Interactuando en Aguasierpes

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Lycankali
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(AQUI COMENZAMOS A ESCRIBIR Y A COMENTAR TODO)

AGUASIERPES

FICHA DEL PUEBLO

Nombre: Aguasierpes.

Fecha: 3 de agosto de 2008, periodo de temporada baja.

Población: 6.552 habitantes en temporada alta, 29 en temporada baja.

Extensión:

- Término municipal: 50 Km2

- Población: 2 Km2

Altitud: 635 metros.

Situación geográfica: Sierra Morena. El poblado de Aguasierpes fue fundado en el año de nuestro Señor de 1.685. Se encuentra situado en la Sierra Morena, en la falda de una de sus montañas situada en la zona noroeste de la provincia de Jaén, por encima del Guadalquivir, que se encuentra a unos 10 km. al sur. Rodeada de páramos naturales pero bien comunicada con las poblaciones más cercanas.

Industria y agricultura: Su población se dedica principalmente a la explotación minera, a la ganadería y sobre todo al turismo.

Localizaciones: En la ciudad hay todo lo se pueda necesitar;

La Biblioteca.
La Taberna “ El Lobo Negro“.
El Viejo Instituto.
El Ayuntamiento.
La casa encantada de “ Los Miranda “ a las afueras.
La red de cloacas por la cual poder movernos.
El invernadero municipal (siempre tétrico)
Los viejos túneles de la guerra.
La iglesia.
El cementerio.
Las granjas que rodean la población.
Las ruinas del pueblo antiguo.
La Comisaría.
El hotel Arganda.
El cine y teatro.
El hospital.
El centro comercial.
El lago.
La Colina del Muerto.
El Museo y galería de arte.
La Plaza memorial.
El Banco.
El Centro deportivo.
El Rancho matadero.
La Gasolinera.
La Farmacia.
La Oficina de correos.
La Enfermería y tanatorio.
El Almacén Textil.

Localización de las casas de protagonistas y secundarios en cinco zonas:

Norte: Desde el norte, se viene por la carretera principal. Allí se encuentra el Almacén Textil, un acceso en las montañas para los viejos túneles de la guerra y las ruinas del pueblo antiguo. Destaca el misterioso monte de La Colina del Muerto. El invernadero, la granja, el matadero y dos casas albergue, son edificios deshabitados hasta el invierno. Allí también se encuentra la gasolinera y las casas habitadas de Oriana, David Auguerri, Diana, Elisa e Igor.

Sur: En el sur se encuentra la casa encantada de “ Miranda “, siguiendo el camino a la derecha queda el Cementerio y a izquierda la Iglesia. Acercándonos al pueblo destaca el Centro Comercial, y ya en el pueblo, en la zona sur, se erigen las casas de Aurelio, Alberto, Berta, Carolina, Mayra y Lidia. También en esa zona hay otro albergue vacío, para cuando llegan los turistas en invierno.

Este: En el este hay dos filas de edificios, en la primera fila, pegada a la Plaza Mayor o Memorial, se encuentra el Cine y Teatro, el Hotel Arganda, el Banco, la Oficina de Correos y la casa de Eva López. En la segunda fila, más alejada de la Plaza, se encuentra la casa de Echolls, un albergue vacío, el Hospital, que además es Farmacia y Tanatorio, el Centro Deportivo y la casa de Eduardo Alcázar.

Oeste: En el oeste hay otras dos filas de edificios, en la primera fila, pegada a la Plaza Mayor o Memorial, se encuentra la taberna “ El Lobo Negro “, un albergue vacío, el Museo, la Biblioteca y el Instituto. En la segunda fila, más alejada de la Plaza, se encuentran las casas de Diego, Fernando Sacamuelas, Cloe, profesor Erasmo y Bastian.

Centro: En el centro del pueblo, lógicamente está la Plaza Mayor, el ayuntamiento y la comisaría. En el extremo noreste de la plaza, se encuentra una puerta de rejas que da paso a la red de alcantarillado que se extiendo por el subsuelo de Aguasierpes, dicen que hasta las ruinas y túneles antiguos de la guerra civil.

Población, 29 habitantes:

Protagonistas:

1 - Darthz................ Echolls, Entrenador de Gimnasio.
2 - Ftemplar............. Fernando “ El Sacamuelas “, operario de imprenta.
3 - Jane Eyre........... Carolina de la Fuente, Inspectora del departamento de homicidios de la GC.
4 - Tokrand.............. Bastian Rodríguez, bibliotecario.
5 - Lycancali............. Cloe, camarera.
6 - Maltenoth............ Eduardo Alcázar, empresario.
7 - Pilpintu................ Eva López, profesora de danza.
8 - Artemisa............. Mayra González, taquillera de cine.
9 - Dama Negra....... Oriana, barman en El Lobo Negro.
10 - Pabeu............... Alberto Espinosa, ayudante del alcalde.
11 - COON............ David Auguerri, matón ocasional.

