Historias paranormales del Titanic
Reseña de la obra de Bertrand Méheust publicada por J'ai lu
Mi pasión por fantasmas, monstruos y otras extravagancias se la debo, entre otras cosas, al encuentro en mi tierna infancia con un peregrino libro ilustrado que desgranaba y citaba hechos truculentos de todo tipo, entre los cuales, por supuesto, el Titanic tenía un lugar preeminente. Así, no es de extrañar que cuando me topé con este libro de saldo, pasada la fiebre del centenario, no pudiera resistirme a comprarlo.
Bertrand Méheust, el responsable de Historias paranormales del Titanic —Histoires paranormales du Titanic en el original—, es profesor de filosofía y doctor en sociología, además de miembro del comité director del Institut Métapsychique International (IMI) de París, una institución que pretende abordar la cuestión paranormal con una metodología científica: experimentos, datos contrastados y fiables, etc.
He de decir que mi único gran chasco con esta obra ha sido que no detalla fenómenos paranormales de todo tipo, sino que se centra en la clarividencia en sus distintas facetas. Si buscas historias de aparecidos, como era mi caso, este no es tu libro.
Ahora bien, a pesar de ello su lectura no carece de interés. Bertrand Méheust se ha dedicado a recopilar todos los testimonios sobre posibles predicciones de la catástrofe y a filtrarlos con sus métodos, los cuales se explican previamente para cimentar una metodología. El proceso es de lo más curioso, aunque sea imposible estar de acuerdo con el autor en todos los casos. Por supuesto, no se llega a ninguna conclusión sólida ni a prueba de nada, tal y como el propio autor reconoce, por mucho que su deseo hubiera sido el contrario.
¿Dónde radica entonces el interés? Por un lado, en las explicaciones y reflexiones del autor. Por mucho que no se esté de acuerdo con sus creencias, hay que reconocerle, por un lado, una gran coherencia y honestidad de planteamientos, tanto en el plano filosófico como social, y, por otro, una gran capacidad para suscitar reflexiones interesantes y montar un buen anecdotario.
Las relaciones entre literatura y el imaginario colectivo, qué aspectos del naufragio podían ser imaginados en la época —el iceberg, la falta de botes, etc.—, las supersticiones entre el populacho, las tensiones políticas subyacentes, el carácter de algunos personajes, como Stead, las relaciones entre aficionados a lo paranormal, los posibles fraudes en las declaraciones, qué elementos determinan la fiabilidad de un testimonio y muchos otros detalles más forman un cuadro rico y complejo que, por lo menos, resulta sorprendente, además de brindar material narrativo de primer orden.
En definitiva, Historias paranormales del Titanic es un estudio técnico sobre la posible existencia de fenómenos clarividentes ligados a una catástrofe humana y técnica de primer orden y sin precedentes: su estructura, el modo de volver a determinadas cuestiones y el foco del argumentario se rinden a este planteamiento. Colateralmente, es una lectura interesante si uno quiere descubrir cómo funciona una investigación paranormal y enterarse de un buen puñado de historias coloristas en torno a este navío.
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