La Era Dorada de la tira de prensa

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Reseña del segundo tomo de Julieta Jones publicado por Panini

 

Quienes cayeron rendidos a los pies de este delicioso personaje de la América de los años 50 con la primera entrega de Panini, pueden seguir disfrutando de sus aventuras en un nuevo tomo de tapas duras que recopila las tiras diarias de prensa del 15 de agosto de 1955 al 30 de noviembre de 1957.

Seguimos de nuevo las andanzas de dos hermanas de caracteres contrapuestos, Julieta y Eva, que siguen viviendo con su bondadoso padre viudo. Las acompañamos en sus pequeñas historias cotidianas de amoríos, problemas económicos y dilemas morales. Estas 'aventurillas' se suceden con el habitual tono de 'culebrón', sin por eso quitar mérito a la tensión dramática que se consigue ni a su excelente ilustración.

Como sostiene Howard Chaykin en la introducción, Stan Drake, cuyo trabajo califica de ingenioso, inteligente y sofisticado, era capaz de sacar "oro de la basura" en aquella que se dio en llamar la Era Dorada de la tira de prensa, ya que a menudo los argumentos de Elliot Caplin no están a la altura de sus dibujos.

Pese a las carencias argumentales, la trama engancha sobradamente, llevándonos sin esfuerzo de un dramático minidesenlace al comienzo de otro de los amoríos de la buena de Julieta. En este tomo de Julieta Jones encontramos historias de superación, espíritus emprendedores (gran parte de la trama de estas tiras gira en torno a una tienda de sombreros que la protagonista decide montar), reapariciones de exnovios casados con ricas herederas... Entrelazadas con mayor o menor carga dramática, rozando siempre lo impostado, cursi y moralista –por otra parte, típico de la época en que se creó y se ambienta–, nos encontramos con un plato que pueden saborear con gusto y calma aquellos lectores capaces de ver una obra de arte en una viñeta.

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