Charlie y el gran ascensor de cristal

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El famoso libro infantil “Charlie y la fábrica de chocolate” tuvo una secuela, esta que os presentamos

 

Varios años después de publicar Charlie y la fábrica de chocolate, Roald Dahl decidió continuar su exitosa historia y de esta manera hizo una secuela, con el título Charlie y el gran ascensor de cristal. La acción de esta nueva aventura se sitúa inmediatamente después (literalmente) de lo acontecido en la primera parte y con el ascensor que aparece en el final de ésta como elemento protagonista.

 

No deja de ser este un libro para jovenzuelos, como casi todos los de este famoso escritor, pero así y todo, y aunque sus historias no son complicadas, sí que sería recomendable leer anteriormente Charlie y la fábrica de chocolate, más que nada por conocer ya a los personajes y saber qué ocurrió anteriormente. La imaginación de Roald Dahl vuelve a ponerse de manifiesto de nuevo en este libro, pero como no deja de ser la segunda parte de un relato, tiene que tener cierta continuidad. Y realmente consigue elaborar una digna continuación y sigue fiel a los principios de su predecesor, aunque sólo en parte. Y decimos en parte porque aunque es cierto que el libro mantiene el estilo característico de su autor, en la primera mitad del libro uno no puede por menos que pensar que se fue demasiado lejos. Charlie y toda su familia, junto con el señor Wonka, se embarcan en un viaje espacial a bordo del dichoso ascensor en el que no faltarán astronautas, extraterrestres y toda la Casa Blanca pendiente del asunto. Si en ese momento uno recuerda todo el asunto "mundano" de los billetes dorados de la primera parte, pues la verdad es que entra un poco de vértigo, por no decir que aquí se le fue un poco la olla al señor Dahl.

 

El libro tiene dos partes muy diferenciadas, casi como si fueran dos aventuras diferentes dentro de un mismo libro, casi como en Charlie y la fábrica de chocolate, donde nos encontrábamos el asunto ya comentado de la búsqueda de los billetes dorados y después el fantástico viaje por la fábrica. Aquí también se diferencian claramente todo el tema "marciano", al de un regreso -por fin- a la fábrica de chocolate, donde nos encontramos otra disparatada ocurrencia del señor Wonka. Y es que no faltan ni sus famosos e inverosímiles inventos, ni los Oopa-Loompas, ni las infinitas estancias de la fábrica. Lo que sí sigue muy bien plasmado en este libro es la personalidad rara y excéntrica a más no poder de este gran personaje. En ocasiones borde, en otras inteligente, pero siempre extravagante.

 

El humor está presente a lo largo de todo el relato, ciertamente en dosis más altas que su novela predecesora, y también hay tiempo para colar alguna canción y alguna moraleja destinada a los más pequeños. Pero con todo, y a pesar de ser una lectura en ocasiones extraña, el libro tiene el suficiente interés para los más jóvenes y el aliciente de poder pasar un rato distraído leyendo algo rápido y sencillo para los adultos.

 

Autor

 

Roald Dahl nació en 1916 en Llandaff (Gales), aunque su familia era de origen noruego, y murió en 1990 en Oxford. Fue un viajero infatigable y un aventurero. Durante la Segunda Guerra Mundial se alistó en la RAF como piloto de combate, una experiencia que plasmaría en Volando solo. El germen de esta historia -sus experiencias como piloto- y su primer libro, Los gremlins, lanzaron una carrera literaria que, a partir de ese momento, resultaría imparable.

 

Sus obras no han perdido vigencia, como constata la reciente adaptación cinematográfica de Charlie y la fábrica de chocolate, y abarcan géneros tan variados como el de terror o el erótico, aunque, sin duda, es conocido por sus libros infantiles y juveniles.

 

Entre sus obras más conocidas destacan: Los gremlins (1943) –adaptado al cine en 1984 por Joe Dante-, James y el melocotón gigante (1961), Charlie y la fábrica de chocolate (1964), Las brujas (1983), Matilda (1986) y Cuentos en verso para niños perversos (1982).

 

También escribió varios guiones cinematográficos, como Sólo se vive dos veces (1967) y Chitty Chitty Bang Bang (1968), ambos adaptados a partir de novelas de Ian Fleming.

 

Sinopsis

 

El señor Wonka ha decidido ceder a Charlie su gigantesca y fabulosa fábrica de chocolate, y esto hará que su vida cambie por completo. Acompañado por su familia, y para hacerse cargo de la fábrica, montará en un gran ascensor de cristal, que subirá y subirá hasta entrar en órbita. Y será allí, en el espacio, donde todos vivan las más increíbles aventuras.

 

Edición

 

Editorial Alfaguara

Colección Próxima Parada Alfaguara

Rústica

163 páginas

 

Conclusión

 

Un libro ligero y entretenido, apto para preadolescentes y para todo aquel que disfrutó con Charlie y la fábrica de chocolate. Aunque realmente no llega al nivel de éste, más que nada porque se desvirtúa un poco la historia, es un libro imaginativo y que hace pasar un buen rato, en la línea de los de Roald Dahl.

 

 

Lo mejor: Que en la segunda mitad recupera el espíritu de Charlie y la fábrica de chocolate

Lo peor: La primera mitad del libro

Nota: 69

 

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Patapalo
Desconectado
Poblador desde: 25/01/2009
Puntos: 208859

Leí el libro en una versión integrada con "Charlie y la fábrica de chocolate", y me resultó un poco paranoia aunque entretenido. No es de los que más me han gustado de Roald Dahl, pero se le nota la habilidad escribiendo.

Una reseña interesante, compañero.

Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.

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