Clases de jugadores

Sí, siempre ha habido —y habrá— clases y clases

En Brutal Ball, concretamente, existen varios tipos de jugadores especializados en diferentes disciplinas. Aunque estas categorías son flexibles, son un buen indicativo de las tácticas básicas desarrolladas por los distintos entrenadores a lo largo del tiempo y ayudan a orientarse a los novatos ¡y a los hinchas!

Determinadas razas no parecen ser capaces de entrenar algunas especialidades... al menos, de momento, nadie ha conseguido entrenar bloqueadores trastolillos. Y también hay equipos que consideran algunas de ellas tan indignas que nunca aceptarían a un jugador del gremio en sus filas. No obstante, siempre hay expertos deportivos capaces de defender cualquiera de ellas, sobre todo si los incentivos del patrocinador de turno van en consecuencia. Incluso se han instaurado másters de formación en las distintas disciplinas que prometen abrir las puertas de las ligas mayores —o al menos conseguir un simple trabajo— a todo tipo de ingenuos desdichados.

Líneas (o bases): También conocidos como mediocampistas o medios, son los pivotes de todo equipo, el jugador básico por excelencia. Se suelen desplegar en medio del campo para que asistan en todo tipo de tareas en las que se lucen los especialistas. Hay quien piensa que son unos buenos-para-nada, aunque por lo general les toca ser los chicos-para-todo. Llevan armaduras medias, que no limiten sus movimientos en demasía pero que les permitan sobrevivir lo suficiente para ser útiles... o al menos hacer bulto y estorbar a los jugadores rivales.

Defensas (o torres): El cometido de estos armarios roperos es, básicamente, no dejar que los jugadores adversarios pasen... a ninguna parte. Suelen ser lentos y llevar protecciones pesadas, puesto que su función es convertirse en muros que impidan a los receptores situarse cerca de su zona o a los corredores llegar hasta su portería. A veces se les denomina torres, lo que encaja, groso modo, con su apariencia.

Bloqueadores (o arietes): Estas apisonadoras de carne y hueso (o solo de hueso, o... bueno, depende) son los encargados de desbaratar las líneas de los equipos rivales. A veces, literalmente, a los líneas rivales. Sus armaduras pueden ser algo más ligeras que las de los defensas y llevar más pinchos, para ganar en velocidad y agresividad, pero tampoco se diferencian mucho en su aspecto. Suelen enviarse a despejar el terreno o a eliminar a algún adversario particularmente inspirado.

Puntas (o extremos): Se trata de los jugadores estrellas por excelencia. Duros, rápidos, violentos, decididos y arrogantes, los puntas tienen la misión —y por lo general la capacidad— de atravesar las líneas enemigas, muchas veces en posesión ya del balón, y para ello se valen de cualquier método a su alcance. Para ello, han de cuidar tanto su agilidad como su mala leche. Y, por supuesto, guardar alguna noción de lo que hay que hacer con el balón.

Corredores (o flechas): Dotados de una armadura más ligera que los puntas pero más robusta que la del receptor, los corredores cuenta con su velocidad y su agilidad para evitar a los enemigos y conseguir marcar. Al mismo tiempo, han de tener los suficientes arrestos para tumbar al último interceptor, ¡e incluso a dos o tres líneas si se tercia! O, al menos, para apechugar con lo que estos tengan a bien soltarle encima.

Lanzadores (o pateadores): Aunque algunas veces se les olvide a los entrenadores (sobre todo a los ogros) el meollo del Brutal Ball son los balones. Y para que estos lleguen al lugar adecuado son necesarios los lanzadores. Capaces de hacer volar el balón hasta —o a— sus compañeros más adelantados o de patear hasta la puerta enemiga, estos jugadores pueden marcar la diferencia, y por supuesto una buena cantidad de tantos. Tienen una gran formación técnica y un gran valor, por lo que suele ser conveniente cubrirlos de los malintencionados jugadores rivales. Sus armaduras, más ligeras y por lo general sin hombrera en el brazo hábil, no son ninguna garantía de supervivencia cuando la acción se recrudece.

Receptores (o cazadores): Estos jugadores completan el juego aéreo del lanzador. Suelen ser ligeros, escurridizos y muy hábiles, y siempre se mantienen prestos a alcanzar la portería enemiga, evitando a los contrarios hasta que el lanzador del equipo esté en situación de enviarles un balón... y atentos al mismo tiempo a los balones desviados y a los rebotes inesperados. Aunque a veces son usados como cebos, por lo general se intentan mostrar discretos... por su propia integridad.

Interceptores (o guardianes): Conocidos popularmente como cancerberos, son los encargados de la última línea defensiva. Deben ser lo suficientemente rápidos como para cazar a los receptores contrarios y, al mismo tiempo, lo bastante duros como para derribarlos. Dado que necesitan atrapar los balones dirigidos a la portería también han de ser bastante habilidosos. Son los jugadores más estoicos del equipo, ya que todo depende de ellos una vez la estrategia fracasa, ¡y es a ellos a quien abuchea el público cuando el equipo rival consigue puntuar! No obstante, parece que la máscara facial no está extendida entre ellos porque pasen vergüenza, sino por protección. O eso dicen.

¿Sabías que...

…Ivarr Brightsen, uno de los jugadores más completo de todos los tiempos, jugaba como base en las Púas Heladas de Vanaheim?

Era capaz de interceptar balones, placar adversarios, abrirse paso entre las líneas enemigas e incluso realizar pases precisos a gran distancia, pero siempre jugó como línea ¡porque sus compañeros de equipo, celosos, no dejaban de presionar al entrenador para restarle protagonismo!