«A estas alturas, la mayoría de los altos ejecutivos ya ha aprendido a ignorar los gritos y las pancartas de protesta de la gente en las calles. Pero, ¿y una carta escrita con educación y elocuencia, dirigida a ellos y enviada a sus oficinas? Es mucho más difícil de ignorar. Es posible imaginar que un ejemplar de este libro llegue al escritorio de un director general, que lo hojee una noche en la oficina y dedique unos minutos a reflexionar».
Daily Intel, New York Magazine