Secundarios:

PERSONAJES SECUNDARIOS ( 18 )

1 - Miguel, un vagabundo que va y viene del pueblo.
2 - Berta, la jefa de policía local.
3 - Elisa, niña de raza negra nacida en Burundi, fue adoptada por padres occidentales. Vive con sus dos padres, Alberto y María.
4 - Aurelio, alcalde del pueblo, inválido en silla de ruedas y hombre experimentado en política a sus 57 años. Vive con su esposa Raquel.
5 - Lidia, doctora del pueblo, sufrió un cese temporal por negligencia.
6 - Profesor Erasmo, director del instituto, miembro de una prelatura cristiana conservadora.
7 - Hugo, dueño del “ Hotel Arganda”. Vive con su esposa Celia.
8 - Diego, dueño de la taberna “ El Lobo Negro “.
9 - Diana, dependienta en el centro comercial.
10 - Igor, estudiante y vecino fanático del cine y la literatura de terror. Vive con sus padres Amancio y Sara.
11 - Elvira y Andrés, trabajan en el almacén textil.

Historia y leyenda: La ciudad de Aguasierpes fue fundada en 1.625 en la falda de una montaña de Sierra Morena, aprovechando su cercanía a un pequeño lago. Los habitantes pretendían abrir varias minas en la propia montaña. Al llegar el verano, cuando algunos de los primeros habitantes se metieron en el lago para darse un baño, salieron cubiertos de unas pequeñas serpientes de color verdoso, apenas perniciosas, pero que proferían un insidioso resquemor. A Francisco Hernández el viejo, como le llamaban, le daba por reír cada vez que veía a alguno de los desafortunados rascarse, y decía: “Eso te pasa por nadar en agua de sierpes.” Con el tiempo el nombre arraigó, quedando tal y como lo conocemos ahora: Aguasierpes.
El lago, obviamente, se llama igual que la población. El famoso lago de Aguasierpes, donde las pequeñas serpientes aún proliferan hoy día.

Advertencia: es un pueblo en la sierra casi aislado. La población más cercana está a 30 km. y la carretera que lleva hasta ella es "un camino de cabras". Si un personaje decide huir y se le rompe el coche, se va a hartar de correr entre las matas y puede tener que dormir en una cueva, cruzarse con toros, linces ibéricos, etc... Lo mejor es ir en un jeep, como la patrulla de la Guardia Civil.

CONSEJOS

Pequeños consejos para interactuar entre vosotros, con secundarios, solos o con el relato:

1 - En un mismo mensaje narrar las cosas, preguntar varias cosas a la vez, responder a varias cuestiones o decir muchas juntas, para que no haya millones de mensajes en el post.
2 - Respetar el turno según se desarrolle la historia, sobre todo al principio.
3 - No preguntar o dialogar con un personaje que no estéis viendo en la novela.
4 - No preguntar o dialogar todos a un mismo personaje. Ni preguntar ni dialogar con varios personajes a la vez.
5 - Esperar que termine la conversación entre otros personajes si queréis intervenir, no sea que preguntéis o habléis de algo que ya se preguntó o se habló.
6 - Empezad con vuestro personaje desde donde esté, cuando leáis el comienzo de la novela, luego podéis ir y hacer lo que queráis.
7 - Sí tenéis que emplear tacos o palabrotas, no pongáis muchos en exceso para no sobrecargar los diálogos o textos.
8 - Recordar las características de vuestros personajes y aplicarlas para ser más diferentes los unos a los otros.
9 - Dirigiros a los demás, por sus nombres de personaje, no por sus nicks.
10 - No estáis obligados a interactuar con otros personajes, podéis simplemente narrar, y no contestar a quién os pregunte, podéis incluso suprimir vuestros pensamientos, y como digo, sólo narrar.
11 - Recordar, no podéis matar o suicidaros, pero podéis secuestrar, engañar, huir, viajar, esconderos, atrincheraros, dormir, volveros locos, ayudar, etcétera. Todo lo que pase por vuestra imaginación. Hacer y decir todo sin censuras.
12 - Empezar escribiendo poco, aunque haya muchas ganas, para coger práctica, luego ya os iréis soltando y cada uno sabrá lo que hacer, como y cuando hacerlo.
13 - No preocuparos por faltas y fallos, procurar no cometerlos, pero si pasa, no importa esta será una primera versión de la novela, el pulido se hace en la versión final, o la misma editorial tiene personal para realizar el escrito definitivo, el que se publicará. Eso sí, llevémoslo lo más limpio posible.
14 - No hay censura para la violencia o el sexo, pero tampoco os paséis en exceso porque se pierde la intención de la obra. Romance, sexo, filosofía y drama pueden darse, tienen cabida, claro que sí, pero en dosis controladas y sin excesos. Respecto a la violencia, la sangre es necesaria, pero no pasaros en el nivel de horror, olvidando el terror, a veces lo explícito no asusta tanto como el propio miedo; que consistiría en ir “ fermentando poco a poco el terror “, dando tiempo al lector para mentalizarse, imaginar ese miedo y acabar asustándolo.
15 - Recordar que no podéis elegir por los demás, por ejemplo, si dos personajes se están peleando y no sabéis como puede acabar la cosa, entonces interviene el azar, es decir yo, mediante una tirada de un dado de seis, los pares y nones decidirán a favor o en contra de los dos personajes. Otra cosa es si el asesino o quien sea, inicia una acción en la que un personaje no puede darse cuenta, por ejemplo; un francotirador apunta a un personaje durmiendo. Aquí no hace falta azar, la suerte está echada y el durmiente morirá seguro.
16 - ( Todo lo que me queráis decir a mí, o a otro, que no sea texto para la novela, ponerlo entre paréntesis para diferenciar, como este mensaje, así no habrá confusión )
17 - No podéis añadir personajes que no existan en las fichas, o situaciones que no se hallan pactado de antemano, o indicado en la propia novela, como por ejemplo; tormenta, lluvia, un día soleado, de día o de noche, etcétera.
18 - Si cualquier lector quiere intervenir, deberá escribir en mayúsculas COMENTARIO: y a continuación dar su opinión, ayuda a los protagonistas o escribir lo que quiera. Un protagonista o escritor asesinado se convertirá automáticamente en un lector.
19 - No preocuparos por si tenéis que abandonar días, o una semana, el proyecto, pensar que si el autor se ausenta, también lo hace su personaje, y eso puede ser genial, porque crea mayor suspense y suspicacias entre todos, y además de forma espontánea, involuntaria y real, genial!
20 - Si hay que usar el messenger para agilizar algunos diálogos, se puede hacer, pero luego hay que copiar toda la conversación y pegarla aquí, para que no se pierda nada. El problema del messenger es que la gente coincida. Yo manejo a todos los secundarios, más o menos. El mío es: eloscurosaber@hotmail.com
21 - Cuando escribáis narrando, hacerlo en pasado, en tercera persona, estilo novela, como si hicierais de mí. Por ejemplo:

