Día a Día: Febrero 2010

¿Pero van todos aquí, así mezclados por las buenas? esto puede resultar un batuburrillo de ideas sacadas de chisteras inexistentes o un gazpacho de invierno para tomar en una tarde de lluvia. Los que escribimos ya somos demasiado desordenados como para experimentar con el caótico desorden natural de las palabras, por aquello de que la costumbre se puede convertir en vicio. Vicio poco sano, por supuesto, de los que te chupan el alma y te dejan sin resuello, de los que te absorven las entrañas y se ocupan de los desvelos nocturnos. Palabras desordenadas sí, diarias pero desordenadas. A lo mejor esto nos enseña a ver la belleza que se oculta en el caos... de cualquier manera, que quede constancia de que hasta los no cuerdos se atreven a disfrutar con el desorden experimental de la palabra.

No me cansaré más que no es cuestión de agotar esfuerzos el primer día y quemar recursos para el resto de semanas que se sumarán al despropósito de desordenar palabras que intenten gritarle al mundo algo coherente.

-----------------------------------------------------------

Mola esto de improvisar sobre la marcha, eso sí, no conté las palabras.

 Sinsentidos de palabras, batiburrillos de ideas.... Caos, en general, es lo que tenía en mente. No he parado en los últimos días, no he dormido nada, pero aún así sigo espoleado por una sensación interior de felicidad y fuerza. No me había sentido así en años, la verdad. Ahora.... me siento mejor que nunca cuando debería estar hundido, y me gusta esa sensación. Me levanté de la cama , y, de un salto, bajé las escaleras hasta la planta baja, y, de ahí, salté por la ventana abierta a mi patio.¡Jesús! Nunca me había planteado saltar una ventana así, pero me salió como el gesto más natural del mundo. Del patio a las calles, a ver borrachos, y de las calles a las afueras, al campo. Del campo al bosque, corriendo, eufórico de libertad, la luna llena brillando en el cielo. Ascendí hasta la montaña y , desde lo más alto, aullé. Era libre.

Un torneo en toda regla.

Ya me engancho el lunes que viene que he llegado tarde...

¿Por cierto, si se tiene un MAL DIA , se puede uno marcar un Spider Jerusalem y poner 150 veces: "joder"? XD

Y tampoco tienes que esperar al Lunes jodeeeeer XDDD

 Y ahí estaba yo, como siempre. Huyendo como un perro.

Veréis, todo esto viene por mi insana lujuria. Todo comenzó un día de verano, en el que , en la piscina de un amigo mío, conocí a la pava más buena que os podáis imaginar. Total, que como no había salido con ninguna, decidí probar suerte. Ese día hice el amor por primera vez. La chica , todavía con el bañador, me mostró su habitación y se cambió delante mío. El resto creo que podéis imaginarlo. Después, siempre quise más, y no me contenté con lo que ella me daba, sino que fuí a más. Más chicas. Rubias , morenas, planas, curvilíneas, con carácter fuerte o blando, me daba igual. Todo me parecía bonito, todas las chicas guapas, y cualquier lugar el mejor. El tiempo que pasaba era tiempo desperdiciado. Claro, no todas las chicas querían sexo, pero yo aceptaba sus besos y de mientras le metía mano por debajo de la camisa y la falda. No era un pervertido. Sólo buscaba pasar un buen rato con cualquier chica. Me iba con ellas a la playa, dábamos paseos, hablábamos.... las hacía felices. Y a cambio yo también lo pasaba bien. Era un buen pacto, pensaba, y lo sigo pensando. Ah, y nunca les mentí. Sólo les dije medias verdades. Por ejemplo, si yo le decía que era guapa, a mí me lo parecía, como ya os he dicho, todas lo eran. Si me decía que estaba con otra, le respondía que ahora estaba con ella y le daba un beso. Si alguna se ponía borde, me iba a por la de al lado. Sin problemas ni complicaciones. Nunca he dicho " Seré fiel" o "no podría querer a otra". Pero al caso que nos ocupa. Yo corría. Y veréis, por extraño que parezca, no hay tantas personas en el mundo. Una vez que te has ligado a todas las chicas que conoces o has visto pasar por la calle, ¿qué te queda? Internet, por supuesto. Ahora, las chicas delgadas, con problemas de autoestima y gafas eran mi especialidad. Las quería, aumentaba su moral, les robaba algun beso y las hacía enrojecer... y después, los frutos eran dulces, una vez que había roto ese caparazón que la aislaba del mundo. O mejor, me metía por debajo. Lo peor de todo eso esque no se mueven de sus casas. Y lo peor es que tienen hermanos (o padres, como es éste caso, que no se me ha olvidado) muy muy protectores, y que lo más probable esque entren en la habitación si ven que suspira más de la cuenta. Pero aún hay más, esque algunos se ponen violentos(como es el caso) Pues eso, que ahí estaba yo, corriendo a cuatro patas después de saltar por la ventana. Y el padre detrás persiguiéndome. Pero, oye, no todo es tan malo. Una vez le dí esquinazo, encontré a un grupo de chicas de botellón.

