La gran virtud del ganador es la brevedad, sin duda.
A mí también me gustaría leer el resto de relatos. ¿Los váis a colgar?
Os presentamos el relato ganador del I Concurso de relatos negros y cortantes
El jurado del I Concurso de relatos negros y cortantes, organizado por OcioZero.com para celebrar la publicación de los relatos de Torpedo 1936 por la editorial Panini, ha decidido por unanimidad otorgar el primer premio de este certamen a Miguel Guerra por su relato Coser y matar.
También ha querido hacer una mención especial de los siguientes relatos por su calidad y haber captado el espíritu del certamen.
Breve encuentro, de Jesús Gella Yago
Caso de viernes por la tarde, de Diego Salcedo
Economía de venganzas, de Ángel Elgue
Fiery, de Soren L. M. Wright
J.W., de Juan Manuel Labarthe
Ophelia, de Francesc Barrio
OcioZero.com quiere destacar la alta participación que ha tenido el concurso, que ha recibido 48 obras, así como la calidad media del mismo. Sin más dilación, os dejamos con...
Coser y matar
Por Miguel Guerra
Giré la esquina y enfilé la calle que llevaba a la casa de Stradlater. Un gánster de medio pelo, uno más de los tipos violentos que proliferaban en todas las ciudades y que eran sustituidos rápidamente por otros más violentos que ellos.
Llamé a la puerta y abrió un tipo alto con cara de pocos amigos que me miró mal; era bizco, así que no se lo tuve en cuenta. Echó la cabeza fuera y no le hizo falta girarla para ver a ambos lados de la calle. Luego quiso lanzarme una mirada interrogativa, pero no le salió. Stradlater, desde el interior de la casa, le gritó al matón que si era la costurera me dejara pasar. Aún se quedó bloqueándome la entrada durante un momento, pero finalmente me dio paso.
Casi sin levantar la mirada del suelo dejé la caja de costura sobre una silla. Stradlater se colocó en el centro de la habitación para que yo comenzara mi trabajo.
Saqué la cinta métrica y empecé a tomar medidas con exactitud. El grandullón, por el contrario, no medía las palabras y acusaba abiertamente a Stradlater de chivato. Éste se revolvía nervioso y a mí me complicaba el trabajo.
Mientras cortaba una muestra de tela para mostrársela a Stradlater vi cómo el grandullón se iba poniendo más nervioso y la conversación entre ambos subía de tono. Stradlater intentaba pensar, aunque por su expresión se diría que no estaba acostumbrado. Buscaba algo que decir, algo que le ayudara a salir de aquella situación, pero quedaba bastante claro que era un soplón y que aquel asunto no pintaba nada bien para él. Sin apenas darme cuenta el gorila lo agarró de la cabeza por detrás y le clavó una navaja en el cuello.
Caí al suelo y me quedé paralizada. Entonces se acercó a mí, me agarró por el pelo y, de rodillas como estaba, me arrastró hasta el centro de la habitación.
—Ahora, muchacha, quiero que abras la boca pero sigas calladita, ¿me entiendes? —No levanté la cabeza, sólo la mirada, pero no me gustaron las vistas.
Noté entonces que aún aferraba las tijeras y se las clavé en la entrepierna. La sangre comenzó a brotar que daba gusto. Un segundo para darse cuenta de lo que pasaba y se desplomó.
Comenzó a gritar.
—¡Perra! ¡Zorra!...
Nada, que no acertaba con mi nombre. Y le metí en la boca el trozo de tela que apretaba en la otra mano.
El tipo intentaba sacarse el trapo de la boca, intentaba tapar la hemorragia, intentaba insultarme. Lo intentaba todo en vano. Movía los brazos en todas direcciones. Yo, a manotazos con él, para que no lograra ninguno de sus propósitos. Así debimos estar como dos minutos, cada vez más lento, hasta que por fin paró.
Me quedé un rato en el suelo, mirando la escena. Primero recuperé el aliento y luego las tijeras y el trozo de tela de la boca del grandullón. Un arma pequeña que sobresalía de un bolsillo de la chaqueta de Stradlater también fue a parar a mi caja de costura. Y ya que estaba, miré en los cajones buscando algo de dinero. Aquellos tipos debían sacar mucho con las apuestas y el alcohol porque encontré más de lo que podía esperar.
Durante un par de días tuve miedo de salir y estuve encerrada en casa. Pero en los periódicos y en las calles se decía que a los dos hombres de Ackler los había matado una banda rival. Así que comenzó una guerra que no iba conmigo.
A la semana siguiente fui a casa de Finnes. Quería un par de trajes nuevos, algo elegante. Y ahí estaba yo, tomando medidas a aquel sapo que quería parecer un príncipe y no había manera. Era contrahecho, pero me preguntaba todo el tiempo si le quedaba bien. Yo, que no quería meter el dedal en la llaga, le decía que sí.
Fue entonces cuando comenzó a provocarme. Hablaba de dinero todo el tiempo. Que si había ganado una fortuna con el sindicato de camioneros, que si se había asegurado el retiro, que si iba a montar un local que haría que el Cotton Club pareciera un bar de carretera.