David salió de su casa y escudriñó la calle.

Cuando habléis o penséis, hacerlo en primera persona, poniendo el nombre de vez en cuando.

- Saldré de casa y observaré la calle - aconsejó David.
- ¡No hagas eso loco! - advirtió Berta.
- ¡Hago lo que me da la gana!

Creo que todo irá bien porque no creo que coincidamos todos al mismo tiempo, pero si pasa, seguir los consejos.

Sopla buen viento en la atalaya donde descansa la Torre de Hielo y, si miro hacia el horizonte, el futuro cercano está menos borroso ¡por fin zarparé de este gélido puerto en el que tantos años he anclado mi vida

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COON escribió:
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"En fin" se dijo David a sí mismo "será mejor que empiece a moverme". Salió de la ducha habiendo borrado cualquier rastro de las sucesivas borracheras que habían constituido su rutina reciente, no era el momento de entregarse al Jack Daniels después de todo. Se anudó una toalla negra alrededor de la cintura, se dirigió a la cocina, cogío la jarra de la cafetera, llena hasta el borde de un humeante y aromático café y un maletín que descansaba sobre la encimera y fue a sentarse en el salón.

La pared del fondo estaba constituida casi en su totalidad por una enorme cristalera, por lo que la luz natural bañaba prácticamente todo el apartamento. Después de vaciar media jarra de café de un trago, apoyó el recipiente en la mesa, abrió el maletín y extrajo varios periódicos, un cuaderno y bolígrafo. Aunque en las últimas semanas su principal ocupación había sido destruir su hígado con alcohol, tampoco había estado de brazos cruzados y aquel asesinato de la noche anterior había reavivado sus energías. Aún le quedaban amigos con recursos y mientras leía artículos y columnas sobre asesinatos recientes esperaba la llegada de un fax con todos los detalles del nuevo crimen. Un ligero chirrido le advirtió de la llegada de los documentos.
El escaneo de las fotos no era el mejor, pero era suficiente. "Nada interesante, solo unas fotos morbosas...tendré que hacer el trabajo sucio después de todo" pensó. Abrió su cuaderno, escrito hasta la mitad, y añadió algunas anotaciones. Por lo que recordaba haber visto y escuchado en el Lobo Negro en el pueblo había unas treinta personas. La mayoría no parecían muy interesantes, pero no podía descartar a nadie.

- En fín - dijo en voz alta - tendré que salir a dar una vuelta. "Seguramente estén reuinidos en el ayuntamiento".

El segundo trago dejó vacía la jarra de café y se vistió rápidamente con lo primero que encontró en el armario. "Un día de estos tendré que hacer la colada" pensó " aunque, qué diantres, es más fácil comprar ropa nueva". Cerró la puerta blindada dándo cuatro vueltas a la llave y enfiló la carretera que bajaba hacia el centro de la ciudad. Mientras caminaba, sacó una libreta del bolsillo interior de su chaqueta y leyó la lista de nombres. "Bastian Rodriguez...Diego...Julián Echolls...vaya, Echolls" - algo le daba vueltas en la cabeza - "No es el apellido más común del mundo, pero no tiene porque pertenecer a la misma familia...de todas formas tendré que hablar con él."