Bueno, debo dejaros por ahora.......

Palabras

A veces las palabras son como flechas; salen disparadas en una dirección, pero no atinan donde querías dar. A veces incluso, salen sin que hayas dado orden de salida; salen como si tuvieran alma propia, y se lanzaran buscando un objetivo que difiere del tuyo. A veces salen suaves, casi sin fuerza, y según se alejan y llegan al objetivo te das cuenta de que se han hinchado, han cogido vida, y provocan un dolor que no querías crear. A veces las palabras hieren, a veces las palabras matan.

A veces no hay palabras. Y entonces poco a poco te vas llenando de flechas, vas cargándote de ellas; día a día una más, y sabes que no vas a poder con ellas. Necesitas lanzarlas.

Te pasas horas decidiendo cuál debería ser la fuerza, la dirección, e incluso qué tipo de flecha deberías lanzar. Te pasas días pensándolo, semanas analizándolo... años.

Y esas flechas nunca salen. Nunca llegan. 

Marrones

El Otoño para un ciego:

Marrones verdosos, oscuros tostados, colores que inundan el bosque...nubes atrevidas pintan el cielo.

La luz del sol no debe de tener el mismo color en Otoño, el anochecer no marca los mismos pasos que en verano; la playa no presenta el mismo marco que en Agosto.

Ahora, el mar se oscurece y engulle la costa, de brava manera. Este debe de ser el Otoño.

Yo no veo los paisajes, ni los colores, ni las imágenes, pero,las percibo...

Para mí, es el ruido de las hojas cuando se pisan, es la humedad de la fina lluvia al caer, es el silencio estremecedor de la costa, es el frescor del mar cuando explota, es el silencio de los pájaros cuando se alejan.

Eso también es Otoño:

‘Cierra los ojos y siente’ 

El Otoño para un currante:

Marrones verdosos, oscuros tostados, marrones que surgen como setas, marrones que no sabes cómo resolver. 

Se hace de noche antes en Otoño,  y los marrones afloran por doquier.

Yo no veo los paisajes, ni los colores, ni las imágenes (porque los veo tras el cristal...)

Existe gran variedad de marrones en Otoño.

Unos te caen del cielo sin darte cuenta; Otros salen de tu olvido, pero siempre te recuerdan que están ahí. Los hay gordos, graves, complicados, punzantes.

Y los más espesos siguen allí hasta el bonito momento del alba.

Eso también es Otoño, ya sabes...

‘Cierra los ojos y aguanta’

 El susurro de los paisajes olvidados.

La quietud de los árboles, el aroma de los pinos.... es un bálsamo para el cuerpo. El sentir roca firme y natural bajo tus pies, y no un suelo de cemento, y mirar a lo lejos y no ver más edificios, sino un profundo cielo azul bordeado por el pico de una montaña... El poder perderte en un paraje siempre igual, andar por caminos que no sabes dónde van.... Olvidar.... Nunca podré olvidar la quietud y paz de este lugar. Mis penas me comen salvo cuando estoy aquí. Relajado y tranquilo, miro hacia el abismo de un precipicio y puedo ver abajo cómo un río nace. Es mi tierra y mi hogar, y siempre me ha acogido como un santuario cuando el mundo me ha derrotado. Aquí el frío no roe mis huesos y el calor no me sofoca, estoy a la sombra en un día caluroso junto a un lugar fresco. Siento cómo poco a poco me voy sintiendo mejor, y me siento con ganas de vivir aquí para siempre. Sonrío y me siento feliz.

"Desahogo"

Soy de reacciones viscerales. De esas que te calientan la boca y te enfrían el estómago. No lo puedo evitar. No lo quiero evitar. La vehemencia no es un pecado por mucho que quieran convencerme de ello. Soy consciente de la impresión que da mi ímpetu, de la imagen que muestra de mí esa pasión que pongo al hablar... ¿y? quien quiera acercarse sabrá mirar más allá, quién no pasará de largo... no me importa, a estas alturas de mi vida no me importa. Seguiré capoteando malentendidos, haciendo afrenta a la primera impresión, poniendo el alma en cada cosa que digo, y las ganas, y el caracter... y que cada uno cargue con lo que quiera ver, con lo que quiera entender.

