El estanque de fuego
Reseña del tercer volumen de La trilogía de los trípodes de John Christopher
El desenlace evidente de la esta trilogía homenaje a La guerra de los mundos de H.G. Wells era, por supuesto, la batalla para liberar a la Tierra de la presencia de los alienígenas que controlan los famosos trípodes. En Las Montañas Blancas se nos había presentado el universo imaginado por John Christopher, un mundo en el que la tecnología que conocíamos es algo misterioso y residual, con una extraña combinación entre lo medieval y lo contemporáneo, y donde campan a sus anchas unas tremendas máquinas que controlan el mundo: los titánicos trípodes. En su continuación, La ciudad de oro y plomo, los protagonistas descubrían cómo eran los tripulantes de dichas máquinas, los Amos, los artífices de la dominación de la humanidad. Ahora, en El estanque de fuego, toca narrar la confrontación final para liberarla del yugo de los opresores alienígenas.
Por supuesto, va a ser una lucha desigual pero que no se puede posponer porque los Amos tienen el proyecto de transformar nuestro planeta en un ecosistema más adecuado para ellos, lo que supondrá la extinción de buena parte de las formas de vida del mismo, nosotros incluidos. Así, van a ser necesarias acciones osadas para destruir las tres ciudades-cúpula que habían sido el eje central del segundo libro.
En esta tercera parte, John Christopher muestra un buen control de la épica y de los recursos de la ciencia ficción. El escenario ha sido construido de un modo sólido y accesible para el lector juvenil y la confrontación final, en la que la ciencia y el ingenio tendrán un papel primordial, apela tanto a las emociones como a la imaginación. Es el viejo relato de David y Goliath, pero adaptado al contexto tecnológico propuesto.
En este sentido, es el libro que más se aleja de la idea original de Wells, que era algo fatalista, pero es un cierre perfecto para la trilogía. Muestra el buen trabajo de planificación del autor y termina de atar todos los cabos, incluidas las relaciones entre personajes. Quizás no sea una novela tan sorprendente como la primera, donde no se sabía muy bien qué ocurría, o tan sugerente como la segunda, para mí la más potente del conjunto, pero sin duda está muy bien resuelta.
Con ella, La trilogía de los trípodes queda como una magnífica obra de ciencia ficción juvenil, una muy buena iniciación en el género que combina las aventuras con el pensamiento prospectivo. Muy recomendable.
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