Clan siglo XXI
La niña observaba sin decir nada. No sabía hablar, seguramente nunca aprendería, porque los adultos que constituían su “clan” tampoco lo hacían. Solo emitían alguna exclamación, algún gruñido, algunas risas y hasta algún llanto. Según lo que reflejara en cada momento la pantalla de sus respectivos móviles.
Tachuna tiene una llamada perdida.