EL MONSTRUO
En mi infancia vivíamos en un bloque de pocos vecinos. Cuando iba en compañía de mamá y coincidíamos con alguno de ellos en el ascensor o en el vestíbulo, observaba que la saludaban siempre con expresión de lástima mientras ella se apresuraba a desviar la mirada.
Homines unitur ad homines
Nos llamaron enfermos y lo ignoramos. Nos llamaron valientes y lo asumimos.
Ahora, ni el valor ni la ignorancia sirven de respuesta ante el reproche de ser una palabra equivocada.
He inventado algo sobre mí mismo que va más allá de mí mismo. Moebius no está detrás, sigue una existencia paralela a la mía.