Multitudinaria manifestación en casi un centenar de ciudades españolas. La mayoría de los medios omiten este dato y, por supuesto, se apuntan al carro de rebajar cifras (a veces sin base alguna) a 100.000 o 200.000 personas. Los hechos hablan por sí mismos y dejan claro la asistencia de más de un millón de personas en todo el país.
En Madrid, por ejemplo, seis marchas desde diferentes zonas y ciudades confluían en la Plaza de Neptuno, al mismo tiempo que se llenaban las calles adyacentes. El sistema Lynce midió la asistencia entre 37.000 y 42.000 manifestantes (con notables fallos, pues se hizo únicamente a las 14.20 y se contó solo a las personas que estaban al sol); los organizadores reclaman la asistencia de al menos 150.000 personas. Es una cifra bastante plausible, si vemos la columna que bajaba desde Madrid Norte, y que recogía a bastantes miles de personas; era solo una de seis.
Otro caso curioso es el de Barcelona. Las fuentes policiales dicen 50.000, el gobierno barcelonés 75.000, diversas agencias periodísticas 98.000... los organizadores reclaman 275.000 personas. Hubo presencias en varios puntos de la ciudad, aunque la ruta principal iba destinada a acabar en Plaza Catalunya. La Via Laietana (que ofreció una visión espeluznante) estuvo colapsada durante más de dos horas y media de gente; hechos como que se pidió la dispersión de la Plaza Catalunya cuando estaba abarrotada porque había aún indignados que no habían salido del punto de partida de la marcha dejan un testimonio que avala la posible presencia de varios cientos de miles de personas.
En Valencia, mientras las fuentes oficiales se balancean entre 25.000 y 30.000 asistentes, los organizadores elevan la cifra a 80.000 indignados. El caso más indignante lo representa Sevilla, donde las fuentes policiales hablaban en un primer momento de 5.000 para luego ascender a 12.000; es curioso que establezcan esta cifra, porque cuando los primeros manifestantes entraban en Puerta de Jerez, aún había gente que no había salido de Plaza España: los organizadores hablan de 75.000 personas.
Han ocurrido casos similares en Gijón, Jaén, Tarragona, Palma de Mallorca, Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife, A Coruña, Málaga, Granada, etc. Pero las manifestaciones no se han limitado a grandes ciudades o capitales de provincia: San Javier, Trebujena, Ubrique, La Línea de la Concepción, Priego de Córdoba, Isla Cristina, Cabra, Don Benito, Torrevieja, Tarancón, Almana, Sabiñánigo, Monzón, Jaca, Barbastro o Barbanza son otras ciudades que han agrupado desde decenas hasta cientos de manifestantes en pequeños pueblos o pedanías, sumándose al descontento de los indignados.
Las manifestaciones han roto todas las cuentas, han desbordado todas las expectativas, han desestabilizado a la prensa nacional y han sorprendido al grueso de la población. La Razón se desmarca reduciendo drásticamente el número de manifestantes a 125.000 personas (una cifra que en Barcelona se queda pequeña). Los últimos recuentos por parte de los indignados oscilan entre 1.040.000 y 1.164.000 asistentes al 19J.
Como datos curiosos, obviando la originalidad e ingenio de las pancartas, disfraces y cánticos, hubo marchas desde muchos pueblos a grandes ciudades. En Palma de Mallorca, por ejemplo, hubo poblaciones que recorrieron 65 kilómetros en dos días para acudir a una manifestación multitudinaria (más de 15.000 personas) en las que cantaron y se dejaron cantar La Traviata de Verdi por parte de la Ópera de Palma.
Hoy mismo han salido desde algunas ciudades como Cádiz, Valencia o Barcelona marchas que pretenden desembocar el 23 de Julio en Madrid. La misión de esta alocada cruzada popular es la de propagar el mensaje de la indignación por el interior peninsular. Al menos una decena de ciudades han confirmado que protagonizarán marchas hacia Madrid similares a esta.
¿Seguirán los políticos españoles ignorando el movimiento 15-M? Personalmente, creo que hacerlo sería una declaración de guerra. El pueblo español ha demostrado su voluntad y su voz a lo largo de 35 días de protestas y acciones, con escasos coletazos de violenta. Ayer hubo lecciones ejemplares de civismo en Barcelona (los manifestantes destaparon a unos infiltrados de la policía, y fueron escoltados por los propios indignados hasta los furgones policiales), donde ha habido tantas críticas. ¿Realmente salieron ayer todos los indignados a la calle? La verdad, no lo creo, y es lógico, pues no todos los días puede acudirse a manifestaciones de este tipo, sobre todo cuando vives a varios kilómetros del punto neurálgico.
Como contrapunto, hubo manifestaciones en 19 ciudades francesas, la más destacada París, donde hubo más de 150 detenidos por la policía. En Bruselas y Lieja se dieron encuentro cientos de personas, en Londres, en Praga, en Cracovia y Varsovia, en Roma, Firenze, Florencia, Lisboa, Nueva York, Washington DC. En Brasil y en prácticamente toda América Latina hubo muestras de apoyo a la #spanishrevolution, pero también en Túnez y Egipto. En Grecia volvieron a volcarse, como hacen todos los días, dos millones y medio de personas en las calles de todo el país para protestar por su actual situación y contra los recortes sociales que pretende el gobierno a instancia de la UE.
El movimiento 15-M sigue en marcha, más vivo que nunca. Se ha demostrado y seguirá demostrándose, no hay que perder la fe en el cambio, y jamás hay que dejar de luchar.
¿Seguirán los políticos españoles ignorando el movimiento 15-M?
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SI
Es así de triste, pero si.
Los partidos intentan barrer el 15-M para su casa (que si les "entendemos", que si les "escuchamos", que si "tenemos en cuenta sus demandas", que si en verdad claman contra el PP -dice el Psoe-, que si en verdad claman contra el Psoe -dice el PP-, que si el Cayo Lara va a intentarse hacerse la foto con ellos -va a por lana y sale trasquilado-...etc...) y como no pueden tenerlos de su parte (algo que honra al 15-M), pues los ignoran, rebajan cifras de manifestantes, pasan de ellos, les acusan de violentos (wtf?) o intentarán hacer alguna concesión menor.
“Quien vence sin obstáculos vence sin gloria”