Los navegantes
Fantasía, belicismo y brutalidad es lo que nos encontramos en el debut como novelista de José Miguel Vilar, un autor muy interesante que conviene seguir muy de cerca
La mejor reseña posible de esta novela nos la hace el mismo autor antes de comenzar la misma. Los navegantes es una novela singular, y esto pronto lo percibe uno cuando al abrir el libro se encuentra con algo que el escritor ha llamado “Metaprólogo”, que no es otra cosa que una especie de juicio a la que es sometido el autor (en un giro de lo más surrealista que se entiende cuando uno ha llegado al final de la novela) que se transforma en un debate y que de una forma muy original nos desvela lo que nos vamos a encontrar en sus páginas.
Así, enseguida nos cuentan que la novela pertenece a un género “aparentemente fantástico”, donde hay romances, aventuras bélicas, muertes… pero el conjunto resultante no es sino una metáfora de nuestro mundo actual. Es decir, la novela se enmarca en un tiempo indefinido, pero en el que la moraleja es que el sinsentido de la violencia es un hecho más que evidente, al igual que muchos de los conflictos bélicos acaecidos en los últimos tiempos. Leyendo un poco la biografía del autor vemos que ha estado involucrado como cooperador en la guerra de los Balcanes, y no es difícil extrapolar lo que cuenta el libro a este u otro conflicto actual o a otros no tan actuales.
Una vez nos introducimos en la novela, enseguida llama la atención el lenguaje utilizado. El autor no escatima en tacos, en utilizar una jerga vulgar e incluso nos sorprenderemos al encontrar elementos de hoy en día inmersos en un mundo antiguo repleto de hazañas bélicas y civilizaciones que nos recuerdan a siglos pasados, tornándose todo esto en una original forma de escritura y un estilo propio muy interesante. Se trata de una novela que a pesar de contener pasajes duros y de extrema violencia, contiene muchos elementos de humor e ironía. El mismo protagonista, Akkán, (aunque son tantos los frentes abiertos, tantas las historias paralelas y tantos los personajes importantes que casi ni se podría hablar de protagonistas), es un antihéroe de bruscas maneras, pero que destila un humor y una ironía que bien sirven como reflejo del tono general del libro. La forma que tiene José Miguel Vilar de contarnos esta historia hace que sea muy cercana al lector. Casi podría parecer que de la forma en que está narrada es como si nos lo estuviera contando un amigo de toda confianza.
Luego el libro contiene los elementos clásicos de todo libro épico, es decir, tierras conquistadas, malvados gobernantes, romances… pero hay que destacar que todos y cada uno de los personajes importantes de la novela, que no son pocos, tienen una personalidad perfectamente definida, a veces incluso sorprendente, y sin dejarse llevar por los tópicos. El amor (y explícitamente el sexo) es un tema primordial de la novela, quizá como vehículo redentor de la humanidad entre tanta inhumanidad. A través de unos capítulos cortos y unos diálogos tremendos, el autor nos narra una historia viva, muy entretenida, con grandes e intensos momentos, deslumbrantes escenarios y en los que vemos de lo que es capaz de hacer el ser humano, lo mejor, y lo peor.
Autor
José Miguel Vilar Bou (Valencia, 1979) comenzó su carrera en periódicos y radios. Desde la universidad casó la literatura con el periodismo y alternó sus colaboraciones en revistas de creación con sucesos, tribunales y reportajes sociales. En septiembre de 2004 apareció en la revista Galaxia el primer cuento publicado del autor: Vidas de piedra, relato que tuvo su continuación en El dios reflejado en el espejo (Visiones 2006). En 2004 viajó a Serbia donde cooperó durante ocho meses en centros colectivos de refugiados de guerra. Sus experiencias fueron recogidas en una serie de reportajes sobre la posguerra en los Balcanes. Escribió el grueso de Los navegantes durante este periodo. Posteriormente trabajó como periodista en Bruselas. En este tiempo, el suplemento de tendencias EP3 de El País publicó su cuento Me dijo el Diablo.
Sinopsis
Akkán, un oscuro presidiario condenado justamente por asesinato, sobrevive por azar a la última batalla contra el Imperio Trinisanto. Ahora deberá olvidar su turbio pasado para ejercer de héroe de los vencidos y liberar Arialcanda de sus invasores. En medio de una guerra en la que dos civilizaciones irreconciliables luchan por la supervivencia, un puñado de personajes se verá envuelto en un viaje sin retorno a través de un mundo brutal y mágico al borde del cataclismo.
Edición
Grupo Editorial AJEC
Colección Albemuth Internacional
Rústica con solapas
320 páginas
Conclusión
En definitiva, se trata de una buena novela fantástica, adulta, original y un puntito irreverente, alejada totalmente de las novelas juveniles del género. Por su originalidad y atrevimiento no es una lectura a la que uno esté acostumbrado, lo que siempre es de agradecer que lleguen este tipo de obras que aportan frescura. El autor José Miguel Vilar se destapa como un gran contador de historias y sobretodo como un creador de un estilo propio que conviene seguir muy de cerca.
Lo mejor: Su atrevimiento en las formas
Lo peor: Que pase sólo como un libro de fantasía más
Nota: 79
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