Al término de sus divagaciones se dió cuenta de que sus pasos le habían llevado, quizás por instinto o quizás por costumbre, hasta la puerta cerrada del Lobo Negro. "Cerrado...deben estar de camino al ayuntamiento" supiró "será mejor que me de prisa" Pensó mientras se encamianba, esta vez sí, hacia el ayuntamiento.

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(*(*ArTeMiSa*)*) escribió:
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- Uff mi cabeza... ¿qué hora es?
Mayra estiró el brazo y miró la hora, el escándalo que estaban formando sus padres la había desvelado de su frágil sueño - Joder son sólo las doce... ¡os podéis callar un ratito! ¡Hostias que es sábado!- Chilló con la poca fuerza que quedaba en sus pulmones quemados por la monumental juerga de la noche anterior.
Al instante escuchó cómo su madre se precipitaba escaleras arriba y entraba con estrépito es su habitación.
- ¡Es que para un puñetero día de descanso que tengo no se puede dormir o qué?
- ¿Cómo puedes pensar en dormir?, ay Dios mío May que tragedia, ¡qué tragedia!
- ¡Afús haber qué drama te pasa ahora! ¿Se ha vuelto a estropear la lavadora?
- No te lo vas a creer May, ¡ay Dios mío!
- ¡Deja ya a Dios tranquilo! ¿Me lo vas a contar ya? Porque sino ya te puedes pirar que tengo sueño...
- Han matado a Elvirita May...
- ¿Qué?, déjate de coñas "má" que no tiene ni puta gracia... - Mayra miró el gesto serio y compungido de su madre y supo que no bromeaba.- Pero ¿qué ha pasado? ¿Un accidente o qué?
- No lo sé May, el alcalde ha convocado al todos los del pueblo para que vayamos yendo al ayuntamiento, haber qué nos cuenta. Aunque...- Su madre giró el rostro hacia el inmenso ventanal de la habitación de Mayra que daba a la azotea y se detuvo unos segundos respirando hondo.
- ¿Aunque qué "má"?
- Dicen por ahí que ha sido ese hombre, ese malnacido... el Rondador del Miedo- dijo con una mezcla de respugnancia y pánico en la voz.
- ¡Anda ya mamá! ¿Cómo va a estar ese tío aquí? ¿Que vendría a hacer en una mierda de pueblo como este? Seguro que ha sido un accidente o... yo que sé
- No sólo han matado a Elvira, May, también a Andrés, el vigilante...
- ¡Por Dios! No me lo puedo creer, no es posible...
- De todos modos es bueno que vayamos a ver qué tiene que decir el sabihondo del alcalde. Tu padre y yo vamos ya para allá.
- Yo tengo que ducharme, no pienso salir con esta cara. Id para delante, yo ahora luego voy.
- No me gusta que andes sola May, no se sabe qué es esto y...
- ¡Mamá por favor no seas plasta! Quédate tranquila, iré a buscar a Eva de camino para allá; no te preocupes ahora te veo allí.
- Esta bien, no tardes hija por favor. Hasta ahora.- Y con el mismo gesto serio con el que había entrado abandonó la habitación.

Mayra se miró al espejo; tenía todo el rímel corrido por los ojos y el colorete esparcido de mala forma por los carrillos, y aún así no podía dejar de notarse la palidez que había adquirido su rostro al conocer la amarga noticia - Dios mío Elvira... una tía tan simpática y agradable con todos, siempre cooperativa y con una sonrisa..., ¿por qué le haces esto a las personas buenas?- Prefirió dejar de pensar porque las lágrimas estaban llegando a sus ojos y no quería llorar como una niña pequeña, había que mantener la templanza.
Se miró de nuevo al espejo y se revolvió el pelo, una vez que este cubría un poco su rostro se sintió más atractiva.
Iba a dirigirse a la ducha pero antes le apeteció salir a su lugar favorito, su azotea, desde donde practicamente podía verse todo Aguasierpes. Miró hacia abajo debido al revuelo en la calle que llegaba a sus oídos: Aurelio salió de su casa, claramente iba en dirección al ayuntamiento. Vislumbró un poco más a lo lejos la casa de Carolina - seguro que está investigando el tema - se dijo para sí.
Respiró hondo y decidió que ya era hora de ducharse o iba a ser la última en aparecer. Se giró hacia la izquierda y algo atrajo su mirada; una figura de negro en lo alto de la colina del oeste. Se frotó los ojos, notó como salía la pestaña cargada de rímel que le estaba fastidiando el ojo desde hacía rato. Miró de nuevo fijamente a la colina, allí no había nada.
- Mira mejor que me meta ya en la ducha porque con esto sólo puedo pensar en dos opciones: una, o me hecho menos rímel porque me está lastimando la vista, o dos, más vale que me plantee dejar de beber ocho chupitos de tequila por noche...

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pedro614 escribió:
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(Como se especifica en los consejos, uno sólo puede manejar a su personaje, los demás protas corren a cargo de su dueño, y todos los secundarios los manejo yo. Si se quiere hablar con otros, hay que indicarlo y dialogar aquí, o quedar por messenger y dialogar allí, y luego ordenar la conversación, copiarla y pegarla aquí, si queréis una conversación secreta, guardarla y no la pongáis aqui, pero guardarla y me la mandáis a mí)

A media mañana empezó la reunión, la escasa población estaba congregada en la sala principal del ayuntamiento, en la plaza mayor, no tenía perdida. Algunos no habían aparecido aún, por causas desconocidas. Hugo el dueño del hotel y miembro de la junta, se erigió como portavoz de la alcaldía, supervisado por Aurelio que estaba sentado en su silla de ruedas detrás de él.

