Una tal Elizabeth Swann... o era Grace O'Malley

La cuarta serie de sobres desmontables de Playmobil viene con dos incorporaciones piratas.

El proyecto Frankenstein, con el que Playmobil se evita montar sus clics y, de paso, estimula la creatividad de científico loco de los pequeños de la casa, entra en su cuarta colección, y los amantes de la piratería romántica estamos de enhorabuena por la doble incorporación que esto supone.

En la serie para chicos nos encontramos con una nueva incorporación, un tipo con ínfulas de capitán y abrigo largo, como parece que está siendo la moda últimamente por el Caribe, que no termina de ocultar su naturaleza de rata portuaria. La verdad, no es un clic para tirar cohetes, pero siempre se agradece una incorporación, aunque, como esta, no traiga ni un solo modelo nuevo: el pelo es el de los últimos capitanes piratas, así como el abrigo largo granate y la cinta del pelo. Incluso los pantalones raídos vienen del náufrago incluido en la serie del año pasado y la camisa de cierto marino de ojos rasgados... Digamos que lo más original que trae es el color del sombrero.

Pero al mal tiempo, buena cara —y preludio de galerna—, porque a este aprendiz de Sparrow le ha salido una acompañante que, por el contrario, trae muchas novedades para la colección y el sobrenombre, por eBay, de Elizabeth Swann.

Su alta alcurnia se ve en los tonos violetas de la indumentaria, sombrero incluido, que la emparentan directamente con aquella cursi colección de castillos y palacios medievales sacados de los cuentos de hadas. Collar de perlas doradas, buena dosis de maquillaje, pulseras a juego y ¡zapatos! Por mil millones de rayos, sí, lleva zapatos.

Sin embargo, todo este preparo de niña buena —o al menos de buena familia— se va poniendo en entredicho con esa pierna que asoma provocadora de la falda y, por supuesto, con el florete que esgrime con más que estilo. Sí, por mucha elegancia que atesore, esta pirata está lista para la aventura, y trae la primera vaina para estoques de la colección, todo un adelanto visto que, hasta la fecha, nadie sabía donde ponerlos en tiempos de paz.

Podríamos asimilarla a Grace O'Malley —o Gráinne Ní Mháille— reina de Umaill y legendaria pirata irlandesa del siglo XVI que, en plena época de la ocupación inglesa de la isla, cortesía de los Tudor, se dedicó a la piratería por estar en desacuerdo con los aranceles y la política en general de los invasores. Esta dama de alta alcurnia, que seguramente en su juventud ya se bregó en lides marineras dentro de la marina comercial, demostró sobradas aptitudes para el combate, la guerra y el corso.

También, qué duda cabe, para inspirar historias y leyendas, y su azarosa vida, sus supuestas infidelidades, los varios matrimonios y su participación en las rebeliones contra Inglaterra, para inmortalizarla. Entre sus hitos se cuenta haberse entrevistado con la reina Isabel I ¡con un puñal oculto entre sus ropajes! ¿Se puede imaginar algo más romanesco? Desde luego, da —y ha dado— para más de una novela.