Hace unos días vi un reportaje alucinante en Arte, sobre cómo la fauna y la flora de la región acordonada de Chernobil había llegado a un grado de recuperación enorme.
Al parecer, hay científicos y biólogos estudiando cómo la radición puede afectarles, y, de paso, cómo están recuperando (o creando) un hábitat. Era impresionante ver osos, lobos, jabalíes, renos, ciervos y un largo etc. de animales vagando por las calles de ciudades abandonadas. Recordaba un poco "12 monos", la película.
Desde luego, era impresionante constatar que bastaba mantener al ser humano lejos para que la naturaleza volviera a ser soberana. Lo más impactante era que, en apariencia, los animales estaban muy saludables.
Leí hace poco un artículo en un medio de contrainformación que decía lo contrario. No me extraña que lo edite ARTE ese reportage. Es Francia la principal interesada, ha movido un enorme mecanismo de limpieza ante la opinión pública de aquello, es la encargada con una agencia estatal de estas chungas. Ya lo buscaré el artículo, venía a decir que Francia, una vez caído el muro ha podido entrar allí y encargarse, es la primera interesada en alejar cualquier fantasma sobre catástrofes nucleares. Antes que provocar un éxodo de gente de km a la redonda en Chernobil, establecieron todo un cordón de estudio y de ingenieria social. Han experimentado técnicas sutiles de control social, han conseguido normalizar la convivencia con la radiación, buscan demostrar que después de todo no pasa nada, etc.
Consecuencias: generaciones de enfermedades, cáncer, deformidad, problemas de salud para toda la vida. Y un exámen de la radiación cotidiano entre todos los vecinos, todo el día monitorizados por alguna autoridad. "Somos radiactivos y felices". Soportan más radiación de la permitida, pero viven bien, así que no tenemos que tener miedo de posibles accidentes.
Y esa vegetación no la consumiría yo ni de coña. Ni la fauna. El caso es que la radiación alcanzó media Europa, fue fortísimo.