-Escucharme-dijo Hugo alzando la voz hacia los presentes-. De momento que todo el mundo permanezca en sus casas y conservemos la calma. Berta y la inspectora Carolina se encargarán de la investigación. Volver a vuestras casas y llamar por teléfono a la comisaría si veis algo extraño o pasa cualquier cosa.
-¿Pero quién nos va a proteger de ese asesino?-exigió Diego.
-Creemos que sólo estuvo de paso por el pueblo y se marchó. De momento esperaremos el resultado de los forenses, dentro de unas horas-respondió Berta-. Una patrulla de la Policía Nacional custodia la escena del crimen. Son nuestros únicos refuerzos, la comisaría central no puede enviarnos más ayuda, tienen a todos los agentes ocupados en los asesinatos por toda la provincia.
-Claro, y un pequeño pueblo les importa una mierda. ¿Y si ese mal nacido sigue aquí? ¡En nuestro pueblo!
-De momento no podemos hacer más, vuelvan a sus casas y enciérrense.

Hubo un murmullo de desaprobación y pasaron algunos minutos discutiendo. Poco después cada uno tomó su propia decisión, dejando la sala de reuniones vacía. Una vez en la calle, cada uno tenía que tomar la opción que viera más acertada.

(Si alguien quiere decir algo pegando un grito en la reunión puede hacerlo a modo de protesta, pero no será respondido porque solo era un comunicado oficial forzoso)

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mauro alexis escribió:
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(LO SIGUIENTE ES PARTE DE LO QUE PRESUMO PODEMOS CONTAR SOBRE LA VIDA DE AZUL ANTES DE ARRIBAR A AGUSIERPES.)

Aquella misma tarde, en la posada de Azul, la luz parecía tornársele en los tonos más siniestros de la oscuridad. Los paramentos de su habitación aparentaban escupirle una delgada flema de luminancia solar, que, por el ventanal, apagadamente penetraba. El amoblamiento, decorado en libros, despedía un aroma amaderado que secaba la pieza entera.
Sobre una mesa de noche, que se hallaba a un lado de la cama había, tendida, una carpeta de cierre, forrada en gamuza, con el lomo y las cubiertas por encima de la tabla superior. Y en la abertura del cuaderno, quedaban comprendidas dos páginas, de las cuales estaban: una en blanco, la segunda con la tinta todavía fresca.
Azul, con su tez, rellenaba el espacio, vacío de claridad, que en sus aposento sobraba; y desmontaba sus atavíos con lentitud.
Descubiertos los hombros, su espalda sin abrigo, se inclinaba por sobre sus senos a ayudar a las engarabitadas manos a despejar de su cintura el entallamiento del vestido que llevaba.
Era una daga desembainada, en su frialdad, es su palidez, en la perpetuidad de su quietud, en el filo de la agudeza de su mente. Sin movimiento, sin manos que la sostuvieran. Ese era el destino que los días parecían ofrecerle.
La soberbia negrura de sus ojos, revelaban con su brillo, la verdad antagónica de una mentalidad pura, que en ella residía, o regía. Una mentalidad que fue moldeada con el dolor, forjándose en su interior el producto de la mezcla, entre odio y temor, más imperioso del que pudiera haber imaginado estar presa. Quizá éste forjara la de todos en Rincón de Lobos. Pues el pueblo entero se sumía en ambos, como Azul, una parte en pavor, otra parte en el coraje.

(LO SIGUIENTE ES DIARIO.)
.... de agosto de 2008.

"En qué estuve pensando en estos últimos días, no me animo a recordarlo. Un entrelezamiento de días pasados y sucesos recientes me tienen algo desorientada; como un deyavú que confunde a quien lo experimenta y sin arrojar mayores datos lo deja en la incertidumbre de no saber en qué tiempo aconteció lo que se cree haber vivido.
Particularmente siempre he tomado la vida de manera animosa, recibiendo con alegría los regalos, aceptando a crualdad del destino cuando la desgracia se avecinaba.
Pero hoy, hoy puedo tomarla de ninguna manera. Ni siquiera buena, ni siquiera mala. Y no es eso lo que considero negativo. Lo que realmente lamento es que esta desesperanza absoluta me haya obligado a transitar por una estrada de de desgano y nihilismo, que yo misma, en otra época le hubiera criticado a cualquiera.
Con las afirmaciones anteriores, talvez lo que procure sea dar excusas para apañarme y permitirme estas desmedidas licencias.
Realmente me siento desconforme con la manera en que estoy llevando mi vida. A penas cumplo con mis alumnos en el instituto. Poco he alcanzado con lo de Rubén: escasos datos, descompromiso, desinterés por parte de las autoridades. Todo como si estuviera bajo un manto de complicidad. Y demasiadas teorías.
Para colmo, y retomando a mí, he notado que Joaquín se me ha acercado de manera insinuosa. Me llama la atención viniendo de un hombre como él; y no quisiera pensar mal, pero creo que detrás de sus ojos claros está pidiendo a gritos que alguien le brinde un poco de cariño. Y yo quisiera, pero no me siento en un momento en que me pueda dar el lujo de establecer una relación con alguien. Para ser sincera, no estoy en un momento de mi vida que me sugiera predispocición alguna. Es que ni siquiera sé porqué sigo residiendo en este puto pueblo.
Cuando me pregunto esto último, me respondo que ´todo es por Rubén´. Pero más allá de él, sé que hay algo, quizá latante en la profundidad de mi alma, que me mantiene atada a esta páramo deshumanizado."

