Puedes encontrar este relato junto al resto de seleccionados en la convocatoria en la antología Vade Retro, dentro de la colección Bestiario de lo sobrenatural, en el siguiente enlace: https://lektu.com/l/saco-de-huesos/vade-retro/7914
Te lo prometo.
Las expresiones redundantes y esquemas repetitivos son un intento deliberado de profundizar en la psicología maniática y obsesiva del protagonista y narrador de la historia; es el mismo motivo por el que empleo expresiones burda y ofensivas. No obstante, admito que la cacofonía ha surgido involuntariamente, aunque no me desagrada, porque tenía intención de que resultara desagradable estar en la mente del protagonista y creo que, accidentalmente, he logrado acentuar esa sensación.
Por desgracia, debo admitir que los fallos de tiempos verbales, como ese "No es como estar a oscuras" no hay formas de excusarlos, y estoy especialmente avergonzado de ese "pié", que no tengo ni idea de cómo demonios se nos ha colado en todas las revisiones tanto al amigo al que pedí opinión, como a mí. Sobre los adjetivos antes de los sustantivos y los adverbios de sufijo "-mente"... siempre he escrito así y nunca había notado que pudiera resultar incorrecto; es una manía personal que tendré en cuenta a partir de ahora.
Aclarado esto, la verdad es que agradezco bastante la crítica, tanto por los errores que se me habían pasado por alto como por la buena opinión y calificación que me ha dado. Ha sido una buena forma de comenzar la mañana.
Relato admitido a concurso (me contendré para no dar voces ).
El cuento está muy bien escrito. Más que errores encuentro detalles, dudas que a continuación planteo. También presento alguna opinión personal, de esas que no tienen que ver con la estructura del relato y que el autor podrá obviar por completo.
El principio está un poco entreverado (aunque parece que esa es la idea).
No me gustó la metáfora del reloj roto. No me dice nada. No puedo imaginarme cómo sería sentirse un reloj de arena roto. ¿Inútil?
Muy bien presentado el carácter obsesivo del protagonista, que recuerda cada uno de los sonidos del disparo. O el gusto por la repetición maníaca: "¿Es que un hombre ya no puede estar tranquilo ni en su propio asesinato?" Comento el cuento mientras lo leo. Me parece genial la idea (no sé si es esa, pero podría) de que un obsesivo no vería como una maldición el transformarse en un fantasma que tuviera que repetir noche tras noche los detalles de su propio asesinato.
Se pregunta si es un fantasma. ¿Esto no rompe el siclo? ¿O todas las veces (que repite el suceso de su asesinato) se pregunta si es un fantasma? Si fuera la primera opción algo diferente tuvo que haber ocurrido. (Al final, lo de los siclos era algo que sólo yo me imaginaba).
El autor demuestra buen sentido del humor, intercalando chistes oportunos a lo largo del relato.
El final no sorprende pero está muy bien. Hace tiempo que no leo un relato que, como este, me deje pensando en otros posibles finales. Abre un montón de posibilidades.
Le doy 4 estrellas.
Soren, gracias por este aporte. Seguro que entra en el recopilatorio por tu buen hacer.
En primer lugar te señalaré lo de los guiones en el diálogo, afean este relato tan cuidado.
La narración fluye genial, da fuerza al protagonista y esas repeticiones las veo muy acertadas.
Al principio creí que leería un relato ñoño de un espíritu atrapado en algún lugar, algo muy dramático e introspectivo, pero cuando el relato avanza y el narrador se va dando cuenta de lo que ocurre te atrapa el interés de ver cuál será el siguiente paso.
También veo acertadas varias cosas más (en global todo, pero puntualizo SPOILER). A pesar de tratarse de una sola escena, nos ayudan esas reminiscencias al asesinato para cerrar la historia. Creo que si lo hubieras escrito de forma lineal no hubiera tenido tanto efecto; aunque se vea venir que la mujer lo mató.
Otra cosa es la elección de un solo escenario, de dar saltos correlativos a lo ocurrido después del disparo. La idea no es que sea lo más original de la historia, pero cierra bien desde el punto de vista elegido. Lo más original es hacer creíbles a los personajes, de esbozar su carácter mediante acciones o su forma de pensar. Por desgracia, debido a que lo he leído teniendo en cuenta la temática, supuse lo que iba a ocurrir antes de que sucedieran los hechos. Si el relato se lee fuera de temática puede sorprender el desenlace de manera más que grata, te lo aseguro.
