El atroz hecho real que jamás sucedió llevado al cine o por qué algunos títulos vienen que ni pintados.
Sinopsis
La sinopsis de la película suena aterradora: El 4 de abril de 2010 una parte de la familia Quintanilla Atauri fue encontrada muerta en su casa de campo Sitges, donde los hermanos Cristian y July aprovechan para investigar la leyenda de la niña del Garraf. La policía descubrió la existencia de cintas de vídeo con 37 horas de grabación con todo lo que les sucedió durante su estancia. Aquel mismo mes de abril, dos productores vieron la oportunidad de crear una película a partir del material encontrado. Ellos se hicieron cargo de los derechos al convencer al padre de los niños asesinados y acordar que omitirían ciertas partes que podían ensuciar la memoria de su familia. Atrocious muestra las imágenes reales de todo lo que pasó, de los cinco últimos días de vida de Cristian Quintanilla y sus hermanos, así como las situaciones extrañas que vivieron en esos momentos y que no tienen explicación.
Ficha Técnica
Dirección y guión: Fernando Barreda Luna
Países: México y España
Año: 2011
Duración: 82’
Género: Terror / Falso documental
Intérpretes: Cristian Valencia (Cristian), Clara Moraleda (July), Chus Pereiro (Debora), Sergi Martín (José), Xavi Doz (Santiago), Carlos Masegosa (Carlos)
Producción: David Sanz y Jessica Villegas Lattuada
Música: Octavio Flores y Jorge Jaime (Pikis)
Fotografía: Ferrán Castrera
Montaje: Jordi Monrós
Diseño de producción: Antonio Barreda
Vestuario: Abraham Romagosa
Antecedentes
Hace algunos años, en 1962 para ser más exactos, los cineastas Paolo Cavara, Gualtiero Jacopetti y Franco Prosperi rodaron una película que forma parte ya de la leyenda del cine titulada Mondo Cane. La película, mostrada como real, trataba acerca de atrocidades cometidas por diferentes culturas en distintas partes del mundo. Inmediatamente, y dado el éxito de público, fue objeto de numerosas imitaciones entre las que destacan Shocking Asia y su secuela y también las seis partes de Faces of death. El culmen del cine macabro y realista llegó en 1980 con la aparición de Holocausto caníbal (Cannibal Holocaust) película dirigida por el italiano Ruggero Deodato y adorada y vilipendiada de igual forma. Pretendía ser un documental recuperado un año después, junto con los cadáveres descompuestos de los cineastas que la rodaron y que recibieron justo castigo por los desmanes cometidos.
Al margen de que Holocausto caníbal mostrase la muerte real de animales, lo que la convierte en un producto repulsivo y desagradable, puede ser vista como una crítica sobre la naturaleza real del llamado hombre civilizado. La madre de todo el cotarro actual se encuentra en El proyecto de la bruja de Blair (Daniel Myrick, Eduardo Sánchez, 1999), auténtico fenómeno social y éxito de público que sin embargo resulta un tostón de proporciones épicas, no estando a la altura de las expectativas creadas en la campaña comercial de marketing que la precedió. Otras películas como REC (Jaume Balagueró y Paco Plaza, 2007), también están rodadas como si se tratase de un documental y el uso de la cámara subjetiva es también constante (con el consiguiente mareo para el espectador). Conoció una segunda parte, que decepcionó a algunos por la explicación de la naturaleza de la plaga, y un remake estadounidense.
Igualmente tenemos Paranormal activity (Oren Peli, 2007), la superproducción Monstruoso (Cloverfield, J. J. Abrams) o la menos conocida The last broadcast (1998), dirigida, producida, escrita y protagonizada por Stefan Avalos y Lance Weiler con una sinopsis algo similar a Atrocius: Unos productores locales, se dirigen a grabar al bosque sobre la leyenda del demonio de Jersey. Unos días más adelante solo vuelve uno de ellos, declarando que los demás han sido víctimas del demonio. Como es normal todo el pueblo sospecha de él, sin embargo un cineasta examina las cintas encontradas para así comprobar lo que sucedió en realidad. Ahora, de la mano de Fernando Barrera Luna, en las tareas de guionista y director, nos llega Atrocious que pretende ser, al igual que las películas ya vistas, un documental sobre un hecho auténtico. Se trata de una coproducción Hispano-Mexicana de ochenta y dos minutos de duración.
Atrocious
La mente es un laberinto en el que cualquier puede perderse.
