La segunda temporada de Héroes
En OcioZero hacemos una primera valoración de los nuevos episodios.
Ya escribí por aquí en su momento algo sobre la primera temporada y sobre lo que nos esperaría en la segunda. Como cuando escribo de esta última ya llevamos más de la mitad de los capítulos que habrá vistos, considero que no es descabellado empezar a hacer un primer balance. Y sé que sois muchos los que de día entráis en OcioZero para por las noches haceros héroes. Así que, admitiendo que habrá spoilers, vamos allá.
La primera temporada me encantó. Bastante entretenida, con buenas dosis de suspense e intriga y con una rica variedad de tramas que se iban uniendo al más puro estilo de los cómics. Pero ahora que tenemos la segunda temporada, no sé, no me parece lo mismo: que si samuráis por aquí, que si un virus por allá, que si un anterior grupo de superhéroes y un asesino dejando simbolitos, que si Sylar ya no tiene poderes... No sé, demasiada locura, por mucha inundación de Nueva Orleáns que nos metan para dar realismo.
A ver, en principio nada de esto es perjudicial para la serie, pero creo que no todo está siendo dosificado al milímetro como pasó en los primeros veintitrés capítulos. La prueba más fiable está en que ahora, personaje nuevo que nos sacan, personaje que al momento en la escena de presentación desvela sus poderes, cuando en la primera temporada tenían que pasar tres o cuatro capítulos para que viésemos algo. Y para entenderlo ya ni te cuento.
Puede que sea que en la temporada inicial la cosa iba de descubrir y aceptar los poderes, mientras que en esta la idea se centra en vivir con los poderes sin levantar sospechas en la sociedad. Pero aun así me sigue pareciendo que la serie va a trompicones. De modo muy forzado nos han colado un novio para Claire (a los dos días de instituto), que encima tiene poderes y que para colmo ya se los ha revelado a su chorvi. Por otro lado, la trama de Hiro en el Japón feudal se me hace de lo más aburrida y sosa. Mucha belleza lírica, un intento de triángulo amoroso en el argumento y algún chistecillo por ahí, pero en general no es nada intrigante, ni siquiera interesante (para mí, y por ahora, conste). Lo mismo para la historia de los dos hermanos que intentan llegar a la frontera de U.S.A. y se topan con Sylar, un Sylar sin poderes. Y en Irlanda un Peter sin memoria. Vaya galimatías.
La chispa y la emoción que pueden ofrecernos la veo por dos caminos. El primero está en la trama de la búsqueda de los ocho cuadros que pintara el fallecido Isaac Méndez, que rememora al hilo conductor de los primeros veintitrés episodios. Me refiero a la aventurilla que se van a pegar Noah Bennet y el Haitiano por Europa.
El otro camino que veo pasa por Matt Parkman investigando a ese asesino de héroes que, quieras o no, nuevamente tenemos en su esencia un elemento repetido de la primera temporada. El tema del asesino que mata uno a uno a los que aparecen en una foto es algo de lo más tópico. Pero verlo en Héroes mola, para qué negarlo, además le da cierta profundidad a la franquicia el desvelar cómo se formó esa generación de los Linderman, Kaito Nakamura, Charles Deveaux... y qué diablos hicieron para que ahora alguien vaya cargándoselos. Para rematar, desde que a Matt se le unió Nathan en su cruzada la cosa parece ponerse más interesante, descubriendo la mala leche de un personaje incorporado.
A eso vamos, a darle un repaso a los nuevos personajes. Para empezar, David Anders me ha decepcionado un poco, esperaba que llevara de otra forma su Takezo Kensei, aunque esto es más culpa de los guionistas que del actor. Al final, como sospechaba, Kensei tenía poderes. Sé más cosas de este Kensei, pero esos spoilers son devastadores y no quiero chafaros la nueva temporada.
El novio de Claire tampoco se salva. Este West, que en palabras del actor Nick D´Agosto tenía “un poder muy guay” y resulta que es otra vez lo de volar, no tiene credibilidad. O si la tiene, es porque su personaje está tarado, porque ningún chaval en sus cabales va por ahí sobreactuado acosando a una animadora a los dos días de verla y en diez minutos le suelta que puede ir de Superman. Tampoco tardó en desvelar su poder el tal Bob, que intenta colarse en el rol de Linderman pero no está a la altura. Pero el gato al agua en las incorporaciones se lo lleva Mónica. Para mí, este personaje parece poder vivir sin que esté a la sombra de los demás que ya repiten experiencia.
Por otro lado, la serie ya arranca con algunos personajes muertos, como D.L. Hawkins, que nadie parece echar de menos (para mí no tenía mucha carisma, aunque su poder era muy bueno). Otros como Claude, aquél que se hacía invisible, están desaparecidos en combate, y es una lástima porque éste sí tenía su gracia. En cuanto a la actriz que hacía de Candice, tras fichar para la serie Reaper, ha tenido que dejar la nuestra, dándole un final prematuro a su personaje.
En fin, a ver si vuelve ya Hiro de una vez y nos deja de contar cuentos chinos que hacen un contrapunto algo fuera de lugar comparado con el resto de las tramas, que cuando todo parece ponerse interesante, aparece el japonés con un kimono escribiendo una cartita bajo un almendro, con música romántica y todo, y ya se va todo el clímax al traste.
