Salve:
... descubrí que la televisión nacional de mi país estaba pasando Saint Seiya. Sí, por enésima vez, pero ese no es el punto. Bueno, me puse a verlo (también por enésima vez) y era el capítulo en el que Shiryu se sacrifica para derrotar al de Capricornio (aunque al final se salva, =D ) ¿Y saben qué? PURE MANLY TEARS. Lo extraño es que he visto esa escena (y toda la serie) como 1000 veces y nunca lo aprecié de esa manera. Luego pensé que tal vez ver una serie después de como 450 000 años de no verla ni en pintura puede que no sea una pérdida de tiempo; después de todo, uno crece, (digi)evoluciona, le cambian las perspectivas y esas habladas de paja, pero aún hay que poner la teoría a prueba.
Ah, también recordé que Saori está muy buena. =D Eso y el hecho de ver una serie animada con con miles de golpes y litros de sangre por cada uno de ellos por primera vez fueron las razones que me hicieron seguir viendo Saint Seiya cuando descubrí su existencia.
En Taro Adun
Saint Seiya es una de esas series que odio por mil cosas, pero siempre veo =/
Referente al tema, tambien me pasó al ver Dragon Ball Z. Aprecié lo bueno, me avergonzó lo malo (ojos laser de Nappa) y aprecie muchas cosas que de niño no notaba, como por ejemplo de que siempre cuando lo bueno va a comenzar se acabe el jodido episodio. Claro que si las escenas son lentas y rellenantasticas, es obvio que van a dejar el cliffhanger para que el siguiente episodio consista en 10 minutos de acción y otros 10 para rellenar y luego cliffhanger.
Creo que el tiempo, la nostalgia y muchas otras cosas nos hacen ver lo mismo en diferente perspectiva, y eso mayormente es agradable.
FReeLaND: Viva la Revolución