Las Montañas Blancas
Reseña de la novela de John Christopher que inicia La trilogía de los Trípodes
Hay obras que te marcan la infancia. Para mí, fueron las de John Christopher, pseudónimo del prolífico Samuel Youd, las que supusieron un antes y un después: no solo me terminaron de condenar a la pasión lectora, sino que me suscitaron un irrefrenable deseo de escribir. Es por ello que no puedo hablar de ellas de un modo neutral.
La que voy a reseñar hoy se titula Las Montañas Blancas y es la primera novela de la trilogía de los Trípodes, una saga de ciencia ficción ambientada en un mundo postapocalíptico, como es frecuente en el caso del autor.
En la época no me di cuenta, porque todavía no conocía el clásico, pero es una especie de homenaje o continuación apócrifa de La guerra de los mundos de H.G. Wells. Digo especie porque para empezar la época cambia: del escenario del siglo XIX de una pasamos a los años '60 aproximadamente de la otra (es algo que no se especifica). Luego, los personajes, los propios invasores “marcianos”, el punto de partida, etc. cambian.
Pero hay aspectos comunes. Las Montañas Blancas responde un poco a la cuestión de cómo sería el mundo si una especie invasora nos hubiera conquistado gracias a su superior tecnología. En el primer libro no se revela mucho al respecto, así que guardaremos el secreto sobre los detalles. Baste decir que a los extraterrestres se los vislumbra en sus enormes trípodes, considerados criaturas en sí, que supervisan a una humanidad en un estado de semicautividad logrado gracias a la terrible “placa”, una red metálica que se instala a todos los seres humanos cuando llegan a la madurez en torno al cráneo, por encima del cuero cabelludo, y que los obliga a obedecer ciertas directrices muy generales de servidumbre hacia los Amos.
La historia en sí es fiel al camino del héroe de Campbell y se conjuga bien con lo que son los ritos de paso. El protagonista, un adolescente que está a punto de participar en el ritual que lo dotará de una placa, se plantea muchas cuestiones sobre el mundo, suscitadas en buena medida por los vestigios de cuando la humanidad no estaba bajo el control de los trípodes, y decide revelarse contra el estricto (aunque en apariencia banal) orden establecido, fugándose para librarse de la intervención.
Esta decisión desata una aventura en la que deberá pasar desapercibido frente a la sociedad imperante mientras intenta llegar a su destino prometido, las Montañas Blancas del título. El viaje, lleno de peripecias que lo van haciendo madurar, es una excusa perfecta para que John Christopher nos muestre ese mundo futuro imaginado, desolador, misterioso y sugerente a un tiempo.
Sin duda, una gran novela de aventuras con un trasfondo de ciencia ficción muy accesible a los niños y apasionante al mismo tiempo, una de esas historias que dejan poso y huella en los jóvenes lectores. Y es que, para crecer realmente, hay que saber sustraerse a lo que nos rodea y desarrollar un espíritu crítico.
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