El trabajo responde a la temática de manera clásica y con un punto de vista actual y fresco. Está bien escrito, y te atrapa desde el comienzo. También cierra todos los flecos trenzados en un cuento compacto y sin argumentaciones. No necesitamos saber por qué es un fantasma o qué pasará con el cadáver de la última pareja o qué pasó cuando encontraron el cadáver del protagonista… Lo único, y esto es una tontería, es ese personaje de la madre. Me chirría que aparezca convenientemente para explicar lo que sucede sin que parezca forzado escuchar hablar sola a la mujer; pero al no entrar en el diálogo se esfuma y no la hechas en falta en el resto del texto. El paso del tiempo lo encaja todo. La historia trata solo ese momento en que el espíritu posee a su amada y se venga. Lo demás es otra historia.
Enhorabuena, Soren. Mi puntuación es de 4 estrellas
Buen cuento, Soren, con un principio extraño que te va atrapando. Vas descubriendo al mismo tiempo que el protagonista qué está ocurriendo. Y eso está bien, porque todos tendemos a intentar adelantarnos al narrador.
Mi puntuación es de cuatro estrellas.
Poco que decir, Te lo prometo es un cuentazo. Solo comentar alguna cosa, por si pudiera servir. Lo primero un par de erratas: pié, blanquecida. Lo de aporrear la luna mola, pero supongo que la aporreada era la puerta. ¿Cabellos en el hombro?, ¿qué era, un hombre lobo? Sordo y agudo, más que complementarse, parece que se oponen. Esquemas que se repiten muy seguidos y producen un efecto pobre cuando es obvio que recursos sobran: ondulada cabellera castaña, brillantes ojos verdes, carnosos labios rosados. Cosas en las que se insiste tal vez demasiado (dedos que no tengo, inexistentes dedos). Adjetivos que no parece que aporten nada (alisada encimera, redondeados senos). En general la sensación es de precipitación pero igual en parte a eso el pulso es muy bueno. En cuanto a los tiempos verbales ¿hacía falta empezar en pasado?, ¿por qué no todo en presente? La voz del narrador, que al principio podía sonar a veces un poco chorra, resulta convincente. Desde luego hay posesión, y está muy chula y bien aprovechada con escenas muy gráficas.
**** estrellas
Gana mucho en el ritmo. Es un texto fluido, magnético por su estilo y forma, que plantea una historia de posesión donde al principio hay algo de sexto sentido por lo menos en la idea “fantasma que se va enterando que es fantasma” retorcida luego al punto de los acontecimientos finales que son los que refuerzan el texto en la temática.
(Ya he visto que también has sido mencionado en el Concurso de relatos negros y cortantes. ¡Bravo!)
****
Muchas gracias por las opiniones que estáis mostrando, la verdad es que no esperaba tanto entusiasmo. Además, me estáis desvelando algunos vicios que tengo al escribir; ya he descubierto cómo poner guiones largos en word, así que no volveremos a ver ese problema, espero.
Este es un relato que, en lo formal, presenta problemas con las rayas de diálogo y los incisos del narrador o alguna falta de entrecomillado. Es cosa solucionable con facilidad, pero, mientras permanezca el texto así, dificulta, yo creo, la lectura. La idea argumental es buena e intesante. Su ejecución, para mi gusto personal, perjudica al texto. Tanta frase corta entre vallas de punto y seguido, y tanto afirmar y desdecirse el protagonista-narrador, hace que mi lectura tropiece y no fluya como me gusta. Es problema mío, lo sé. Sin embargo, el punto de vista del personaje, cómo ve éste el mundo, no está nal mal. Lo mejor, pues, es la idea central y la posesión fantasmagórica.
En mi valoración no llega a tres por los problemas formales sistemáticos. 2'75 estrellas, por tanto, es lo que creo que corresponde dar.
Coincido con los anteriores en los leves errores ortotipográficos. Relato que atrapa, con buen ritmo y final sorprendente. El protagonista muy bien perfilado, que cabrónido y que vengativo XD Cuatro estrellas:
****
Buen relato, interesante, entretenido y muy bien contado. Una posesión premeditada que se nos narra paulatinamente, logrando que nos la podamos creer. Y de fondo el maltrato y la dominación en vida, que nos conduce sin que nos demos cuenta a la explicación de todo. Como errores a señalar, encuentro que mezcla la tercera y la segunda persona sin transición alguna, tan pronto le está interpelando directamente a ella como nos describe lo que hace como si se lo estuviera contando a otro. Tendría que haber algún tipo de separación visible para que se haga claro que pasa de una óptica a la otra. También alguna mezcla de tiempos verbales que no queda armoniosa.
El odio es palpable durante todo el relato, debido al buen hacer de esa primera persona narrativa. Por momentos la atención descriptiva del narrador amenaza con distraer de los acontecimientos, de la acción del relato; en general no lo consigue y uno se queda enganchado a lo que va sucediendo y desgrana lo que le ha sucedido al protagonista sin mayores problemas.
El argumento en sí no sorprende, pero la trama lo hace interesante y la forma de narrar la hace intensa; su mejor cualidad.
