...es una de las jugarretas con mala leche que nos hace pasar el Estado del Bienestar. Pero es un modelo que nos fascina. Tal vez muy en el fondo, muy inconsientemente, pero todos estamos de acuerdo con el sistema.
Los noexistentes
Ayer me dijeron que no existen las clases
y yo, claro, me lo creí.
¿Cómo no hacerlo?
Lo dicen en los periódicos,
lo repiten en la televisión
e incluso en las conversaciones de bar.
El caso es que ayer,
cuando regresaba del trabajo,
bien apretadito en el autobús,
con otro montón de tipos que tampoco existen,
vi pasar un deportivo
con todos los complementos, rubia de bote y ejecutivo trajeado.
Es raro, pero me sentí muy proletario.
Póbrecito de mí, debo de ser un nostálgico.
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Qué decirte... A mi también me daís pena los que vaís en autobus
Y, mas en serio, hace tiempo que descubrí algo que puedes leer si miras mi firma.
Sonrisas
¿y quién necesita un deportivo y una rubia de bote pudiendo oler sobacos cada mañana hacinado en un autobús?
No sé mucho de poesía (mas bien nada), pero me ha gustado el punto irónico y con un poco de mala leche del poema. Buen trabajo.
Muy directo el poema, y muy acertado, me temo. No es que sea la alegría de la huerta, pero se entiende que te salga algo así.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.