A través del universo y El hombre bajo la máscara
Dos tomos obligatorios Marvel Gold de Los 4 Fantásticos y Capitán América
No es que nos hagamos mayores y pensemos que cualquier tiempo pasado fue mejor. No somos tan mayores (o eso queremos pensar). Es que enfrentarse a estos tomos de Marvel Gold, independientemente de la edad del lector, supone un puñado de bofetones de los más variado.
Primero, un bofetón de creatividad. Como hemos hablado ya a la hora de analizar cómics posteriores a estos como los de La Patrulla-X de Claremont o Los Vengadores de Stern, es fascinante admirar cómo sus autores encadenaban tramas estupendas unas tras otras sin esfuerzo aparente. En estos tiempos (aún) no había eventos anuales ni apenas cruces con otros títulos, pero ni falta que hacía. Los eventos eran mes tras mes. De este modo, en el tomo de Marvel Gold A través del Universo, tenemos ocasión de presenciar las primeras apariciones de Ronan y los Centinelas kree, Psicoman, Él (el futuro Warlock), Annihilus y la Zona Negativa y Franklin Richards. Y, entre medias, Galactus. En el del Capitán América: El hombre bajo la máscara, aparecen el Doctor Faustus y el Halcón por primera vez. Qué difícil es, hoy en día, dar con nuevos personajes con la entidad de estos. Era la gracia y el desafío, claro, de estar creando una mitología nueva.
El segundo bofetón está muy asociado al primero, y es el de la falta de complejos. Para lograr historias tan inolvidables como las que se incluyen en estos tomos sus autores tenían que arriesgar y dejar aparcado el miedo al fracaso. Por suerte para todos nosotros, esto no era problema para Stan Lee y menos aún para ese genio llamado Jack Kirby; responsable, no lo olvidemos, de desarrollar los vagos conceptos ideados por Lee. Fruto de esta continua tormenta de ideas son personajes como tan estrafalarios como el ya mentado Psicoman, Tomazooma, el Trampero y su "todopoderosa pistola de adhesivo" o los Exiliados, un grupo de jerifaltes nazis aliados con Cráneo Rojo y armados con pañuelos o sillas de ruedas. En esta loca falta de prejuicios es donde podréis encontrar la raíz de obras de Warren Ellis, Grant Morrison o Jason Aaron. Menos mal que hay algunos en la industria que no olvidan de dónde viene todo este tinglado...
Y el último bofetón es sin el que ninguno de los anteriores habría podido existir: el de la calidad de sus autores. Ya han aparecido por líneas atrás Lee y Kirby, pero no podemos dejar fuera a los otros dos dibujantes que participan en el tomo del Capitán América: Jim Steranko y Gene Colan. El primero, experimentando ya con la página y las técnicas de dibujo y anunciando lo que más tarde haría en la legendaria Nick Furia: Agente de SHIELD. Y el segundo (uno los más importantes artistas que trabajaron con el personaje y, en general, en la editorial Marvel), haciendo gala de esa narración elegante y fluida que caracterizó toda su obra hasta su reciente fallecimiento.
En definitiva, dos tomos de Marvel Gold más absolutamente imprescindibles para conocer y enamorarse del género, rematados además, como es habitual, por multitud de material extra. Fundamentales.
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