columnita de la izquierda) al que entiendo que has dado el verdadero valor. Aquí el quid parte de conseguir amistades, y eso es cuestión de echarle tiempo como el que dijiste de decir cómo se han levantado, qué tal las heces mañaneras, fotito tonta por aquí, chiste copiado por allá...

En fin, me quedan más cuestiones, muchas, así que como te pille por banda, vas a lamentar haber puesto aquí porque te voy a masacrar a preguntas, jejejeje. Y si pasas (por la vía que sea) algún enlace interesante (y no demasiado especializado, que ya digo que soy menos que neófito), prometo curiosearlo.

Por último, echando un vistazo a literatos, personajes y famosetes, me he dado cuenta de que si se trata de conseguir compartidos, sería un lujo que Pérez-Reverte colara algo tuyo en lo que cuelga o comparte, pero tampoco sería nada malo que lo hiciera Kiko Matamoros... y eso es triste, muy triste...

Muchas gracias por pasarte y dejar esta interesante información.

 

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Canijo
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Puntos: 4573

L. G. Morgan dijo:

...

... Como el día que me cruce con Magnus estés tú también (y algún golfo de los de siempre, en especial Tibu), me da que nos vamos a reír un rato largo... Risa cachonda

Es lo que dices, hay que venderse, y la manera que nos pueda interesar a nosotros, a pesar de ser mucho más costosa en cuanto a tiempo y meninges, me da la sensación de que no es la más productiva, por muy triste que suene, sobre todo si hablamos de profesionalización, de sacar pasta con ello, que la pasta se saca con la venta física, aunque luego lo vendido tenga valor o no. Pero también me da la impresión (esto lo hablé con Ernesto y Tibu en nuestra última borrachera con excusa literaria) de que, aunque menos efectiva en la práctica, creo que puede ser más duradera "fiel" (no tengo claro que sea la palabra) y enriquecedora. A ver, es que con eso ya te están leyendo, con lo otro estás cayendo bien, y luego si acaso te leen. Si consigues que te lean, interesar, te podrás quedar a gusto aunque luego no vendas mucho o nada, y eso no te lo quita ni Dios.

De esfuerzo... de esfuerzo hablaré en la columna del miércoles que viene (¡publicidad, marketing! ¡yeah!), pero sí te digo que el hecho de hacer estas columnitas, por ejemplo, para mí no es un esfuerzo perdido. Hoy mismo estuve pensando en ello mientras colocaba botes en estanterías, y la conclusión era que esto a mí me ayuda a escribir, y mucho. Me he llevado una temporada fuera de línea, y ahora, para retomar, lo primero ha sido marcarme una columnita para hacer dedos, ejercitar el noble arte de ordenar ideas, y pensar, tanto con la columnita en sí como con los comentarios y las respuestas, y eso... eso para mí es mucho, en absoluto tiempo perdido.

En fin, muchas gracias por pasarte. Guiño

 

Columna cortesía de Sevilla Escribe: http://sevillaescribe.blogspot.com/

 

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