En 2005, el novelista y periodista Francisco Goldman se casó con una radiante y joven promesa de las letras mexicanas: Aura Estrada. Poco antes de su segundo aniversario de bodas, Aura sufrió un terrible accidente nadando en las playas de Oaxaca y murió en un hospital de la Ciudad de México. Devastado por la pérdida, y culpado por la familia de Aura de su muerte, Goldman se sumergió en una espiral de dolor, entre los remordimientos por lo que fue y el anhelo de lo que ya no sería.