Los orígenes

Cuando se habla de Brutal Ball hay que hacer referencia a sus orígenes en plural.

Sí, en plural, porque hay cientos de historias que se arrogan la veracidad sobre el nacimiento —o resurrección— del llamado deporte-dios. Lo cierto es que muchas de ellas, por no decir todas, son claramente arbitrarias, partidistas, ciertamente contradictorias y, sin lugar a dudas, igualmente entretenidas. Las permutaciones de protagonistas, cambios en el papel jugado por las distintas razas que habitan en la Ciudadela o las variaciones en la cronología de los acontecimientos están a la orden del día. Es por ello, con casi total seguridad, que los aficionados no se ponen de acuerdo sobre cuál es la auténtica ni, por supuesto, tienen ningún interés en hacerlo.

Aun así, existen algunas historias que se consideran, si no más fidedignas, sí más verosímiles o consistentes. Aunque no todas ellas están refrendadas por el G.R.U.M.F. —Gremio Real Unificado de Mitos y Fábulas—, nos arriesgaremos a exponerlas a continuación para disfrute de los lectores y, tal vez, la ira de los enanos escribas.

¿Sabías que...

… muchos aficionados creen que el tiempo comenzó con el primer partido de Brutal Ball?

En realidad, lo que empezó fue el calendario de la nueva era, pero el concepto de año zero y la idea de que hubiera un antes del Brutal Ball causa crueles quebraderos de cabeza entre orcos y goblins. Criaturas como los trolls resultan inmunes a estos enigmas gracias a la tonalidad nigérrima de su masa gris.