Relatos para Sallent

Comentario sobre este recopilatorio de los microrrelatos ganadores del I y el II Concurso de Relatos Cortos para leer en tres minutos “Luis del Val”, cuyas ventas se destinan a becas de estudios en el colegio Luis Espiral Camps en la ciudad de El Alto, en Bolivia.

Este libro nace de la loable iniciativa de dinamizar el pirineo aragonés, una de las regiones españolas más afectadas por la despoblación subsiguiente al éxodo rural de la post-guerra. Su objetivo, junto al fomento de la cultura, es otra noble causa: la recaudación de fondos para dar becas a niños y jóvenes sin recursos que intentan labrar su futuro en El Alto, Bolivia.

Que haya por mi tierra gente dispuesta a liarse la manta a la cabeza y lanzarse a un proyecto semejante no es algo que me sorprenda. De algunas de estas asociaciones para fomentar la cultura, como los grupos de lectura y grupos de cultura, ya había tenido noticia a través de las actividades de la Asociación Aragonesa de Escritores. Lo que sí que me sorprendió fue que Sallent, un pueblo no muy lejano del mío, fuese capaz de conseguir participación internacional en su concurso de relatos.

La sencilla habilidad con la que se presenta esta diversidad cultural, en la que tiene cabida nuestra casi olvidada lengua pirenaica, la fabla, es digna de elogio. El esfuerzo del Ayuntamiento de Sallent y del Grupo de Cultura de Sallent, al igual que el de todos los participantes de este proyecto, encomiable. El resultado final es bueno.

Sí, me temo que no puedo decir óptimo. Lamentablemente, como ocurre en muchos buenos proyectos, le ha faltado la puntilla.

No se trata, obviamente, de que algunos relatos no me hayan convencido, que se ha dado el caso: “Canelle” de Isabel García Viñao me ha parecido demagógico y poco acertado al dejar de lado parte de la dimensión del drama, que el cazador ni siquiera pretendía acercarse al territorio de la osa y que el disparo fue fruto del miedo. No, el problema es general y no se debe a los autores, que son, en realidad, el punto fuerte de la obra.

La nota que ha oscurecido esta publicación es la gran cantidad de erratas que contiene y que parecen denotar una desidia totalmente discordante con el resto del proyecto. Espero que la próxima publicación que aborden subsane este defecto y consiga, así, un trabajo redondo, que es el estandarte que necesita, y merece, este cúmulo de buenas causas.

Autores

Los treinta y cinco autores de esta recopilación de relatos son los galardonados y finalistas del I y II concurso de relatos cortos para leer en tres minutos “Luis del Val”. El periodista que da nombre al galardón nos obsequia, además, con un inspirado prólogo.

Sinopsis

Historias variadas que abordan, en distintos registros, desde los dramas cotidianos a relatos de corte fantástico. Predominan las historias realistas con final sorprendente.

Edición

Relatos para Sallent

I y II Concurso de Relatos Cortos para leer en tres minutos “Luis del Val”

Nogara Libros

Edición de bolsillo con unas magníficas fotografías de cubierta

Conclusión

Iniciativas como la de este libro deberían ser más frecuentes. Apostar por la cultura, la propia y la ajena, es apostar por el desarrollo que deseo de todo corazón a mis vecinos de Sallent y, de hecho, a todo el mundo. No me cabe más que felicitarles de nuevo por su esfuerzo y desearles mucha suerte con los siguientes concursos que promuevan.

Espero que los autores sean tan interesantes como los de estas primeras convocatorias, que nos han aportado obras sorprendentes como “Mi mano derecha” (de Aster Navas Martínez), chascarrillos como “Un corderer e a beleta” (de Chusé Antón Santamaría), historias fabulosas en el más profundo sentido de la palabra, como “O Belén acuatico” (de Loís Chabier Tejada Francia), relatos emotivos y de una belleza sencilla, como “Matilde” (de Francisco Javier Pérez Fernández) o de una maestría y una poesía tal que son capaces de hacernos visitar un pasado que, al menos yo, no he conocido, como “Deshójame” (de Cristina Ruberte París).

Quizá sea éste el punto más fuerte de la recopilación, su gran variedad que nos presenta, incluso, una peculiar historia de terror: “El abrazo del ahogado” (de Carmen Andreu Gisbert). Sólo espero que en la siguiente edición se haga una revisión de erratas acorde con el nivel de los autores.

Nota: 55

Lo mejor: La variedad de las historias y su fuerza individual.

Lo peor: La cantidad de erratas, que perturban constantemente la lectura.