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(¿Está todo parado? veo que hay repetición de post)

Odio el egoísmo.

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 (HOLA PEDRO Y COMPAÑEROS POR EL MOMENTO AUSENTES. AQUÍ LES DEJO LA CONTINUACIÓN DE LA HISTORIA "PREAGUASERPIANA" DE MI PERSONAJE, AZUL.)

 

La puerta del Colinas fue cerrada con ímpetu, de lejos se podía admirar la silueta de aquella mujer cruzar rápidamente el frondoso jardín del motel, acercarse al portón del enrejado, abrirlo con violencia y tomar el camino de la vereda nocturna. La indignación que la embargaba había crecido lo suficiente como para aparcar el temor que, en su lugar, cualquiera hubiera experimentado.
Su casa quedaba a no más que unos cuantos metros, doblando dos esquinas sobre le misma manzana y cruzando al macizo contiguo al del Hotel Colinas. Allí, en uno de lo departamentos de los edificios tenía su hogar, donde podría descansar, después de haber transcurrido aquel día que tanto la había abatido y decepcionado.
Manvacía, por no captar la atención del inspector de la policía y, debido a ello, no contar con el apoyo profesional que, creía, le correspondía, se dirigía a su hogar, meneando su flanco casi imperceptiblemente Azul María; con la mirada hacia abajo, tiritando de nerviosismo y bronca.
No quería seguir machacando a los lugareños con sus conjeturas, pero se sabía en lo cierto, más aún basándose en los últimos acontecimientos. Quizá el mentís que tuvo el sargento de la policía para con su versión hya terminado por convencer al inspector Fernández que lo suyo no era más que delirios de una viuda histérica.
La nolición a sus pedidos de auxilio terminó cuando de un salto se incorporó en la recepción del Colinas y se alejó del recinto, sin siquiera saludar a los policías, ni al dueño de la mansión. La actitud impasible de aquellos le resultó como un insulto. En un principio se había dejado cautivar por la mesura y amabilidad con que Fernández le había proporcionado trato. Pero ahora sabía que no era más que otro cerdo hambriento que sólo buscaba satisfacer sus necesidades fisiológicas con lo que el Estado le arrojaba al corral.
De seguro el sargento Gómez estaría terminando de malquistarlos, haciendo momos y diciendo chismes sobre ella. Aunque ya no le importaba lo que pensara ningún idiota.

Caminaba por sobre una de las veredas de la calle Lugano atravesando un linio de fresnos muertos, cuyo follaje se había marchitado hacía años. Y oía el mélico crujir de sus ramas. Cruzó la avenida, vigilando de un lado a otro, por si alguien se avecinaba.
Se asomó a un edificio. La fachada carecía de revestimiento alguno y parecía implorar a gritos una lucidura para los aparejos de al menos el paramento principal. Una imponente puerta de madera, pintada en cárdeno y su frontispicio, con la estatuilla de un angelito arpista en su centro y una inscripción que, a modo de burla, decía: " Requiescat in Pacem", coronaban la luctuosa escena que la construcción representaba.
Azul leyó aquello, como todos los días, bajo la artificiosa luz de los faroles y la falsa, que reflejaba la Luna.
Antes de entrar, miró a su izquierda, hacia las elevaciones, y contempló a lo lejos un monte y, detrás de éste, la Montaña del Muerto, que se erguía estática, con su sombría presencia entre las demás colinas de la madrugada. Se dijo a sí misma: "definitivamente aquí está repleto de melenos".
Destrabó la puerta, luego la abrió, cruzó las jambas, bajó por el lumbral, dio media vuelta y volvió a llavear, asegurando la entrada.
Meditaba en el mismo asunto, en la miscibilidad que ambos homicidios podrían tener, en las fechas de los fallecimientos; en la levigación que Gómez quería obrar entre los materiales que ella había presentado como partes fundibles de una aleación.
Se acercó a las escaleras y comenzó a ascender por los peldaños; y musitaba insultos, mientras se dirigía al segundo piso. De pronto sintió cómo le penetraba en las napias el fétido aroma que de la melladura de alguna cloaca quebrada emanaría. Entonces, maldiciendo al consorcio, al edificio, también a Gómez, al inspector y a todo Rincón de Lobos "con su carma", como solía decir, obstruyó sus fosas nasales con los dedos, evitando el hedor, mientras se ayudaba con la otra mano deslizándola sobre el pasamano del parapeto, a fin de sostenerse , pues ya se estaba cansando.
De esta manera llegó hasta la segunda planta, se aproximó a la puerta "c" y, bajo el silencio de la madrugada y en la soledad más absoluta, dio movimiento la cerradura y posteriormente el picaporte, para luego ingresar a su apartamento.

