Astérix gladiador

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Reseña del cuarto volumen de la serie obra de René Goscinny y Albert Uderzo

 

Asterix gladiador - Goscinny - Uderzo

Astérix gladiador es un cómic que sigue, en cierto modo, la estela de La hoz de oro. Por un lado, está centrado en un personaje secundario de la aldea que va tomando peso, el bardo Asurancetúrix (cuyo nombre es un juego de palabras con “seguro a todo riesgo”, asurance tous risques en francés), el cual se nos presenta como un pésimo músico que, al mismo tiempo, es su pésimo músico. Es decir, que por mal que cante no van a permitir que vengan unos romanos a llevárselo. Este es, de hecho, el motor de la historia: un prefecto que se jubila y que vive ajeno a la realidad del terreno decide llevar al césar como regalo un irreductible galo reducido a la esclavitud. El centurión, más pragmático, elige entonces al que parece menos peligroso.

Asterix gladiadorTodo el cómic, con el humor socarrón y autorreferencial, sirve para dar más cuerpo a este personaje y, por supuesto, a los dos héroes principales, Astérix y Obélix, a los que se presenta como provincianos carentes de sutilidad, irrespetuosos y algo toscos, lo que permite mostrar un contraste humorístico con la gran ciudad, en este caso Roma. En este sentido, hay también un paralelismo con La hoz de oro (aunque en esa ocasión era Lutecia, la actual París, la escarniada), también en el desarrollo, aunque en este caso es más sencillo y más centrado en el humor desconcertante que propiamente policíaco.

Por ejemplo, se supone que los galos son guerreros impenitentes, pero no encuentran gusto alguno en las prácticas de gladiadores, porque son ajenas a su cultura. Este choque entre el esnobismo y la franqueza de la vida rústica tiene su mejor momento cuando el lanista intenta agasajarlos con la delicada (y extravagante) comida de la alta sociedad romana. No es, sin embargo, que el guión pretenda seriamente mostrar una como mejor que la otra; más bien se ríe de los tópicos de ambos lados. Es la tónica de la serie: la caricatura toca a todo el mundo, que es, seguramente, el motivo por el que ha envejecido bien. Baste como ejemplo el retrato que se hace de los turistas.

Asterix gladiador - Goscinny - UderzoEste es el primer número en el que aparecen los desdichados piratas (aunque todavía no en su reparto completo), caracterizados como una mezcla de varias nacionalidades que son la pesadilla de los empresarios fenicios, y también la primera visita de los galos a la capital del imperio. Es una apuesta considerable que queda bien resuelta gracias precisamente a la lógica dislocada del humor del que hace gala. Al final César decide darles la libertad porque divierten al pueblo, lo que no deja de ser otra pulla a la masa de la que formamos parte, y cada uno vuelve a sus asuntos.

Astérix gladiador no es, quizás, una apuesta que aportara mucho a los precedentes tomos de la colección, pero que sirve bien para seguir dando cuerpo al universo propio de Astérix. Tiene buenos momentos humorísticos, la trama es entretenida y ágil, sobre todo gracias al cruce de intereses convergentes entre el lanista y los galos, que al final se engañan mutuamente porque quieren lo mismo, y los escenarios de la gran Roma están bien explotados: el Coliseo, las termas, las tabernas, los bloques de apartamentos con sus problemas vecinales... En definitiva, un buen eslabón de la cadena.

Asterix gladiador - René Goscinny - Albert Uderzo

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