Al final parece que voy a tener mi dojo para septiembre, así que ahora a preparar todo para que la cosa vaya de lujo. La verdad es que da mucho vértigo, pero creo que merecerá la pena. Eso sí, mucho para preparar este verano, aunque me quede en las técnicas fundamentales.
En paralelo, he descubierto que tenemos serpientes en el jardín (parece que son culebras no venenosas), pero la escalada de riesgo no se ha quedado ahí: el pacífico pueblo aledaño va revelando sus secretos; me han dicho que tenemos a un condenado por homicido (diez años) paseándose por la zona con su aro en el tobillo y que uno de los bares lo cerraron no hace mucho por tráfico de drogas. Cómo mola la vida en la campiña. Supongo que será más o menos igual en todos lados, pero en fin.
Necesito el bushido, la ley y el orden y la wikipedia!!!!
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.