Una vez resguardada en su hogar ocultó las llaves sobre la ménsula del pasillo de entrada; se quitó los zapatos, la musculosa que llevaba puesta, tomó de un anaquel una copa de vidrio, sacó un vino de la heladera (un mistela), lo sirvió y colocó una rodaja de naranja en el receptáculo de la copa y, tomándola por el tallo, la puso sobre la mesa del comedor.
Se dispuso a sentarse, pero recordó algo, algo que hacía semanas venía finiquitando y que por culpa de los sucesos recientes acabó olvidando.
Su novela.

No le faltaba más que unas páginas y algunas ilustraciones alegóricas a la historia para terminarla.
Sería cuestión de ir hasta el dormitorio, tomar el cuaderno anillado de uno de los cajones de la mesa de noche, llevarlo al comedor y pasar unas cuantas horas en vela, para poder darle fin al proyecto.
El problema era que temía que su ingenio ahora estuviera un tanto lego, de hacho, ella misma se sentía en un período de estupor, en el que talvez no podría concebir idea alguna. No obstante, decidió que aquella madrugada daría culminación a su relato.
Una vez sentada en una de las sillas del comedor, descansando su espalda en el respaldo; frente a la mesa, el cuaderno y la copa aún sin ser libada, se preguntaba cómo seguir.
No podía, sus pensamientos se desviaban hacia mil direcciones, mas todas alejadas de su objetivo. Mejía de a ratos el mistela con el luquete en su interior. Hacía bocetos de los marmosetes de la obra, descartando algunos, seleccionando otros. Buscaba una fuente de inspiración, algo que le sirviera de gradas para elevarse hasta el clímax, en la parte ulterior de la obra. Y no halló idea más apropiada par ello que matar a uno de los personajes primarios, el héroe.
Y trabajando con la pluma en ello, lucubró la noche entera, macizando el espacio de las páginas con imágenes y situaciones, hasta que el cielo clareó y no continuó más, porque ya había terminado su trabajo y ahora la novela estaba completa.

El teléfono sonó en la habitación, haciéndose escuchar más que lo que el radiodespertador pudo, ya que pasó la mañana entera ignorado por Azul, quien lo apagó al percibir su estridente timbrar.
Alguien llamaba, debía atender; no había dudas, era de parte del instituto, talvez se tratara de Ángela, que intentaba comunicarse con ella para reprenderla por su tardanza.
Aunque le insistiera, no desistiría en su intento de ausentarse aquel día. Realmente no tenía ganas de trabajar; a penas tenía fuerzas para mantenerse en vida.
Se destapó de su frazada, quedando desnuda en el torso, dirigió su brazo hacia el aparato telefónico, reposándose aún en la cama.
DIrigió su vista al lumbre de la ventana, a través de éste unos cúmulos se movían hacia el norte, oscureciendo de a ratos las calles de Rincón de Lobos. El sonido del artefacto ya no le molestaba; se había ensimismado en la contemplación de aquellas nubes tan oscuras. Su mano se detuvo por unos instantes, cubriendo el tubo, durante el tiempo que le duró la abstracción, que fue ínfimo. Después descolgó y atendió.

-¿Hola?- dijo con voz queda, mientras sentía cómo el mador de su mano le humedecía ligeramente la pierna al posarla sobre ella.

-¿Qué tal Azul?- respondió la directora, del otro lado del aparato- Te llamaba con el fin de...

-Disculpa que te lo avise ahora, Ángela, pero no me presentaré hoy en el establecimiento, ¿sabes?- la interrumpió-, no me siento muy bien después de lo que nos pasó ayer.
Pensó que las reprehensiones por parte del director no se harían esperar; que el mal desempeño que había mostrado tendría en aquel momento su devolución pertinente.

-No te intereses por eso ahora, Azul, calculo por lo que me dices que aún no te has interiorizado- le adelantó- Es que hay preocupaciones más importantes, preocupaciones que debemos atender.

-Se me hace difícil comprender lo que dices; si fueras más específica...- le pidió la joven profesora, que al oír el timbre del portero se estremeció y en un repente se exaltó su cuerpo, haciéndole dar un suspiro claramente audible.

-¿Sucede algo, Azul, contéstame, por favor!- exclamó Ángela sobresaltada.

-Discúlpame, es que están llamando de la calle- se excusó ella- ¿Podrías esperarme un momento? Ya vuelvo.

-Si, pude oír el timbre, ¿pero es algo urgente?- le preguntó, intentando retenerla.

-No lo sé, aguárdame unos minutos- y colocó el fono tubo sobre el mueble; se dirigió al comedor, a la puerta de entrada. A un lado de ésta había un interfono, del cual provenía el intermitente sonido. Azul presionó el interruptor para atender.
La voz que escuchó le sonó muy familiar.

