Carencia
Todos sabían que Javier carecía de imaginación. Cuando por fin logró imaginar un coco rojo, sus amigos decidieron no creerle, así que se imaginó nuevos amigos, pero estos tampoco confiaron en él.
Al día siguiente, Javier se despertó triste, apático, pero no pudo imaginar el porqué.
Carecía de imaginación.
Autoestima
Jaime se mira al espejo antes de salir. Ajusta la corbata, pasa la mano por el pelo engominado y guiña un ojo mientras dispara al aire con dos dedos. Acto seguido, un tipo bajito, con gafas de pasta y mono de trabajo, cierra la puerta tras de sí.