 Los cañones rugían bajo el efecto de la pólvora. Los arqueros sudaban y muchos habían muerto. Los trebuchets, sacados en una última esperanza, lanzaban piedras sobre la interminable masa verde que se cernía bajo las murallas de la ciudad. Las balas de arcabuz volaban y la pólvora escaseaba. El ejército se estaba cansando y se desanimaba al ver que entre los asaltantes sobresalían bultos enormes de piel clara, gigantes, listos para acometer contra las puertas. Los magos lanzaban sus más mortíferos hechizos mientras que los magos de los pielesverdes respondían de igual manera. Entonces, una sombra cubrió por un momento la fortaleza, y una enorme serpiente alada con un orco montado en ella se abatió contra los defensores, que huían de terror al ver...

-¡La cena!- Oyó que le llamaba su madre.

Con un suspiro , dejó el libro y se dispuso a bajar. No siempre podían terminarse todas las historias de golpe, y muchas se quedaban a la mitad para siempre.

Jane, no he visto el video, a ver si lo encuentro...

¡será que casi todos los niños piensan igual...ó mejor dicho,  ¡igual de diferente!

Gracia Jane, pero como tengo una mierdilla de conexión, no consigo verlo... probaremos en algún otro sitio.

Ahí va el día día de hoy:

Me da miedo meterme en el cuarto; acercarme a aquella cama, y enfrentarme a la realidad. Pero debo ser valiente, y entrar.

Sé que mi cara me va a delatar, y eso es lo en estos momentos, él menos necesita; pero, no es mi culpa, no sirvo para esconder lo que siento, soy incapaz de congelarme, cuando mis entrañas se sacuden para decir lo contrario.

Y él lo que necesita es alegría; una voz que le dé consuelo, que le hable de algo diferente a su enfermedad; que evite la realidad y le aliente a soñar en las cosas agradables de este el mundo...

¡Y si consiguiera que tuviera al menos un segundo de ilusión por lo que seguir luchando...! Eso es lo que necesita..., y yo, sólo puedo darle lágrimas; lágrimas egoístas, porque eso es lo que necesito yo, soltar esas lágrimas.

Pero entraré pisando fuerte y con una sonrisa triste en mi cara, porque así lo llevo ensayando todo el día, porque así quiero recordarlo toda mi vida.

"La estatua"

Si te asomas a la ventana podrás verla, inmóvil, soportando con dignidad todo lo que ocurre a su alrededor. Parece que sonríe ¿la ves? Si te agachas un poco da la sensación de que juega a esconderse entre los setos.

La rodearon de arbustos para protegerla pero a la vez la aislan del mundo y de todos. Nació para que recordáramos un momento y ahora es en ella en la que el olvido hace presa. La fuerza de la costumbre ha hecho su presencia invisible y el paso del tiempo se va encargando poco a poco de que esa invisibilidad se haga eterna.

Ella sigue sonriendo, siempre sonríe... tal vez sea para no defraudar a la mirada que se posa en ella, consciente de la misión que le dio vida y lugar en aquel parque.

Los Aquenós

Con el paso de los años, he llegado a estudiar una teoría muy complicada, la teoría de los Aquenós.
Los Aquenós son una especie de la raza humana, muy común entre nosotros.
El 60% de los hombres lo sufre, y afecta en menor medida a las mujeres, sólo a un 15% de ellas.
Para poder identificar a los Aquenós, hay que hacer una prueba muy sencilla. Sólo hace falta hacer la siguiente pregunta (En el ejemplo a un tal Fermín):
Fermín, ¿a qué no subes en 15 minutos esa cuesta?
Si Fermín sale corriendo antes de que acabemos la frase, es un claro caso de Aquenó.
Hay dos tipos de Aquenós; unos, siempre reaccionan por terceras personas, y a los otros es su propio ego el que les incita a que cumplan ciertos retos… ¿a qué no escribes diariamente? ¿a qué no eres capaz de escribir algo fosco?
Los Aquenos hacen muchas más cosas que los que no lo son; otra cosa es que lo que hagan sirva para algo…
¿A qué no conocéis a ningún Aquenó?

   Es una buena forma de verlo. Yo tengo un par de colegas aquenos .

La sangre fluía espesa por la piel de la nutria mientras contemplaba la escena. Su compañero descansaba en la orilla del río. Parecía dormido, pero sangraba , y su piel..... no estaba. Se la habían quitado. Curiosa, se aproximó a él. Olía a muerte y a violencia. Su cuerpo estaba torcido en ángulos extraños, como si le hubieran dado fuertes golpes. Se estremeció de pies a cabeza. Le rozó el cuerpo con la punta del hocico, pero no reaccionó. Se quedó parada, inexpresiva, sin saber qué hacer, hasta que el amanecer la sorprendió. A la luz del nuevo día, lloró sobre el cuerpo inerte de su compañero, sin comprender por qué había pasado eso.