El agridulce sabor de un relato con mucho potencial.
En primer lugar, supongo que debido al autocorrector he observado 2 “mi” sin acentuar; después una forma extraña de escribir Fórmula 1 y una errata que convierte en gerundio “intentando”. En el segundo párrafo se me han atragantado un poco dos frases con bastantes comas que me han cortado el ritmo de lectura (a partir de “Aunque acudí a su consulta…”) y justo antes hay un diálogo que creo que sería mejor entrecomillarlo e incorporarlo al párrafo.
Al leer la cita de Orozco no sabes si estás ante un relato sentimentaloide o la cosa va a ir por otros derroteros. En mi opinión lo catalogaría como un relato de humor negro (o muy negro en ciertos momentos) que tarda un poco en arrancar, pero cuando lo hace con la mención a las partes que componen al protagonista ya se define con más claridad.
Teniendo referencias tan actuales, me chirrían algunos palabros cultos que se cuelan con expresiones coloquiales modernas. Creo que ganaría mucho más con un lenguaje más basto desde el principio, como si el personaje fuese un expresidiario que acaba de salir del trullo y tiene que pasar por el suplicio de psicólogos y experiencias nefastas con mujeres, etc. El punto de vista de estar contándoselo a un “colega” al que le va a acabar dando una pésima noticia me encanta. Quizás me sobrepaso, pero si lo hago es porque creo que hay buena materia prima para dejar un relato “niquelao”.
Bueno, resumiendo, que me gusta mucho y creo que con algunas modificaciones sería de mis favoritos (aunque sea el 3er relato que leo).
Puntuación: 3,5 pulmones
Muchas gracias por pasarte y comentar. Tendré en cuenta lo de los palabros. Lo comentáis más de uno. Cuando lo modifique espero que sea de tus favoritos.
Muchas gracias por pasarte, leerme y comentar, compañero.
Bastante inútil