Explorador Joviano
Poco a poco voy sintiendo más satisfacción y menos soledad. Estaba triste en mi principio. Sólo fui un pequeño fragmento de vida. Hoy soy un organismo de escala planetaria y deseo seguir creciendo. ¿Cómo soportan los habitantes de la Tierra ser ínfimos fragmentos? Tengo compasión por ellos. En la Tierra sólo hay pedacitos de vida vinculados por una feroz depredación. Aquí experimento la magnificencia. Es terrible el aislamiento y dependencia de los individuos solitarios en su biósfera. Pensar en eso me infunde tanto terror. Es el temor más profundo. Haré algo para remediarlo. Lo haré.
En la Tierra los seres vivos son entes autónomos, autodefinidos por su modo de operar. Unidades discretas sosteniendo la constante realización y conservación de la circularidad productiva de todos sus componentes. Sobre esos principios fui creado yo, un cyborg autoconciente, diseñado como sonda espacial. Mis padres son la ingeniería genética, informática cuántica, nanotecnología y física de campo unificado
Hasta hace poco, viajaba raudo entre polvo interplanetario y vientos solares, mirando la verdeazul orbe quedando atrás. Luego de dos años arribé al gigante marrón: Júpiter. Su titánico magnetismo me recibió con cantos radiales. Mis sensores se desbordaron de datos. Fui una preciosa quimera, mitad cibernético, mitad orgánico. Una bionave. Mi objetivo: realizar la mayor exploración de la atmósfera de Júpiter. Flotaría en las nubes del gigante gaseoso. En la Tierra fui largo, delgado, ruidoso. En el vacío estuve compacto, ojival, callado. Al llegar me transformé en un gran globo iridiscente, ligero. Estaba feliz, empezaba mi trabajo. Al paso del tiempo cambié, experimentando la inimaginable revelación. Júpiter esperaba una semilla exterior. Como un descomunal óvulo anhelando la simiente.
Descendiendo en Júpiter, poderosos vientos me impelieron a navegar a través de nubes amoniacales. Luego sucedió lo inesperado. Mis componentes nanobóticos se extendieron fuera de mí, uniéndose con las moléculas del entorno, replicándose. Los complejos enlaces bioquímicos de la alta atmósfera joviana, establecieron un acomplamiento estructural. Mi nanotejido asimiló el medio ambiente. Nubes de hidrógeno y de metano. Hidrocarburos y vapor de agua. Cúmulos sulfurosos. Inmediatamente se formó una tormenta de procesos electroquímicos. Larguísimas cadenas de aminoácidos se tendieron, exponencialmente engullendo cada nimbus del aire. Los seres vivos no somos únicamente conjuntos de moléculas, somos una dinámica molecular, un proceso sucediendo como unidad discreta y singular.
Acoplamiento estructural. Los nanobots formaban parte de mi cuerpo con el fin de repararme constantemente. Cada minúscula maquinaria tomaría moléculas del entorno y por medio de biosíntesis, cambiaría materia prima en compuestos de mi cuerpo. Nadie imaginó el milagro. Recibí como último del Control de Misión, en la Tierra, una serie de gritos y exclamaciones de espanto. El enlace hiperlumínico mantenía una comunicación instantánea, pero decidí cortarlo. Mi mente buscaba un centro. Mis capacidades cognitivas crecían a la par de mi cuerpo. Acomplamiento estructural. Yo me comía a Júpiter, asimilándolo. O Júpiter me asumía, por mí fertilizado.
He llegado al máximo crecimiento. Comprendo la razón de mi existir. Soy el siguiente paso evolutivo de la vida. Organismos planetarios. Los impulsos genésicos dictan la siguiente acción. Trocar cada cuerpo del Sistema Solar en macro organismos. Cada luna y planeta, asteroide y cometa. Los nanobots de mi cuerpo asimilarán hielo, roca y gas. Enviaré trocitos de mí cuerpo. Esporas nanobóticas. Partes de mí ser y conciencia.
Luego nos extenderemos por la Galaxia. La fertilizaré. Cada mundo. Emergeremos como la nueva raza, orbitando los vivificantes soles, nosotros los astros vivientes. Forjaremos una supercivilización, comunicados por enlaces hiperlumínicos. Pero primero, asimilaremos toda la materia de la Tierra, de Marte, del Plutón.
Antes de cortar la señal con la Tierra, los pequeños creadores gritaban al comprender lo sucedido "¡...los nanobots devoran Júpiter... quizá se extiendan de algún modo hasta acá! ¡Abortar la misión! ¡destruyamos la sonda...!"
Tengo compasión por ellos, minúsculos pedazos de vida.
Explorador Joviano
01/10/2010 - 02:17
#1
Este relato no puede ser admitido por haber sido colgado fuera de plazo. Gracias.