Standing at the sky’s edge

Crítica del último disco de Richard Hawley

Parece que los tiempos que vivimos han afectado a Richard Hawley, que vuelve con más rabia de la habitual. A muchos, les puede descolocar su nuevo rumbo musical, pero, el crooner ya nos adelantó que en el nuevo disco no habría orquestaciones y se enfocaría sobre el rock más tradicional. Standing at the sky’s edge es un disco oscuro con raíces clásicas, pero, que nadie se deje engañar, esconde muchos matices y esencias por descubrir para los oídos más inquietos.

El artista, que consiguió un notable éxito con Coles Corner y en especial con The Ocean, hace una apuesta arriesgada, muy alejada de tiempos pasados, con canciones muy elaboradas y, la mayoría, de duración generosa, que no duda en alargar con pasajes instrumentales que nos transportan por paisajes variopintos, desde la psicodelia de los años 60 de Grateful Dead o los Beatles más lisérgicos, al country-folk americano y el rock sureño con un claro sabor al Britpop de Oasis o de Pulp, del que formo parte.

El disco, con unas guitarras más rockeras y distorsionadas que habitualmente, que nos sorprenden haciendo acto de presencia cuando menos te lo esperas, con el mar en calma, y, la voz de Hawley, susurrándonos desde lo más profundo de su alma, navega por una bruma ambiental psicodélica con el sitar o teclados como pasajeros que evocan a grupos del pasado, sin renunciar a algunos temas más relajados, que harán las delicias de los oídos delicados.

Hay que hacer una especial mención a la portada, de gran belleza y toda una declaración de intenciones de lo que vamos a encontrar.

En definitiva, un gran disco de principio a fin, de un artista que no suele fallar a sus seguidores más fieles, y que quizás no agrade a los que se engancharon a él el su momento más exitoso, aunque dudo que él lo pretenda. En estos momentos, está más cerca del filo del cielo que de la música accesible.

Nota: 9

P.D. Richard Hawley, actuará el día 3 de Junio en Arc de Triomf junto a Nacho Vegas, entre otros, en los conciertos gratuitos organizados por Primavera Sound. Os animo a que vayáis. Seguro que vale la pena, y, si no, siempre podéis ir a cenar al Chino de Ali Bei.