Teniendo cerca un sistema electoral, y sobre todo después de los resultados, se suelen hacer muchos comentarios, algunas veces erróneos, a cerca del sistema electoral: Que si un partido ha conseguido tal porcentaje de votos, pero una cantidad irrisoria de escaños en comparación, que si debería gobernar la lista más votada...
No es que defienda el actual sistema electoral, pero antes de enjuiciar sus resultados, habrá que saber en qué consiste exactamente, y ya luego, comentar qué resultados nos gustan, qué resultados no nos gustan, y cómo debería ser el sistema. Con esto, no pretendo defenderlo (de hecho, pretendo abrir un debate de cómo debería ser), pero creo que tener claro en qué consiste es bueno antes de criticar los resultados del sistema.
Empecemos desde el principio: España es un sistema parlamentario. Con esto, quiero decir que en España no escogemos a la cabeza de un ejecutivo (ya sea nacional, regional o local) si no a nuestros representantes en una cámara, que serán los que, en teoría, votan en nuestro nombre las distintas propuestas llevadas a cada cámara. De hecho, lo primero que se suele votar es la elección de un jefe para el ejecutivo. En otras palabras, nosostros (el Pueblo) no elegimos al presidente o alcalde, elegimos unos representantes que son los que elegirán ese presidente o alcalde.
En segundo lugar, recordar que las circunscripciones para las autonómicas y generales son las provincias. Es decir, los votos emitidos en Madrid no van al mismo saco que los emitidos en Barcelona. Es razonable recordar esto por dos motivos:
El primero, porque es esto lo que hace que partidos como IU o UPyD no tengan un número de escaños acorde con su porcentaje de votos: porque son residuales en la mayoría de provincias, aunque juntando todo ese residuo, sea una cantidad considerable, mientras que partidos como CiU, son votados mayoritariamente en las provincias catalanas, mientras que en el resto de España ni se presenta.
El segundo, porque cuando se habla del "chantaje de los nacionalistas" y sus "intereses locales" es preciso recordar que los representantes son provinciales. Duran i Lleida es diputado por Barcelona, y es a los intereses de esa provincia a los que se debe.
Finalmente, recordar que tenemos el sistema D'hont para repartir los escaños. Es decir, se nos presentan unas listas de diputados, y en función de los votos obtenidos, se reparten los escaños. Ya expliqué en qué consistía en un post reciente, pero para el que tenga dudas:
http://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_d%27Hondt
Como añadido, mencionar que los votos blanco manifiestan la indecisión del votante para con las listas presentadas, y que su único efecto práctico es aumentar el número de votos, con el consiguiente aumento del % de votos mínimo para obtener escaño, y que el voto nulo manifiesta disconformidad con unos comicios, y no se tiene en cuenta para calcular ese porcentaje.
Una duda, supongamos que en unos comicios el 20% de los votos son nulos, ¿Se dejarían un 20% de los escaños vacíos?
Si no es así me parece que sería una de las principales mediadas a implantar, junto a un reparto más justo que de a cada partido el porcentaje de escaños que le corresponda por el porcentaje de votos.
Try again. Fail better.