Rush Hour

Rush Hour, el atasco-hora punta, es un solitario de lógica simple, sencillo y muy interesante.

Edad: A partir de 8 años (pero el juego es tanto para niños como para adultos).

Jugadores: Para un solo jugador (solitario de reflexión).

Casa: Thinkfun

Reglas (insultantemente sencillas y fáciles de aprender).

Objetivo: Hacer que el coche rojo salga del atasco (tablero).

Mecánica de juego

Se saca una carta de reto (hay diferentes niveles de dificultad a elegir) y se colocan los coches y camiones en el tablero según se indica en la carta. Entonces, se puede empezar a mover los coches (incluido el rojo) en vertical y horizontal (solo pueden hacer esos movimientos, no pueden abandonar la fila en la que están) tantas casillas como se desee y tantas veces como se quiera (aunque el reto es intentar hacerlo en el menor número de pasos) hasta conseguir el objetivo de sacar el coche rojo del atasco por una casilla indicada.

No puedes sacar ningún coche del tablero salvo el de color rojo.

Ejemplo de reto

Componentes

-Un tablero de 22x20 cm que es un damero de 6x6 casillas (y que tienen un pequeño relieve). El tablero presenta una sola salida (por donde debe abandonar el juego el coche rojo), además, también tiene un pequeño soporte para poner la tarjeta de reto correspondiente a la vista.

-4 camiones de distintos colores que ocupan 3 espacios cada uno.

-12 coches, en colores variados, que ocupan 2 espacios cada uno (entre ellos uno rojo brillante que es el que hay que sacar del atasco).

-40 cartas de reto, ordenadas en 4 niveles de dificultad (10 por cada nivel).

Hay una última edición para coleccionistas con 155 cartas de retos y con cinco niveles de dificultad. Y hay otras variantes de este juego que presentan otros tipos de piezas más del agrado de los niños, como es el Safari Rush Hour o Atasco en la reserva de animales, en la que debes sacar a tu todoterreno de entre la manada de animales.

Conclusión

Un buen juego para esas horas muertas en las que no hay nada que hacer y muy indicado para niños a partir de ocho años. No hay que engañarse tampoco: el juego es sencillo en los primeros niveles, pero los últimos son más de estrujarse la sesera.