El origen de un rey: vuelve Magneto
En 2005 saltó la polémica cuando el dibujante Mike Mayhew se inspiró para dibujar a Magneto, el rey de los malos, en una fotografía oficial del Rey de España. Ahora, el guionista Greg Pak y la dibujante Carmine di Giandomenico, se han unido para narrar magistralmente el origen del personaje.
Sin duda se trata de una obra magistral donde no hay superhéroes, pero sí supervillanos: los nazis culpables del Holocausto. Testamento, si nos olvidamos de que el niño protagonista dentro del universo Marvel va a ocupar un lugar destacable entre los malos, es una novela gráfica impecable, rigurosa y de gran belleza estética sobre el Holocausto. Una historia como la sufrida por otros muchos niños, una narración en la que los autores se han olvidado totalmente de la fantasía para centrarse en un realismo perfectamente documentado, para recordarnos a todos que la maldad del ser humano puede aún ser mayor que la de los malos de la ficción. Las metáforas se suceden para evitar la crueldad de las imágenes más crudas, pero el concepto es de una gran dureza narrativa, como puede ser la doble página donde el joven judío descubre el almacén donde se amontonan las gafas de aquellos que han sido exterminados.
Como contenido extra, y dentro de la iniciativa de Marvel para que le devolvieran a la pintora Dina Babbitt los dibujos que realizó mientras estaba encerrada en el campo de concentración de Auschwitz, nos encontramos con las 6 páginas dibujadas por Neal Adams sobre un guión de Rafael Medoff , Blancanieves en Auschwitz, una historieta donde se cuenta la historia de la dibujante checa desde su niñez hasta cuando viajó a Polonia con la intención de recuperar sus pinturas.
- Inicie sesión para enviar comentarios
He tenido ocasión de leer el citado tomo, que recopila la miniserie de cinco números dedicada a Magneto, y no puedo por menos que estar de acuerdo con el punto de vista de Rana Gustavo. A pesar de que altera levemente la historia original de Magneto, que fue encerrado en el campo de exterminio alemán en su juventud mientras que aquí lo retrotraen a la niñez para narrar una versión diferente y rejuvenecer ligeramente al personaje, poco importa. La fuerza narrativa de la obra se encuentra en el drama humano de aquel infierno que tuvieron que sufrir tantos inocentes hace demasiado poco tiempo como para poder leerlo con tranquilidad.
Y la escena seleccionada es una de las mejores: el almacén de gafas de los asesinados. Debo admitir que, cuando llegué a esa página, se me escapó un exabrupto que hizo levantar algunas cabezas en el Metro. Pero no lo pude evitar. Acudió a mi mente la escena de La Vida es Bella en la que Guido lleva a su hijo en brazos por la noche y se topan con la pared de cuerpos humanos pálidos, fríos, desnudos y muertos. Espeluznante.
Un cómic fantástico con un complemento acerca de Dina Gottliebova Babbitt del máximo interés para nunca olvidar lo que ahora tantos y tantos, para vergüenza de todos, niegan que sucediese. Pues sí, sucedió. Y lo peor es que nada nos garantiza que no pueda volver a ocurrir.
La emoción más antigua y más intensa de la humanidad es el miedo, y el más antiguo y más intenso de los miedos es el miedo a lo desconocido.