A partir de siete años, así que debería valer para tu chico.
Comando Lunar
Análisis de este juego de mesa construible de Lego
Comando Lunar es un juego de mesa desarrollado por Lego —y vendido como un producto completo e independiente— que está diseñado a partir de sus famosas piezas de construcciones: el tablero, los peones, incluso los dados están realizados en piezas modulares que se pueden conectar entre sí.
Como cabía suponer, el apartado escenografía es bastante impactante: las piezas están pensadas para montar un tablero cuadrado que representa la Luna y las instalaciones espaciales establecidas por dos bandos —naranja y verde— sobre su superficie: radares, hangares, depósitos, etc. El objetivo del juego, lanzar un cohete desde la base lunar, está integrado perfectamente en lo que es la imagen gracias a que los puntos se cuentan gracias a peones situados y recolectados en el propio tablero.
La misma mecánica de juego está volcada en manejar las piezas sobre la mesa. Cada turno, los jugadores lanzan un dado —también facilitado por Lego— y consultan el código de color obtenido en la cara correspondiente. Según lo obtenido, podrán ir construyendo nuevas intalaciones, desplazando astronautas y robots —se incluyen unos simpáticos peones que no son propiamente figuritas de lego, pero resultan muy simpáticos— o desplazando unos OVNIs generadores de campos de fuerza que bloquean el desarrollo. Cuanto mejor extendida está la instalación "cerrada", más puntos se ganan de cara al lanzamiento del cohete.
En resumidas cuentas, se trata de un juego de estrategia de situar peones para conseguir recursos. El modo de crecer tiene que tener en cuenta las prioridades y, al mismo tiempo, que nuestro adversario nos puede bloquear y dejar nuestros esfuerzos en nada. El componente azar está presente pero no es excesivamente determinante y la dificultad estratégica es moderada: si bien un jugador veterano o que aventaje en edad a otro se puede imponer con facilidad, no lo hará de un modo desesperante para su contrario. El único punto cuestionable es la disposición inicial del tablero, que puede ser algo engorrosa. Por suerte, se incluye una plantilla para facilitar la tarea.
La mejor baza de Comando Lunar es, en cualquier caso, su diseño. El que esté construido con Lego no es anecdótico ni simplemente estético, sino que aporta a la experiencia de juego una dimensión adicional muy agradable, entre el puzle y el juego de tablero de toda la vida. El resultado es un producto muy conseguido, bien diseñado y divertido y al que, además, los niños pueden sacarle usos adicionales como juguete.
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Tiene buena pinta. Me gusta que sea exclusivo de 2 jugadores. No hay muchos juegos así, y los que hay todavía no están al alcance de mi peque.
¿Qué edad recomendada tiene?
Es probable emitió su esperma de una forma muy descuidada.