3,5 estrellas
Buen relato, compañero. Ya desde el inicio onomatopéyico, me atrapó. Pero, de pronto, me doy cuenta de una cosa: los tiempos verbales están en pasado, hasta la frase “Entonces es cuando se le ha caído el vaso”, que está en pretérito perfecto compuesto, que es casi un presente, para pasar definitivamente al presente. Ese cambio, me ha expulsado del relato. A lo mejor tiene una explicación que se me escapa. Si es así, te pido perdón, por no haberla entendido.
Después he visto, el uso aleatorio de la raya para los diálogos (ahora sí, ahora no), algunos monólogos interiores, poco creíbles, mezclados con la narración y, ya no he podido volver a la historia.
He continuado leyéndola, pero ya no con el entusiasmo inicial. Una pena, la verdad. Porque es una buena historia, pero necesita una revisión importante para dar coherencia formal a todo el texto.
Mi puntuación, que iba a ser más alta, se queda por esos fallos formales en dos estrellas y media.
Admito los errores que he tenido, tanto n la ortografía como en el uso de los guiones de diálogo, cuya existencia desconocía hasta que se me advirtió aquí; también reconozco que la transición entre segunda y tercera persona es un descuido por mi parte, al no saber jugar del todo bien con la ruptura de la cuarta pared: se me ha descontrolado y resulta discordante. Al respecto de estos detalles no tengo ninguna disculpa. Pero estoy un tanto descontento con algunas otras opiniones, que no comparto en absoluto:
No existe el uso aleatorio del guión de diálogo. De forma constante, el guión abre oraciones que se pueden escuchar, emitidas con una voz humana y viva. El protagonista, muerto y retornado como un fantasma, ignorando su propia nueva naturaleza, intenta comunicarse como es de suponer que todos lo intentaríamos; pero no tiene un cuerpo o una voz, sólo el pensamiento. De ahí que no tenga guiones de diálogo: porque no habla, porque no existe tal diálogo.
Los tiempos verbales cambian y la narración se entrecorta constantemente con comas y puntos, una forma de relatar los echos muy poco común y que, habitualmente, sería incorrecta. No obstante, ¿qué se está narrando? Es una mera consciencia desapareciendo en la nada después de haber muerto, "viendo pasar su vida ante sus ojos" e intentando desesperadamente no desvanecerse para siempre. El cambio de tiempo verbal está en una frase breve y concisa, a parte, que parte el relato en dos; es una separación más que clara: el momento en el que encuentra un ancla para volver al mundo de los vivos "apareciéndose" como fantasma. Aunque logre seguir existiendo, sigue siendo una situación confusa y extraña que sorprendería a cualquier humano común: nadie espera convertirse en fantasma. Si bien podría haber acotado que el protagonista se siente confuso, hubiera quedado mucho más artificial un "Me siento confuso" que el uso de expresiones extrañas, interrumpidas y entremezladas.
El narrador es el protagonista y el lector está metido dentro de su cabeza: la cabeza de alguien que no recuerda haber muerto, está desesperado por existir y acaba de convertirse en fantasma. La cabeza de alguien confundido. Esos "defectos" de mi narración no son defectos, son rasgos psicológicos del personaje a través del cuál se está contemplando la escena.
Gracias, por la aclaración. Estoy releyendo tu relato con las pistas que has dado y entiendo un poco más lo que has querido decir. Sobre todo, en relación al uso aleatorio de los guiones. Si no lo he visto así, sin duda, ha sido por mi culpa. Hace poco, leí Distancia de rescate de Samantha Schweblin y me pasó algo parecido. Lo tuve que leer varias veces para lograr entenderlo.
Sin embargo, y es una simple opinión, lo de los tiempos verbales, sigo con verlo. ¿Por qué empieza en pasado y luego pasa al presente? Perdóname, es tu texto, pero no me vale lo de la confusión del personaje. De hecho, mentalmente he intentado cambiar todo el texto a presente y, el relato gana en claridad. Ahí si se vería la confusión. Con los párrafos iniciales en pasado, el narrador/protagonista está contando algo que ya ha pasado y que, por lo tanto, ha tenido tiempo de meditar.
Compara estas frases del principio del relato:
" Traje todos los recuerdos de mi vida, incluso los que hacía tiempo que no lograba recordar, y los que ni siquiera sabía que estaban allí, incluso recuerdos de una edad tan temprana que no podía admitir como reales. "
"Con su ondulada cabellera castaña cayendo sobre sus hombros, la diadema granate que le regalé poco después de conocernos, aquellos brillantes ojos verdes en los que tantas veces me había perdido y aquellos carnosos labios rosados que tantas veces había mordido".
"No, esta ardía, se expandía, desplazaba todo lo demás, consumía todo el espacio, me comprimía desde dentro y me provocaba unas terribles ganas de gritar."
