Putos filipinos

9:00 a.m.

Vienen andando la mujer de un mierda filipino (que se llama Jovi, como la mayonesa), filipina ella también, con esa cara de "soy imbécil, mátame" y una amiga también filipina. La amiga, que habla un español  semidecente, me dice que la otra es la mujer de Jovi (cosa que ya sabía por otras veces que ha venido a subnormalidades que se la ocurren a la buena estúpida hija de mierda puta de la mujer) y que quieren entrar para hablar con Jovi. Les digo que no pueden y que lo llamen y que salga él. Estamos así como yoquesé 3 putas eternidades hasta que se enteran de que no pueden pasar y QUE LE LLAMEN AL PUTO TELÉFONO.

Después del jijijaja llaman y Jovi no coge el teléfono. Le digo finamente que me la suda y que sigan llamando. Entonces la puta mujer del mayonesa empieza a darme su número de teléfono QUE NO LO QUIEROOOO PUTAAAA LLLAMA TUUUUUU

Total, otro jijijaja yo entro y ellas se quedan en la puerta.  Al cabo de un tiempo ya en el que me toca los cojones ver sus caras de "no valemos ni como comida para perros" salgo y les digo que a qué aspiran. Obviamente no entienden y repito que a qué esperan. Y me dicen que si ya he hablado con Jovi. SUPUTAMADRE. Qué hijas de la gran puta. Al final acabo llamando al encargado del puto desecho que trabaja por unos bocadillos al mes y le digo que busque a esa mierda porque su mujer está en la puerta que le quiere decir algo muy urgente.

10:00 a.m.

Aparece el filipino sin agujero ni chocolate, hablan en su idioma tirado cosa de 15 segundos y se larga con la misma cara de imbécil que con la que vino. Las mujeres se quedan esperando.

10:30 a.m.

Sin haber hecho otra cosa que esperar en la puerta las putas estas me vuelven a llamar y me dicen que quieren hablar con Fernando ¿qué Fernando? El de los cojones largos. ¡¡QUÉ FERNANDO ZORRAS!!!

Tras otro jijijaja de varios minutos muy animados descubrimos que es Fernando, uno de los jefes. Estupendo. ¿Para qué? Pues para hablar con él. Juuuuuuuuuuuuuumm, mi sonrisa y mis ojos inyectados en sangre ya les tiene que asustar un poquito porque sin tener que repreguntar me explican que la mujer del Jovi se va a Filipinas y que necesita dinero por adelantado. La astucia es tal que se va mañana por la mañana, lo saben desde hace mil y el otro escombro trabaja aquí y ve al jefe todos los putos días y no ha sido capaz de decírselo.

PUES MUÉRETE CERDA NO PUEDES HABLAR CON EL JEFE DEBERÍA HACERLO TU MARIDO IMBÉCIL

Conclusión, deciden seguir esperando allí, ¿para qué? Quien sabe.

11:30 a.m.

Allí siguen, a veces hablan por teléfono otras no. La amiga hace tiempo que se da cuenta de que son imbéciles y quiere irse. Pero no se va.

Otro jefe que sale las reconoce y me llama. Le explico el ridículo. Ajá muy bien.

Como tiene a media filipinas aquí metida pagándoles el jornal medio de uganda y cobrándoles alquiler por vivir en sus casas al final habla con su hermano (el otro jefe) y este habla con Jovi. Todo solucionado. Las sidosas estas me lo cuentan y se van ya felices. Mientras se alejan yo solo puedo pensar en salir corriendo y pegarles un estacazo en la nuca como si fueran conejos.

Qué cruz de infraseres. Lástima de tsunamis que no se los llevan para siempre.

xdddddd

Algo así.

Mis jefes son dueños de medio pueblo, literalmente. Tienen un cerro de pisos donde viven de alquiler más o menos la mitad de los que trabajan aquí. Al cobrar ya tienen descontado el alquiler de la casa y demás gastos de luz, agua, comunidad, etc.

La mayoría de los alquilados suelen ser subseres.

En el escalón más decadente están los filipinos. Se los trajeron en un contenedor vacío que volvía de un pedido. Llegaron a fábrica todos metidos en un renault 5 y de ahí salieron una docena de seres, bajitos, flacuchos, mustios y arrugaos. Hubo que quemar el coche después. Alguno boxeaba por comida antes de venir. Ahora son felices porque fuman ducados y han sobrepasado la anorexia. Los capos filipinos están cebones y uno de ellos hasta se ha comprado un scooter. Es conocido que el contrato de alquiler de los demás filipinos pasa entre los dos jefecillos.

Luego vienen los moros. Tienen un grado de asilvestramiento mayor y pintas de haber luchado en siria menos uno que es saharaui adoptado, otro que parece intelectual (en plan médico refugiado) y otro que tráfica con cualquier cosa con ruedas. Aun así ya no son muy conflictivos, los sujetos chungos fueron expulsados: uno por robar, otro por escupir, otro se murió despeñado con un torito, otro se cogía una moto del jefe y otro por pegarse. Con el último me tocó llamar a los picoletos porque seguía veniendo a trabajar aunque estuviera despedido xdd. Cobran algo más que los filipinos supongo que porque entienden mejor el idioma.

Por encima de los moros tenemos a los búlgaros. Son pocos, buena gente y borrachos. Trafican con tabaco. Venden los paquetes a 2 y 3 euros. A saber de qué están hechos los cigarros.

Luego tenemos al numeroso clan rumano. Cobran igual que los paletos del pueblo, algunos (los rumis de confianza) incluso mejor. Son vagos y tienen los mejores turnos pero siempre pueden contar con ellos para hacer cualquier tipo de trabajo de albañilería para las casas de los jefes, otras fábricas, naves... Aparte tienen a varias mujeres metidas de personal doméstico en las casas.

Por encima de ellos están los paletos de pueblo, que son más vagos aun que los rumanos y algunos de ellos están colocados en zonas vitales como los hornos o el molino.

Si seguimos subiendo estamos los vigilantes y los de la oficina. Somos aun más vagos que los paletos de pueblo. Los de la oficina cobran menos pero los vigilantes trabajamos más. Sería más exacto decir que estamos por aquí más horas.

Más arriba están los camioneros, que viven de puta madre. Un par de camiones llevan un caja fuerte oculta.  Es parte de sus tareas el llenarla con billetes que vienen de otros sitios y juntarlos en la caja fuerte general.

Por encima están los encargados e ingenieros: vagos drogadictos, ludópatas y chanchulleros con todos los proveedores. Se forran a manos abiertas, tanto en a como en b como en sus chanchullos. La mayoría tiene coche o furgo de la empresa que usan como si fuera suyo.

Y en la cúspide, la vasta familia, enormemente rica  dueña de todo. Un ejército de ladrones profesionales con un excelente ojo empresarial. Expertos en deshacerse de multas de todo tipo y en aprovecharse de cualquier cosa. Tienen historias para parar un tren, desde sacar agua del río ilegalmente, trabajar sobre obras públicas para modificarlas, pozos ilegales, construcciones sin permisos, contadores de gas a cero, vallado de caminos, eres falsos, dinero en be, accidentes laborales con víctimas mortales que desaparecen...

La verdad que sí es muy dickensiano.

Puej tuverah, por supuejto. ¡Ejtamohen sequía, bolo!

Y loh de Murjcia tirando nuejtro agua en campoj e golf.

Loj piragüistaj san puejto ruedah de lo chico que cubre tuverah y el Alberche eh un secarral. El único agua que vahaver ehtá en lah pircinah e Loh Alcores.

Y en el Prao una miaja agua quea pa loj patoh, tuverah loj pobrecicoh.