Una de las mejores pelis que he visto en su estilo. La vi sin ganas y al final me encantó.
Master and Commander
Hablemos de esta película de batallas navales
Master and Commander: Al otro lado del mundo más que una película es una instantánea, un retrato de un momento. Casi podría considerarse un documental hecho cine. Si bien es cierto que hay una trama que tiene más enjundia de la que al principio se le adivina (esa caza a un navío cuyo diseño exclusivo puede inclinar la balanza en las Guerras Napoleónicas, donde, en un determinado momento, Inglaterra conseguía parar los pies a los franceses únicamente en el mar), hay que reconocer que esta no es, ni de lejos, el meollo del asunto.
Incluso los personajes, tanto protagonistas como secundarios, todos ellos interpretados con un gran acierto y todos ellos dotados de un carisma extraordinario (desde el pobre y heroico grumete al susodicho señor y comandante, encarnado por un brillante Russell Crowe que encuentra su contrapunto perfecto en Paul Bettany, el cirujano de a bordo), no supeditan su existencia a que nos impliquemos en el desenlace de la historia, sino, más bien, en dar relieve al escenario.
No quiero decir que no sintamos la angustia de la persecución, la desesperación cuando el viento no sopla a favor, que no nos estremezcamos con las batallas... Lo que quiero decir es que no es por esa batalla en concreto, sino por el cuadro general que consigue dibujar la película. Viéndolo entendemos los conflictos de la época, esa mezcla de luz, que viene reflejada en el positivismo del médico investigador, y de las sombras terribles de la guerra: pocas películas plasman con tanto acierto ese equilibrio entre la miseria y la épica.
El resultado es una película que se puede ver una y mil veces si te ha gustado. Master and Commander: Al otro lado del mundo no pierde interés porque ya conozcas al milímetro los diálogos, los encuadres, la sucesión de escenas... Disfrutas con la mera imagen, con su impresionante fotografía, con las coreografías (bien sean bélicas -esas inigualables batallas marinas-, bien sean amistosas -la cena de los oficiales, las duetos musicales-), con la banda sonora, con la recreación del funcionamiento del navío, con la rutina de la vida a bordo...
Llevar a la pantalla la obra de Patrick O'Brian era una tarea muy complicada. Se podría haber optado por hacer una serie completa que recogiera los hechos de todas las novelas, pero yo creo que no se hubiera conseguido un efecto ni siquiera parecido. Se hubiera basculado, irremediablemente, hacia un retrato costumbrista.
Master and Commander: Al otro lado del mundo tiene la doble ventaja de ser fiel (hasta relativo punto) al original sin perder un ápice de la épica que podía transmitir la novela. Es un ejemplo de lo importante que es, a la hora de hacer una adaptación, tener en cuenta el formato de destino. Gracias a ello se ha conseguido hacer una nueva obra, algo único, que nos trae el sabor del original pero desde otro encuadre totalmente distinto. Y más adecuado.
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Me encanta esta crítica. *_* Claro que yo soy de las que ha visto mil veces la película XD