Dicen que cuando nos vamos haciendo adultos nuestra capacidad para imaginar y soñar va mermando, más preocupados por hacer frente a la cruda realidad: facturas, hipotecas, trabajo, incertidumbres…Sin embargo, hay ocasiones que maravillosas excepciones a esta regla permiten hacer realidad cuentos infantiles. Un ejemplo sería la vida de Michael Uslan, productor de toda la saga cinematográfica de Batman.