Calabazas en el trastero: Arañas

Reseña de la antología publicada por Saco de Huesos en colaboración con La Biblioteca Fosca

La editorial Saco de Huesos cuenta entre sus proyectos literarios con el de “Calabazas en el trastero”: una antología de publicación cuatrimestral que incluye la selección de los trece mejores relatos —aquellos que sus editores estiman como tales—, de entre todos cuantos reciben.

La del Calabazas ha sido una apuesta ganadora porque, en septiembre de 2010, obtuvo el premio Ignotus a la mejor revista —Unos prestigiosos premios, análogos españoles de los conocidos premios Hugo—. Me alegro mucho por ellos, es un premio muy, muy merecido. Las “calabazas en el trastero” conjuntan una colección de libros que encierra una edición más que correcta; con una, diría casi al completo, acertada elección de relatos y que cuenta con un precio muy asequible en relación a todo lo demás.

Todo ello se resume en un libro cada cuatro meses que nadie que disfrute con una terrorífica lectura trece terroríficas lecturas, debiera dejar de perderse.

Unos apuntes más:

Cada número del “Calabazas” es monotemático. Todos los relatos presentados tienen que girar en torno a un tema elegido para la convocatoria (abierta a todo el mundo del universo que cuente dirección de e-mail). El apunte positivo sobre este detalle es que el comprador fantasea ya de antemano sobre aquello que va a encontrar en las páginas del interior, y el negativo es que los relatos tienden a hacerse repetitivos y a algunos se les termina intuyendo su desarrollo futuro…

Sus portadas también son otro punto a destacar, del todo artesanales en donde el dibujante elegido para la ocasión las modela alejándose de la tecnología por completo y al más puro estilo “Creepy”. Algunas de ellas me han resultado geniales (Arañas, Poe y Bosques) y otras no tanto (Entierros, Tijeras y Terror Oriental), aun así, todas merecen unos kilos de aplausos.

Otro elemento que voy a elogiar es el del prólogo. Me parece una idea muy acertada el que los relatos vengan precedidos de un prólogo que los reciba como cicerone. El prologuista además suele ser siempre un autor conocido entre los seguidores del género, algo de agradecer.

Voy a centrarme, con el texto que viene a continuación, en reseñar brevemente el número dos de la antología “Calabazas en el trastero”. El tema: Arañas.

La portada, de Pablo Uria, es de gran calidad. Transmite todo aquello que quieres —y que vas encontrar—, en los trece relatos del interior.

El prólogo, que lleva el excelente título Cuando el miedo araña, de David Jasso (echo a faltar las referencias del prólogo en la contraportadas, junto a los relatos y autores) podría decirse que es casi un relato más. Muchas tablas en el arte de escribir escondidas en un texto ameno y divertido. Un prólogo distendido y sin ambiciones, que no pretende eclipsar a los autores seleccionados.

El primero de los relatos, Strigoi, de Juan Ángel Laguna Edroso, es un buen relato, bien escrito aunque, así como no hay nada negativo a destacar en su trabajado texto, tampoco encuentro ninguna genialidad desbordante. Correcto.

El nido se mueve de Curro Esteves. Otro buen relato, una historia amena con altibajos y con un final que, aunque fácil de intuir, gusta. Correcto.

Fumigator Commando de Víctor Núñez. Sí, otro buen relato, y esta vez de corte humorístico. Transcurre, aderezando los pequeños toques de terror, entre varias anécdotas divertidas que les acontecen a sus personajes en donde lo que menos me ha gustado es cómo el autor bautiza varios elementos con nombres demasiado absurdos. Correcto.

El relato de Marco Vualenk, Sobredosis de éxito, me ha encantado. Dice que con él quería hacer un homenaje al maestro King y en mi opinión lo ha hecho estupendo. Notable.

El triunfador de la antología ha sido El laberinto de la araña de José Miguel Vilar-Bou. Ganador del premio Nosferatu al mejor relato elegido por los lectores y posteriormente premio Nocte al mejor relato del año 2010. También a mí me ha gustado aunque no diré que el que más. Un texto perfeccionista, muy bien escrito y envuelto en un desarrollo de intrigas que van aumentando página a página. Pero todo lo dicho lo acaba lastrando un final que no termina de redondear al magnífico resto. Notable.

Monasterio de Cartuja con torre y araña de Miguel Cisneros Perales. Es un relato preciosista pero, a su vez, introspectivo en demasía para mi gusto. La última frase, en contrapunto, me ha gustado mucho como cierre. Correcto.

El relato de David Prietro, Omnes Vulnerant, también me ha gustado. Escrito con sobriedad, se dirige en paulatino crescendo hacia un final que acaba siendo, como apunte negativo, previsible. Entre correcto y notable.

Terciopelo rojo de Juan José Hidalgo Díaz. Un relato que me ha gustado en partes. El teñido oriental es sobresaliente y algunos decorados del relato son muy notables pero contrasta con algún detalle muy explícito en su violencia que bien pudiera haber sido sólo sugerente. Correcto.

Viespe, de Fermín Moreno González, muy buen relato-cuento. Se hace corto porque el personaje principal pide más desarrollo, y también lo piden esos secundarios de lujo que lo acompañan en su maldad. Bienvenidos al circo de los monstruos, como aquel de Barnum sí. Notable.

El relato de Manuel Mije, Simetría entomológica, es otro relato de buen gusto, mimado en su prosa y con un desarrollo que salta entre los distintos puntos de vista de sus personajes. Muy acertado. Notable.

Ojos de araña de Marta Altadil Castillón. Me ha gustado mucho este relato. Una ambientación claustrofóbica muy notable pero que se pierde un poco entre su titubeante ortotipografía. Hubiera agradecido, el relato, una pequeña labor de edición. Notable.

Cirujano, de Miguel Martín Cruz. Bueno, pero sin destacar en especial, me ha dado la sensación de que la idea principal está ya algo vista. Correcto.

Santiago Eximeno es un crack, siempre me encantan sus relatos y este Tarántula me ha parecido, con ese final tan 10, lo mejor de la antología. Ya sólo con él vale la pena la compra. Notable y algo más.

Acabo dando mis más sinceras enhorabuenas a todos aquellos que les corresponda por dar luz a este magnífico proyecto. Yo por mi parte os seguiré comprando y leyendo porque es un verdadero placer el hacerlo y, quién sabe, lo mismo llego algún día a ver un relato mío entre los seleccionados. Por intentarlo no será…

Jorge Asteguieta Reguero