Viejo dilema entre Historia y Política

No soy muy partidario tampoco de juzgar el pasado con los baremos del presente, pero tampoco quita para hacer un análisis del mismo. Ya el tema de las estatuas en concreto me da más quebraderos de cabeza porque responde a un entorno urbano. Quizás la solución de Angus de que la propia gente que viva ahí, decida, es el más cabal, pero no sé cada cuanto tiempo se someten estas cosas a opinión de nadie.

Luego está el tema del contexto. Muchas de esas estatuas antiguas ya no las veo ni como glorificación, sino como huellas de un pasado que está ahí como está, por ejemplo, el Coliseo, que si lo piensas, no es solo un edificio muy chulo, sino una obra arquitectónica pensada para la explotación de animales y personas de un modo violento para divertimento de los romanos que disfrutaban de más derechos (plebe y patricios, pero romanos al fin y al cabo).

A mí no me resultan tan chocantes, pero puedo entender que en naciones que están reconstruyendo su imagen de sí mismos, como parece ocurrir en América (del norte y el sur) ciertas estatuas resultan problemáticas per se. Algo así como lo que nos ocurre en España con las referencias franquistas.