Fui a mi caja de costura a por unos alfileres, la pistola aún estaba ahí, y él, provocándome. Estaba de espaldas a mí, apunté, cerré los ojos. Fuera explotaban los fuegos artificiales del 4 de Julio y yo, que soy costurera, lo cosí a balazos.
Aún sonaban los petardos cuando abrí los ojos. Estaba tendido en el suelo, el traje echado a perder.
Registré la casa y tengo que decir a favor del feo de Finnes que no era un mentiroso. Tenía dinero, mucha pasta.
Fue en ese momento cuando decidí no dar más putadas sin hilo y de ahí en adelante todo fue coser y matar.
La gran virtud del ganador es la brevedad, sin duda.
A mí también me gustaría leer el resto de relatos. ¿Los váis a colgar?
En mi opinión la virtud del texto reside en la aproximación del autor a la voz narrativa con la que el tándem Bernet/Abullí caracterizó a Lucca "Torpedo" Torelli, personaje inspirador precisamente de este concurso.
El estilo de su humor es muy identificable y evocador de los guiones de "Torpedo 1936", apoyado en el retorcimiento accidental del lenguaje y los continuos juegos de palabras ya evidentes desde el propio título, "Coser y matar", o en hallazgos como "meter el dedal en la llaga": por eso, me figuro (casi con toda seguridad) que ese "putadas sin hilo" en el último párrafo no es una errata, sino un recurso deliberado para homenajear a este personaje de cómic. En ese aspecto, perfecto.
Si bien es cierto también que los diálogos son algo pobres (aunque es brillante el momento en que la protagonista protesta porque "no acierta -su- nombre" el criminal que la llama "perra" y "zorra"); más bien los diálogos son inexistentes, y debilita el texto como para sobresalir en un concurso en que las bases y espíritu parecían dar gran importancia a la composición de diálogos con réplicas cortantes como cuchillos. Ese punto desatendido aleja al lector del personaje, y me parece que lo priva de una parte importante de la fuerza que podría llegar a tener.
Sin embargo, por el gran acierto del tono empleado, como homenaje o guiño al original, no me sorprende su elección como ganador.
Nota: soy el autor de uno de los otros 47 textos enviados al concurso, y espero haber aportado este comentario con la suficiente objetividad.
Gracias por ilustrarme. Antes de comentar debería haberme leído el cómic, sin duda.
¡¡¡Felicitaciones al ganador!!!
Coser y matar me ha gustado. Dicho sea de paso, me adhiero a la idea de leer los otros cinco relatos mencionados.
¡¡¡Felicitaciones al ganador!!!
Coser y matar me ha gustado. Dicho sea de paso, me adhiero a la idea de leer los otros cinco relatos mencionados.
¡¡¡Felicitaciones al ganador!!!
Coser y matar me ha gustado. Dicho sea de paso, me adhiero a la idea de leer los otros cinco relatos mencionados.
Antes que nada, mis felicitaciones a Miguel Guerra por su Coser y mata. Me voy a ahorrar la crítica porque, sinceramente, es algo que todavía no sé hacer; lo qu sí sé es que me ha gustado, y que deja la sensación de ser la presentación de un personaje bastante interesante. Tal vez debería plantearse honrar a esta costurera por haberle ganado un lote de libros y dedicarle algunos relatos más.
Por otra parte, agradezco mucho la mención especial a mi obra, Fiery, y me sumo a las demás peticiones: sería fantástico poder leer, como mínimo, las otras obras mencionadas. Aunque por lo que se insinúa, todas las obras presentadas a este concurso han debido estar bastante bien...
Hola. Soy nuevo aquí y éste es mi primer comentario, espero que me salga bien, jeje.
En primer lugar, quiero darle la enhorabuena al ganador, que lamentablemente no he sido yo. Y luego quería decir que el relato me ha gustado bastante y que comparto ese sentido del humor que destila, y que solamente he echado en falta algo más de diálogo, pues creo que el autor está más que cualificado para haber metido alguna que otra intervención de los personajes en forma de frase ingeniosa y mordaz a la par que contundente.
Lo dicho, enhorabuena, y hasta otra.
Saludos negros y cortantes.
Arriezu, si los autores lo desean, podemos ir colgándolos todos. Queda a su discreción.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.
Patapalo, he sido el autor de uno de ellos y para mí sería un honor. Además me encantaría leer los demás.
Mi relato fue: Caso de viernes por la tarde.
Si sirve esto de autorización, adelante.
Me sirve, gracias. Este mismo jueves lo publico.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.
Como dije, me encantaría leer el resto de los relatos del concurso, y por supuesto que estoy de acuerdo en que también se publicque el mío: Fiery.
Anotado. Seguramente lo podré colgar este lunes o el martes.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.
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Enhorabuena al autor, ¿es de la casa? Nunca había visto gánster escrito así. Lo de no dar putadas sin hilo supongo que es una errata. El sentido del humor, en fin, no es el mío, y no sé, me esperaba más diálogo, pero no está mal. El título, coser y matar, es bueno. Lástima no haber participado, pero no se me ocurrió nada, y eso que tenía frescas las lecturas de Hammett. Me quedo con ganas de leer los textos de los mencionados.