La cripta (del horror) innombrable

Reseña del recopilatorio de François Launet publicado por Diábolo Ediciones

Los Mitos de Cthulhu creados por H.P. Lovecraft han suscitado numerosas obras derivadas: homenajes, aportaciones apócrifas, relecturas y, por supuesto, parodias. Algo tan solemne y aterrador como el horror cósmico se presta, sin duda, al humor. Así lo entiende, seguramente, François Launet, autor de La cripta (del horror) innombrable, una tira cómica on-line que ha recopilado en papel Diábolo Ediciones en una edición muy sugerente y a todo color en formato apaisado, muy adecuada como capricho o regalo para los aficionados a este particular subgénero.

La cripta (del horror) innombrable es humor privado entre iniciados. Aquellos que no conozcan los Mitos de Cthulhu no van a entender nada en absoluto. Y dentro de estos iniciados —siempre ha habido clases y clases— los elegidos son los jugadores de rol. El propio Launet cayó bajo el influjo de los Mitos a través del clásico juego de rol La llamada de Cthulhu, y las referencias roleras, directas e indirectas, son abundantes.

Las tiras funcionan a base de pequeños golpes de efecto muy sencillos. Al comienzo, de hecho, casi parece que demasiado sencillos. Luego, poco a poco, apoyándose en el efecto repetición, se va volviendo más y más hilarante hasta conseguir algunos momentos memorables. Se podría decir que esta tira cómica es como un laberinto no euclidiano con sus propios códigos de locura que terminan moviendo a risa. Grupos de metal extremo, investigadores arquetípicos, jugadores de rol fracasados, sectarios de manual y deidades monstruosas se cruzan una y otra vez en un juego metaliterario donde las dimensiones se vulneran como si fuéramos montados en un perro de Tíndalos.

El apartado gráfico es funcional y desenfadado. Los humanos no tienen apenas rasgos —un acierto, pues no son más que motas de polvo en la inmensidad del gélido e insondable cosmos— y las criaturas propias de los Mitos se aferran a apariencias caricaturescas que forman parte de los guiños. Todo muy directo, si sabes de qué va, claro.

Como resultado, La cripta (del horror) innombrable es un cómic con un público objetivo muy determinado, al que arrancará una sonrisa y del que obtendrá, aunque muchas veces no consiga sorprenderlo, una mirada cómplice.