Con la velocidad y, si quieres, la confusión en que está inmerso el narrador/protagonista durante el resto del relato. Es ese cambio de estilo y tiempo verbal lo que me ha expulsado de tu texto y me ha impedido disfrutarlo como se merece.
No sé si me explico. Seguramente esté yo equivocado y muy espeso y tal vez me estoy enrocando en una posición errónea. Pero es como lo veo. Lo siento.
Si tuviera que elegir trece relatos entre los presentados al certamen para publicar una antología sobre posesiones, éste entraría en mi lista de ocho relatos seleccionados de forma directa tras la lectura de todos ellos.
Encaja en el tema de la convocatoria, el argumento no es realmente nuevo pero sí su enfoque, está escrito de forma muy actual con un gran ritmo, presenta imágenes nítidas y tiene un gran atractivo comercial por usar un asunto al que todos debemos prestar atención para prevenirlo, evitarlo o denunciarlo.
Además es un relato que podría tener eco fuera del concurso, lo que le daría mucho más valor a la antología.
Es cierto que tiene varios detalles que corregir, es cierto que puede repetir demasiado algunos recursos, es cierto que su final no sorprende (¿Es algo malo en este caso? Creo que no), es cierto que se engolosina de vez en cuando y es cierto que no es para todo tipo de lector. Pero para mí, además de entrar en la antología, debe ser uno de los que suban al podio del certamen.
Un gran relato.
★★★★★
Relato eficaz, e historia que captó enseguida mi interés, aunque ese interés fuera diluyéndose progresivamente hacia el final. No obstante, esta entre mis favoritos.
Mi nota: 3
Demonios, has construido un buen monstruo. Muy conseguido el relato, muy bien hilados todos los elementos y muy bien desarrollado. Lo único que me ha chirriado ha sido el cambio de tiempo verbal y alguna errata que hay por ahí, pero poco más a resaltar. Muy buen trabajo.
Al principio, cuando cuenta que él está muerto, me dio la impresión de que el relato era una historia de fantasmas y pensé que no entraba dentro de la convocatoria, pero luego al seguir leyendo te das cuenta de que hay una clara posesión.
Al igual que en otros comentarios, yo también he visto unos cambios de tiempos verbales algo desconcertantes, no obstante eso no quita para que el relato me haya parecido muy bueno y de fácil lectura.
Los pequeños errores ortrográficos no los valoro, aparte de que ya se te han comentado, a mí lo que me interesa es la historia. Otra cosa sería si estuviera llena de estos errores, que no es el caso.
Cuatro estrellas.
En cuanto a lo formal, texto muy limpio desde el punto de vista general en el que, si al autor le parece interesante, hay cosas que tal vez merecerían una revisión como el "no es como estar a oscuras" donde, al narrar en pasado, podría ser más interesante decir "no era", a no ser que el autor esté seguro de que el protagonista lo dice desde un supuesto presente que yo no veo; redundancias como "la ví a ella"; repeticiones de esquema como la de "sus brillantes ojos verdes" o "Así que puedo hacer cosas de fantasmas. ¿Qué más cosas de fantasma puedo hacer?"; el uso de guiones en lugar de rayas de diálogo; expresiones discutibles como "arreglar tus jodidos problemas por ti sola por una vez" , "¿Tanto es pedir un poco de atención?" o "al lado mío"; la cercanía de "bombilla" y "mesilla" que podría generar cacofonía, como en el caso de "Ha pateado la pata del mueble" o el uso cercano de "rara", "raro" y otra vez "rara"; el dedazo de la tilde de "pié" y cosas por el estilo. Además, y de nuevo si al autor le parece de relevancia, valorar si los gerundios, gerundios reflexivos y adverbios terminados en "-mente" entorpecen y afean sin necesidad, o no, el más que obvio arte de la pluma que ha escrito este relato; para mí, sí lo hacen.
En cuanto al estilo, quizá habría que valorar si colocar en ocasiones los adjetivos antes de los sustantivos aporta algo bueno al texto o no, el autor sabrá. El texto ofrece un ritmo muy alto y constante, unas formas muy actuales, atrapa al lector (al menos, a este lector) y se luce con un cambio de tiempo en la narración mediante una técnica espectacular (para mí) que se apoya en un evento de la trama y que hace que el cambio sea, más que natural, necesario y quizá hasta imprescindible.
En cuanto al fondo, hay posesión. Vaya sí la hay, hasta de dos tipos. Un protagonista muy bien perfilado dentro de su personalidad patológica mediante sus pensamientos y acciones, unos secundarios que no desmerecen incluso en su papel de comparsas al servicio de una trama muy bien llevada, clara y fornida.
Un relato estupendo, Soren. Enhorabuena. Mi calificación es de 4,5 estrellas.
Ceterum censeo Carthaginem esse delendam... ;oP