Atrocious
Los hermanos Quintanilla Atauri, verdaderos fanáticos de las grabaciones de vídeo, llegan a la casa de campo de Sitges, donde pretenden obtener durante la noche pruebas gráficas de la leyenda de la niña del Garraf. En un principio las cosas parecen marchar con cierta normalidad pero pronto comienzan a sucederse los hechos extraños. El primero de todos ellos es la desaparición del perro de la familia, que gracias a un rastro de sangre es encontrado muerto en el interior de un pozo cercano a la casa. Extrañas apariciones que graban las cámaras de vídeo y sucesos de naturaleza perturbadora preparan el escenario para el más extraño, si bien predecible, de los finales. Los minutos finales muestran el caso a través de los medios de comunicación y tratan de darnos una explicación que no sólo no es muy convincente, sino que deja la puerta completamente abierta a una posible (terrible) segunda parte.
Crítica
La película adolece de todos los fallos posibles de una (casi) ópera prima: mucha precipitación, completa improvisación, multitud de diálogos absurdos, personajes planos como láminas, deterioro de la verosimilitud en aras de la narración gráfica de los hechos… en fin, que por mucho que se diga que se trata de un soplo de aire fresco, yo lo dejaría en una suave brisa con pretensiones. Ni que decir tiene que aquellos que se mareen mirando la pantalla en movimiento tendrán que fijarse en el suelo durante casi veinte minutos llenos de gritos y carreras que no parecen conducir a ninguna parte salvo a desasosegar y poner nervioso al respetable (sin conseguirlo en modo alguno, lo siento). Y lo cierto es que tampoco logran hacernos creer en ningún momento que se trata de un documental convertido en película por las malas artes de un par de productores sin escrúpulos, ni siquiera suspendiendo la incredulidad.
Para que el espectador crea en lo que se le está contando, las leyes que rigen el universo de la película han de ser inmutables o, cuando menos, coherentes. Si el deseo de los padres era que fueran a una zona rodeada de bosques, ¿cómo es posible que la madre les prohíba entrar en él bajo ningún concepto? ¿Qué sentido tiene eso? ¿Por qué las tecnologías modernas, como los teléfonos móviles, siguen sin funcionar o son olvidados en los momentos en los que más falta haría? ¿Se averían al saber que van a salir en una película de terror? ¿Por qué July se traspasa el pie con un clavo de gran longitud y lo único que se le ocurre a su hermano Cristian es grabarla durante un buen rato? Pero más extraño todavía: ¿cómo es que la hermana (a esta pobre le pasa de todo) aparece atada a las columnas de un templete y lo único que se le ocurre a Cristian (después de grabar) es desatarla y no preguntar nada sobre quién ha sido?
Los diálogos son totalmente intrascendentes, cayendo la mayor parte de las veces en la puerilidad, y las situaciones parecen calcadas en ocasiones de REC, como es el uso de las lentes infrarrojas de la cámara para guiar a Bárbara en la oscuridad. Y eso por no hablar de la manía de rodarlo absolutamente todo; si alguien me persigue o creo que me persigue, suelto la cámara a hacer puñetas y ya la recogeré después. Aquí no. Con la cámara hasta el baño si es preciso y sin perder detalle alguno, que luego los Mossos d’Esquadra... El hecho de que los protagonistas griten hasta por ver su propia sombra ya es algo que deja de sorprendernos, pero no de disgustarnos. Es como en esas serie de televisión donde las risas están enlatadas, como si el público no supiera cuando debe reírse y cuando no. Lo siento pero, a pesar de que algunas gozan de mi simpatía, odio esas carcajadas falsas como un euro de madera.
Hay otra escena muy peculiar donde comprobaremos el bajo punto de combustión del cuerpo humano (o al menos cómo puede arder sin dejar ni rastro de fuego o cenizas por ninguna parte) pero eso ya es otro tema, uno más que añadir al ramillete de cosas curiosas de Atrocious. Personalmente no la recomendaría, pero cosas más raras he visto…
Esta nome apetece verla, pero en su época (yo era muy pequeña xD) "The Blair Witch project" me gustó bastante, y la vi hace un par de años y me siguió gustando. Será que tengo un trauma con las brujas y los bosques pero lo pasé mal, y el final me pareció bastante bueno xD
En cuanto a Rec... Bueno, yo soy muy fan de esa peli =p por cuestiones personales xD.
Y esta, pues ya digo... Están montando una campaña que flipas, diciendo que todo es real y tal (como con "Holocausto Canibal" y la de la bruja). He visto el trailer y no me llama mucho la atención. Sí que parece haber alguna escenita así como de susto, pero el argumento tampoco es que me llame mucho la atención. Y si la veo, pues no sé, será porque algún amigo quiere verla o algo xD
(Lo de la chica atada lo vi en el trailer y me quedé así en plan con cara de tonta, porque como bien dices, el chaval la desataba y ale, como si no hubiese pasado nada xDD)
La de The last broadcast la ha visto? Me ha llamado la atención el argumento.
Divagaciones de una filóloga zombie
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