Más o menos

Comentario sobre este cómic de Tony Consiglio publicado por Diábolo Ediciones

Más o menos entronca con esa tradición de cómics cómicos y, en apariencia, basados en experiencias reales que tan buenos resultados dan en ocasiones (me trae a la memoria títulos como El cole es el infierno o El retorno a la tierra, aunque su estilo es muy distinto en todos los aspectos).

La historia nos sugiere esta posibilidad, ya que el protagonista, un tipo atrapado en una vida que le desborda y, en algunos aspectos, le machaca, en el fondo desea ser un ilustrador profesional, un dibujante de cómics. Por el contrario, se ve abocado a un trabajo que no le gusta, a soportar a un jefe tiránico, a convivir con un inesperado cuñado, a entenderse con su familia, etc.

El planteamiento podría resultar hasta cierto punto tópico, sobre todo al arranque del cómic, pero a medida que la historia se desarrolla, Tony Consiglio se permite más y más situaciones que, aunque realistas, resultan surrealistas. E hilarantes.

A pesar del tono aparentemente ligero del cómic, su fondo es mordaz e implacable, y los retratos sociales que hace mueven a risa pero en la tradición de obras como La conjura de los necios. Hay algunos momentos en los que se mezcla con tanta intensidad la pena, la carcajada y la estupefacción que será difícil olvidarlos.

Los personajes, además, aunque tienen un algo estereotipado que permite conectar con ellos rápidamente, son muy originales y se hacen más ricos a medida que pasan las páginas. El autor no hace distinciones entre protagonista y reparto: todos tienen su ración y el equilibrio hace que la obra fluya con más empaque.

El humor que destilan sus páginas, aunque llega a resultar chocante, no cae tampoco en la gratuidad ni en el exceso, al menos visual, lo que no le quita, sin embargo, un gramo de fuerza. La trama, en apariencia simple, incluso inexistente, también nos da unas cuantas sorpresas en su inesperado y apoteósico final, cuando los hilos convergen en un remedo de Pulp Fiction de estar por casa.

El tipo de ilustración encaja a la perfección con el espíritu del cómic. Por un lado resulta sencilla, muy comiquera, casi naif en su tratamiento de los personajes, pero no deja de lado un toque underground de expresivos blancos y negros que interpelan al lector.

El conjunto es un cómic sorprendente, inesperado, que me ha hecho reír como pocos. Y eso que rara vez lo consiguen. Merece la pena descubrirlo. No pasará a los anales de la historia, pero sí brindará un rato de lo más entretenido.