Y llega la hora de mojarse. Sí, señores, este artículo lo escribe Luc Hamill, así que ya llega el momento de mojarse, y en este momento lo que tengo que decir es que se les ve el plumero a los guionistas. Se les ve con poca confianza en la historia que nos van a traer. Cuando tienes algo muy bueno en tu jugada, no descubres en cinco capítulos todas tus cartas, ni muestras poderes sin ton ni son, ni conexiones entre padres e hijos, ni secretos reveladores a tutiplén, ni sacas ideas de virus de X-Men 3, ni nos cuelas viajes y misterios con calzador a las primeras de cambio. Que al fin y al cabo, saben lo que queremos ver, y lo que queremos ver es una pelea Peter vs Sylar pero en condiciones, y un poco menos rollito de cuánto Micah extraña a su mami, que eso adormece y se come metraje sin que haya provecho.
Cuando tienes algo muy bueno, no tienes prisa, sólo dejas que todo vaya cayendo en un asentamiento, que es lo que no ha tenido la serie. Si la primera temporada hubiese ido a este ritmo, la gente se habría perdido entre tanta sorpresa, y otro gallo cantaría. Pero claro, en la situación de los guionistas no es para no estar nerviosos. Yo al menos sólo leo malas críticas a éste y al otro lado del charco, y los datos de audiencia (en constante caída) muestran que la serie no termina de convencer.
Lo dijo Tim Kring, “la segunda temporada de Héroes iba a seguir el modelo de 24, no de Perdidos”. Pues ahí lo tenemos. Ahora la cosa va de buenos y malos dejando los poderes como algo secundario, cuando en la primera temporada los poderes lucían como la mayor baza del serial.
No obstante, por si alguien aún lo ha pasado por alto, todo esto es una valoración personal, y encima cimentada sobre unos cinco o seis capítulos subtitulados que me he bajado de los programas de pares. Quiero decir con esto que quizás se estén guardando algo bajo la manga, pero quede claro que también se les ve a los realizadores de la serie preocupados por mantener el gancho, casi sin darle tiempo a su proyecto a cuajar por sí mismo. Esto pasa en parte por eso de poner fechas de estrenos y empezar a rodar casi sin pararse a pensar en cómo mejorar, en cómo superarse. Todo va rápido, llega septiembre otra vez y tenemos que sacar lo que sea que se nos haya ocurrido en el verano para aprovechar el tirón (y recaudar más, claro).
Lo mejor hubiese sido no darle a la primera temporada un final abierto (que lo era, y mucho) sino ponerle un broche y chim pón. De esta forma, si sale bien, pues estupendo, pero si sale mal, pues empiezas desde cero. No que ahora han tenido que retomar los hilos de aquel capítulo pero en frío, y no saben muy bien cómo llevar a la gente por donde quieren.
Y seguimos fieles a la tradición: artículo mío para la serie, noticia mala para la serie. Pero, alto, que es pura coincidencia, una coincidencia exacta que se repite por tercera vez. Perdonadme, fans, prometo no escribir más hasta que... mejor no lo suelto. En esta ocasión se trata del universo expandido de Héroes. Resulta que la cadena NBC se estaba haciendo cargo del spin-off Heroes: Origins, pero por ahora (repito, por ahora), lo ha cancelado, en parte por las malas audiencias de la segunda temporada y en parte por la huelga de guionistas de allí. Rayos, y eso que el primer episodio del spin-off ya estaba rodado. Al menos podrían televisar ése, ¿no? Por lo menos ése.
No acaban ahí las desgracias. La huelga de guionistas quizás nos deje la segunda temporada más corta de lo previsto (estaban planeados los volúmenes nº 2 y 3, y quizás sólo haya 2). Pero no todo es para ponerse así. A ver, se amplía el merchandising. Al anunciado libro compilación de los cómics online, se une otro titulado Salvando a Charlie, explayándose la trama de la primera temporada entre Hiro y Charlie. Luego, está al caer la revista oficial de Héroes de manos de Titan Publishing, y cuando llegue el 2008 será MeadWestvaco quien traiga el calendario de rigor. Los pósters los pone Scorpio Posters, y Changes la ropa oficial. Los muñecos y dioramas van a cargo de Mezco Toyz y el videojuego, como ya sabíamos, es cosa de Ubisoft. Pero para mí la traca final está en las cartas de la serie (algunas traerán hasta trozos del vestuario usado en los capítulos) y, sobre todo, en la apuesta de Wizkids Inc. para sacar nuestros personajes en versión HeroClix. Está bien la cosa, ¿eh?
En definitiva, retomando, aún queda mucha serie y tras cinco capítulos todo puede dar un buen vuelco. Además, la fase de relanzamiento ya pasó y ahora en teoría lo que queda es desarrollar tramas. A mí me está gustando desde el último capítulo que vi... el resto me pareció que todo iba un poco atropellado (o totalmente caótico si me pongo en el pellejo de alguien que no vio la primera temporada). Tendremos que estar al corriente para saber el devenir de la serie, tanto a nivel argumental como a nivel de franquicia, pero si algo aprendimos de todos los capítulos de la temporada anterior es que en Héroes nada es lo que parece. Y la explicación de las cucarachas que nos muestran sigue en el aire...
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