Tiempo de adaptaciones

Imagen de Jack Culebra

La primera década del siglo XX recurrió a la literatura para hacer crecer el horror

Los primeros pasos del cine de terror se apoyaron principalmente en los efectos especiales. Como vimos en el anterior artículo (Los comienzos del cine de terror), muchas películas eran poco más que una acumulación de trucos ópticos y de montaje puestos en una sucesión con un sentido narrativo más o menos marcado. Esta tendencia se mantiene en el arranque del siglo XX, llegando a su paradigma con películas como La tienda de curiosidades encantada (The Haunted Curiosity Shop), un cortometraje de 1901 de Walter R. Booth y Robert W. Paul concebido para sorprender con sus triquiñuelas de decapitados, apariciones y transformaciones.

Dentro de esta tendencia cabe señalar dos películas más: El calderón infernal (Le chaudron infernal), de 1903, de George Méliès, y La casa hechizada (La maison hantée), de 1906, dirigida por Segundo de Chomón. La primera, aparte de disfrutar del uso ingenioso de los recursos visuales que caracteriza al maestro francés, tiene la curiosidad de haber servido para desarrollar el primer sistema cinematográfico en tres dimensiones. Esto fue más por accidente que otra cosa, dado que Méliès hizo la grabación simultánea de la película en dos rollos, con dos lentes, para poder enviar uno a Estados Unidos y paliar así la piratería a la que se veía sujeta su obra por los productores americanos. No obstante, al parecer funciona a la perfección.

La segunda tiene la particularidad de haber sido realizada por un cineasta turolense que fue considerado todo un genio en cuanto a efectos especiales se refiere y que es más bien desconocido en nuestro país. La película sigue resultando entretenida por la combinación de situaciones absurdas y el buen ritmo que le imprime el director, aunque a nivel argumental no deja de pertenecer al grupo de acumulación de efectos visuales.

Quizás por esta limitación, que seguía dejando al cine de terror a la altura de una atracción de barraca de feria en muchos casos, algunos cineastas volvieron la vista hacia la literatura. De esta manera, en 1901 George Méliès aborda Barba Azul (Barbebleu), un cortometraje de 9 minutos, todo un récord para la época, donde se nos cuenta la conocida historia de Charles Perrault. Evidentemente, no es una adaptación fidedigna, pero todo el escenario es fácilmente reconocible y la película está llena de méritos, desde su fluidez a su simbolismo pasando por momentos de auténtica tensión, como el previsible desenlace. En esta película el artista francés demuestra de nuevo su intuición dentro del medio.

Barba Azul - pelicula
 

Otra película emblemática de la época es Dr. Jeckyll y Mr. Hyde (Dr. Jeckyll and Mr. Hyde) adaptación de 1908 de la novela de Robert Louis Stevenson realizada por Otis Turner. Desgraciadamente, aunque se conservan muchos datos sobre este filme, como el reparto o su duración, nada menos que 16 minutos, la bobina no ha llegado hasta nuestros días, lo que no le ha impedido ser todo un referente dentro del género. Hay que pensar que la obra de Stevenson ya había resultado muy exitosa en teatros.

Como cierre, cabe mencionar La habitación sellada (The sealed room), una historia de 1909 inspirada muy probablemente en El barril de amontillado de Edgar Alan Poe (aunque hay quien lo relaciona con un relato de Balzac) realizada por D.W. Griffith. Aunque esta película da de sí lo que el concepto de ser emparedado vivo da de sí, y no más, tiene la particularidad de no apoyarse en fantasmagorías y efectos especiales para resultar espeluznante, lo que no deja de ser una aproximación diferente al horror cinematográfico y, por tanto, digna de mención. El enfoque, por lo demás, sigue siendo tan teatral y exagerado como el del resto de películas contemporáneas.

En conjunto, durante esta década se ve cómo el cine de terror va encontrando una madurez que le hace buscar nuevas y prometedoras vías de expansión. Su relación con la narrativa tradicional y/o escrita ya no cesará hasta nuestros días.

Espacio patrocinado por

Nocte - Asociación Española de Escritores de Terror

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