Mi más sincera enhorabuena a D. Lope, por su tenacidad y constancia rozando el delirio rapsódico.
A los justeros ávidos de la sinrazón, devotos de la ilógica, auténticos paladines del caos creativo.
Y cómo no, al ¡Oh, Gran Rap... hostia, si ya no hace falta avanzar lacerándose las rodillas contra el suelo pedregoso a la par que te fustigas la espalda con un látigo de siete peloteos. Pues eso, que para Rapso va mi genuflexión ante tanta y desinteresada vocación por hacernos pasar otro gran momento de disfrute entre medio de tanto lanzazo Microjustero.
Mi más sincera enhorabuena a D. Lope, por su tenacidad y constancia rozando el delirio rapsódico.
A los justeros ávidos de la sinrazón, devotos de la ilógica, auténticos paladines del caos creativo.
Y cómo no, al ¡Oh, Gran Rap... hostia, si ya no hace falta avanzar lacerándose las rodillas contra el suelo pedregoso a la par que te fustigas la espalda con un látigo de siete peloteos. Pues eso, que para Rapso va mi genuflexión ante tanta y desinteresada vocación por hacernos pasar otro gran momento de disfrute entre medio de tanto lanzazo Microjustero.
Los caminos del Humor son inescrutables...