-No sabes lo que ocurrió esta mañana, debes bajar inmediatamente- le declaró.

-Eres Ismael- afirmó, de manera previa a su respuesta- Bajaría de prisa, como pides, si no fuera que tengo a la directora del instituto...

-Oh, perdón- interrumpió el anciano- no quisiera molestaros, pero tú sabes cuánto me atrae esa mujerzuela. Además, lo que debo contarte es importantísimo.

-Noo! Ismael...!- contestó Azul, sonriendo- Te equivocas, para variar. Siempre lo haces, por apresurarte- y lanzó una carcajada que no volvería a emitir por al menos un largo tiempo- Hablaba con la directora por línea telefónica, creo que me quiere asesorar sobre un asunto de relevancia. Sube y compartimos un café, o un té, si quieres, y me lo cuentas todo- le ofreció- ¿Qué te parece?

-Bueno, me parece buena idea, prefiero que estés sentada para contarte la nueva; además vengo del Lobo Negro y tengo algo de hambre. Te espero a que bajes.

-Dime, ¿es algún dato a cerca de lo que ayer conversamos sobre Rubén? ¿Posees más información al respecto?- inquirió con insistencia.

-No, prefiero esperar a que al menos bajes, pero no es sobre Beni. Te espero aquí, ¿vale?

-Vale- concordó, Azul, decepcionada, como se le estaba haciendo de costumbre estar- Tardaré unos momentos y ya estaré disponible para ti.

Regresó al dormitorio, donde la esperaría la presencia tácita de su colega, representada por el teléfono. Tomó el tubo, pero al asomarlo a su oído, notó que aquélla había colgado.
Entonces comenzó a marcar el número de su celular. Cuando acabó, dió un suspiro de espera.

-¿Haló?- atendió Ángela- ¿con quién...?

-Soy Azul, ¿por qué cortaste? Fueron a penas unos minutos- sobrepuso.

-Te pido perdón, tuve una llamada urgente de parte del ayuntamiento y me ví en la obligación de atender.

-¿El ayuntamiento? ¿Por qué razón?... Claro, si es que puedo saberlo...

-Por supuesto, y de eso mismo es que quiero hablar- comenzó la directora- Mira, el instituto ha cerrado, y continuará así durante un plazo que todavía no hemos determinado- ante estas palabras Azul se preguntó si los homicidios de Irene y Oscar tuvieron incidencia en la decisión- Es una resolución que recientemente debí tomar, por las condiciones en que nos hallamos.

-No entiendo,- discrepó Azul- si bien es un asunto muy delicado lo que nos tocó en desgracia con Irene...

-El problema...- dijo acallándola- El problema es que no fueron ellos solos. Hoy por la mañana encontraron el cuerpo de Hugo, acribillado en su posada. y un rato antes de que me llamaras me informaron que encontraron el de Edward también, mutilado en la plaza.
Azul dejó caer el tubo al suelo y no volvió a levantarlo. Salió de su apartamento, bajó las escaleras corriendo y una vez en la entrada, abrió la puerta del edificio.
Enfrente suyo encontró a Ismael, cuya apariencia, notó, había desmejorado desde la última vez que lo vio.
Éste, al mirar la apertura de los ojos de la mujer, supo que ya estaba al tanto de las malas que había ido a comunicarle.

- Ya me enteré de todo, ¿Porqué no subimos, Ismael?- le invitó.

-Noto que... te acabas de enterar. A decir verdad, sólo venía a contarte esto. Por si no lo sabes el velorio se hará hoy, a las cuatro de la tarde.- respondió- Será mejor que te libere de toda carga, supongo que necesitas estar sola.
Pero lo que Azul precisaba era a alguien con quien al menos compartir un café.
El vagabundo la tomó de la mano, luego la soltó, giró a un lado y se marchó a paso lento, con dirección al norte, como yendo al camino de las montañas. Y terminó doblando en una esquina.

La tarde la vio mojada en llanto, no de dolor, sino de desesperación. Ya no se trataba de un caso eventual, sino de un asesinato en masa, de un genocidio planificado; con una serie, que hasta el día parecía carecer de sentido; pudiendo ser ella misma una posible víctima de aquel psicópata que andaba en libertad y mataba a capricho.
¿Qué hacía allí todavía?, se preguntaba. ¿Cómo escaparía con vida del pueblo?... sin ser vista! ¿La dejaría marcharse la policía?, ¿o la retendrían como a una posible sospechosa?
Todos los pensamientos que en su pesimismo y depresión concebía conducían a una misma solución.
Recogió una caja de madera que guardaba en un armario empotrado en el comedor. La puso en la mesa y tomó de su interior diez pastillas.
Las raciones ahora yacían sobre la madera, invitándola con el sabor de la muerte.

Mauro Alexis.

 

 

"Habla de tu aldea y serás universal."

 

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pedro614
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ok, incluyo esto último tuyo Mauro y reviso lo demás, incluyendo todo en novela.

Odio el egoísmo.

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