Se me rajó el cristal de la luna delantera de dos chinazos que me dieron al mes de comprarme el coche y que han decidido esperar estos cuatro años para tener rajitas. Cosas extrañas de la vida.
Estaba mirando los papeles del seguro para ver qué leches de cobertura tengo porque yo qué sé (todavía sigo sin saberlo) y veo un parte de accidentes vacío, que hace tiempo que no tengo (accidentes, digo), que me causa un profundo LOL interior por unos motivos que veremos más adelante.
Pues total, que nos vamos a IKEA (Ibaka) a comprar unas lámparas y unas historias, vemos a Peñafiel xddd y todo estupendo pero antes de eso, en el aparcamiento voy buscando sitio, me cuelo, doy marcha atrás y suavemente le pego al tolay que venía detrás con una furgoneta.
Me bajo del coche, y de la furgo se baja un panchito con mala cara disiéndome ligeramente enfuresío:
—¡QUE NO ME HAS VISTO! —casi gritaba el subhumano.
Y yo, viendo que ni había dejado marca en ninguno de los dos paragolpes, me acuerdo del parte amistoso de accidentes y le suelto:
—Tengamos calma. Seamos corteses. No nos enfademos.
xddddd
El panchito pone una cara rarísima y se queda pillao. Al ver que el pobre tenía que reiniciar o algo le digo que no le he hecho nada, que lo siento y que venga que le vaya bien. Le ofrezco mi mano, no me da la suya, y me subo al coche
Me pregunta mi copiloto también enfadada conmigo que qué ha pasado y yo:
—Le he dicho lo del parte.
—¿Y qué? —me pregunta sin comprender.
—Dice que no quiere hacerlo, que no es nada —xdddd
—Es que nunca miras, joder.
—Ya, ya.
Luego fue lo de Peñafiel que siniestramente distrajo la atención y fue una tarde noche madrugada feliz.
—Tengamos calma. Seamos corteses. No nos enfademos.
bien xddddddddddd
yo me voy a la mieeeeeeerda, y tu donde vaaaas, culiiiiito seeexy
fherperela@ociozero.com