Tannhauser
Jugadores: 2-10
Tiempo: 60 minutos (bueno, si juegas a la carga y a lo cafre, como que bastante menos)
-¿De que va el tema?
El juego se ambienta en un mundo alternativo en la que la I Guerra Mundial no ha terminado y en 1949 continúa rugiendo sobre los campos de batalla de Europa, llamándose todavía la Gran Guerra (pese a todo esto, la estética de los personajes esta mas cercana a la 2º guerra mundial que a la 1º).
Existen dos bandos, el Reich del Kaiser y la Unión, y ninguno ha logrado desequilibrar la balanza a su favor.
El bando del Reich decide emplear técnicas sobrenaturales para alzarse con la victoria. Así que miembros de sus organizaciones secretas comienzan a investigar los poderes ocultos (en plan Hellboy total) e incluso hacen pactos demoníacos para mutar a algunas de sus tropas.
Al final, en una mansión ruinosa, descubren nada más y nada menos que un portal que conduce al Infierno…Así que la 13ª División de lo Oculto del Reich, dirigida por el marqués-general Hermann von Heïzinger (casi nada, menudo rango y nombrecito), va para allá a invocar a las Cohortes del Caos para que les ayuden a someter al mundo (¿habíamos hablado de hellboy?).
No obstante, ante los inquietantes rumores, la unión ha enviado a un equipo de comandos de elite a investigar y a aguarles la fiesta a los teutones.
-El juego
El juego viene con 10 miniaturas prepintadas de buena calidad.
Los jugadores llevarán a un pelotón de soldados de las Fuerzas Especiales de los Marines o a un grupo de agentes del Obscura Korps del Reich.
El tablero presenta dos zonas de juego, una representa una casa (la mansión ruinosa) y la otra los sótanos de la casa donde esta el portal al infierno. El entorno de la casa y catacumbas es algo reducido pero así resulta acertadamente claustrofóbico.
Los equipos enfrentados se componen cada uno de 3 Héroes (brutos) y 2 Soldados (carne de cañón), y que se tendrán que masacrar usando armas de todo tipo y algún que otro hechizo (bueno, matar a todos los enemigos, o capturar banderas, o dominar zonas según el modo de juego).
Lo más novedoso de este juego es que la superficie del tablero está dividida en círculos de colores por los que mueven los personajes y lo más importante, que definen "líneas de disparo", que sirven para saber que enemigos hay a nuestro alcance (lo llaman sistema "pathfinding") y que agiliza mucho las ensaladas de tiros (si, por ejemplo, estas en un circulo rojo, puedes disparar a cualquier enemigo en un circulo señalado -aunque sea parcialmente- en rojo).
Además, en algunos círculos que recorren el tablero se encuentran diferentes símbolos, escombros que te hacen ir mas lento, cajas con la opción de coger nuevas armas, posiciones privilegiadas de disparo, lugares que te aportan mas defensa, etc…
Cada personaje tiene sus propios perfiles (movimiento, resistencia, inteligencia/magia, disparo/ostias) que se ven mermados a medida que van sufriendo heridas. Además cada uno tiene sus reglas especiales y su propio y peculiar equipo (desde dinamita, a armas pesadas, pasando por hechizos y equipo mágico).
Antes de empezar la partida cada jugador elige que tipo de equipo pone a cada uno de los miembros de su bando (puedes equiparlo de cara a dar palos, de un modo mas defensivo o potenciar su moral).
Luego el sistema de juego va a base de dados de 10 caras. Normalmente, tiras tantos como te indiquen tus perfiles de herida modificados por tu equipo.
-Conclusión.
El juego esta bien, a muchos de mis contrincantes les parecía que esta muy en la línea de juego de ordenador.
Estética y detalles muy cuidados.
Tiene un buen nivel de estrategia (si vas a saco los mas probable es que te destrocen).
Buena y original mecanica de juego y que se pilla muy rápido.
Desgraciadamente hay detalles a tener en cuenta:
Aunque los contrincantes están igualados, lo cierto es que el bando de la Unión (con gente de perfiles y rasgos mucho mas heroicos) resulta muy sosillo si lo comparas con el bando del Reich (Oficiales de rostro calavérico y que son hechiceros, soldados híbridos de humano-demonio, tia buena de aires parafílicos, soldados siniestros con un cóctel de drogas de combate en el cuerpo)...Se habría agradecido que la Unión también tuviera elementos sobrenaturales.
También se habría agradecido un toque más de gamberrismo en el juego.
Un juego recomendable y que engancha (pero a mi parecer, no tanto como otros -Arkham Horror por ejemplo-).
En fin, que conste, esto último son solo los gustos de cada uno.
A mí me recuerda soberanamente el Return to Castle Wolfenstein. No lo he jugado, pero la estética me tira atrás, por lo mismo que éste.
Los alemanes (el Reich) molan mil. Sí, reconozcámoslo todos, la estética nazi mola. Y si encima le metes demonios, pues mola mil veces más. Pero no me gusta nada la Unión: son demasiado Rambo. Es como coger los malos de Hellboy (los nazis ocultistas guays) y meterlos en un ring contra los doce del patíbulo. Y eso no me gusta.
Que los putos americanos también pueden ser malotes, joder.
La lucha es como un círculo, se puede empezar en cualquier punto, pero nunca termina.